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Silvia Guerra, en las distintas conexiones en directo que ha hecho con el Telediario 1 de la 1 de TVE

Silvia Guerra, en las distintas conexiones en directo que ha hecho con el Telediario 1 de la 1 de TVERTVE

Televisión

La enviada especial de TVE en Irán no se apea del velo islámico y luce uno distinto en cada conexión

Todas las mujeres del país deben cumplir con el código de vestimenta local, pero Silvia Guerra lo hace en un terreno privado, donde estaría obligada

Durante sus últimas intervenciones en el telediario de mediodía de TVE, la periodista Silvia Guerra, enviada especial a Oriente Medio, ha vuelto a sorprender a la audiencia española. En cada conexión en directo desde Irán, Guerra ha aparecido con un velo islámico, como exige la legislación del país, pero con un detalle llamativo: en cada emisión luce un fular de un color distinto. ¿Es una forma de cumplir con la normativa iraní sin perder su identidad personal?

Lo cierto es que no se trata de un hecho aislado. Silvia Guerra ha mantenido esta elección cromática de manera consistente en todas sus conexiones desde suelo iraní, marcando cada crónica con un velo diferente. Un gesto sutil, pero recurrente, que va más allá del simple cumplimiento de la normativa de vestimenta que obliga a las mujeres, tanto iraníes como extranjeras, a cubrir su cabello y cuello en cualquier espacio público desde la Revolución Islámica de 1979.

Lo curioso en el caso de Silvia Guerra es que algunas de sus conexiones se han producido desde la azotea de un edificio privado, en compañía únicamente de su equipo de TVE. A pesar de que no estaría obligada en un sentido estricto a llevar el velo en ese contexto, la periodista ha optado por mantenerlo puesto. Más de ser algo personal, la decisión podría estar orientada a evitar posibles represalias o malentendidos que pudieran dificultar el trabajo sobre el terreno.

En Irán, las mujeres —tanto locales como extranjeras— están obligadas legalmente a llevar el hiyab (velo islámico que cubre al menos el cabello y el cuello) en todos los espacios público. Eso no excluye a las periodistas extranjeras que aparecen en televisión, que también deben cumplir con el código de vestimenta local, que exige cubrirse la cabeza.

«Ha sido una noche intensa para las defensas aéreas de Teherán que han debido emplearse a fondo, pero los ataques no han acabado al amanecer ni mucho menos», explicaba la periodista en una de sus últimas conexiones. «Bien entrada la mañana cuando nosotros nos encontrábamos rodando un reportaje en otros lugares atacados, nos han alertado de que debíamos ponernos a refugio», relataba, mientras las imágenes mostraban a Guerra caminando con sus compañeros por una calzada, vestida con una camisa de manga larga y un fular beige claro que le cubría la cabeza.

Silvia Guerra TVE

Silvia Guerra, sobre el terreno con los brazos cubiertos y el velo tapando su cabezaRTVE

Este tipo de gestos visuales no son nuevos en la televisión pública. En 2011, durante una entrevista con el entonces presidente Mahmud Ahmadineyad, Ana Pastor —presentadora de Los Desayunos de TVE— apareció con velo islámico. Al concluir la entrevista, se lo retiró suavemente, un acto que generó polémica en ambos países. Pastor defendió su decisión como una estrategia de equilibrio: respeto al entorno, sí, pero sin renunciar a su independencia profesional.

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