
La actriz Margot Kidder interpretó a Lois Lane en las cuatro películas de Superman
Cine
La trágica historia de Margot Kidder, la compañera de Christopher Reeve en 'Superman'
La actriz tuvo una vida marcada por un trastorno bipolar, múltiples intentos de suicidio, su adicción a las drogas y al alcohol y un accidente de coche
La vida de Margot Kidder, conocida mundialmente por interpretar a Lois Lane en las legendarias películas de Superman, estuvo marcada por una sucesión de tragedias que no solo la convirtieron en un icono del cine, sino también en una mujer que luchó contra sus propios demonios durante toda su vida. Nacida en Canadá, desde temprana edad soñó con alcanzar la fama en Hollywood. Su oportunidad llegó en 1978, cuando obtuvo el codiciado papel de Lois Lane, la periodista intrépida enamorada de Superman. La película, un éxito arrollador, la catapultó a la fama internacional, convirtiéndola en una estrella de cine. Sin embargo, detrás de la brillantez de la pantalla, se escondía una tormenta emocional que marcaría su vida.
A lo largo de su carrera, Kidder luchó en silencio con un trastorno bipolar, una enfermedad mental que afectó profundamente su bienestar. Ya en su adolescencia, sufrió su primer encuentro con la enfermedad cuando, a los 14 años, después de una ruptura amorosa, ingirió pastillas de codeína y comenzó a experimentar alucinaciones. Pero la ayuda médica nunca llegó a tiempo. La familia de Margot no comprendió la magnitud de lo que estaba ocurriendo. Años después, ella misma revelaría cómo esos «monstruos» internos, como ella misma los llamaba, nunca la abandonaron. En 1996, la actriz desapareció durante varios días, un episodio que culminó en su hallazgo en un estado de confusión extrema, gritando que la perseguían. Fue entonces cuando el diagnóstico de trastorno bipolar fue confirmado, un golpe devastador que marcaría el inicio de una interminable batalla contra su enfermedad mental.
Los intentos de suicidio, adicciones y una constante lucha por encontrar algo de paz marcaron la vida de Margot Kidder. «Al actuar podía dejar salir mi ser real y nadie sabría que era yo», confesó en una ocasión, revelando cómo la interpretación le proporcionaba una vía de escape, un refugio donde podía ocultar su sufrimiento. Su valentía al hablar sobre sus problemas se convirtió en un faro para muchos que atravesaban situaciones similares. Sin embargo, el dolor no se detuvo con el paso de los años.
En 2002, sufrió un grave accidente automovilístico que casi le costó la vida. A pesar de la rotura de pelvis y las secuelas físicas, continuó trabajando en el cine y el teatro. En 2004, la muerte de su compañero en las películas de Superman, Christopher Reeve, quien había quedado tetrapléjico tras una caída de caballo, la sumió en una profunda depresión.

Johnny Hallyday y Margot Kidder
A pesar de todo esto, Margot intentó seguir adelante. A mediados de la primera década del siglo XXI, participó en obras de teatro en Broadway y se reincorporó a la televisión con un pequeño papel en la serie Smallville, que revivió la historia del Hombre de Acero. Sin embargo, su vida continuaba siendo una lucha constante contra su enfermedad mental y sus demonios personales. En 2018, tras años de batallar con la depresión y los recuerdos dolorosos, la actriz murió a los 69 años. Su hija, Maggie McGuane, confirmó que la causa de su muerte fue una sobredosis autoinfligida de fármacos y alcohol, un trágico final para una mujer que, a pesar de su éxito, nunca encontró la paz que tanto deseaba.