Emma Watson, en una imagen de archivo
Cine
Emma Watson asegura que promover el matrimonio es «violencia» y una «crueldad»
La actriz ha roto su silencio público en un podcast de tres horas de duración
Tras años alejada del mundo de la interpretación, parece que Emma Watson está protagonizando un paulatino regreso a la vida pública. Amiga de la discreción, asegura que ya no quiere formar parte de proyectos de los que no se sienta orgullosa y hasta que los encuentre se mantendrá al margen del cine. De momento, está centrada en su presente académico –se formó en Oxford en Literatura Creativa– y forma parte de las campañas de Kering y Dior, mientras desarrolla un proyecto personal del que todavía no quiere avanzar nada.
Al menos, así lo ha comentado en el podcast On Purpose de Jay Shetty, el único al que le ha concedido una entrevista en años. Las tres horas que estuvieron charlando dieron para mucho y muestra de ello es la cantidad de temas que pudieron abordar, incluido su decisión de alejarse de la interpretación para siempre. Pero también habló del amor y ofreció una extensa reflexión sobre su experiencia en citas y su visión del matrimonio. Denunció la presión que sufren los jóvenes –especialmente, las mujeres– para casarse, enfatizando lo perjudicial que es para su bienestar.
Para ella, esa presión es «lo menos romántico que se me ocurre». «Creo que es una gran violencia y una gran crueldad para las personas, especialmente para los jóvenes y las mujeres, hacerles sentir que no valen nada o que aún no han triunfado en la vida, porque no han forzado a su culminación algo que simplemente no creo que pueda ni deba ser forzado», explica.
«Es algo que, sinceramente, siento que he tenido que ganarme, que he tenido que trabajar para llegar a un punto en el que puedo mirar a alguien a los ojos y decirle quién soy, y tener una idea —que cambiará y crecerá— de lo que quiero y de lo que estoy aquí para hacer».
«Estoy tan feliz de no estar divorciada todavía. Suena como una respuesta muy negativa, pero creo que nos están presionando y forzando a hacer esto que considero una especie de milagro. Puede que nunca lo merezca. Espero que me pase. Pero no me siento con derecho a hacerlo».
Y añade: «La verdad es que si hubiera intentado casarme antes, básicamente, hace un año, habría sido un desastre. Simplemente no me conocía lo suficiente. No tenía una idea clara de mi propósito, mi visión, ni de cómo iba a ser útil. No sabía dónde sentía que debía estar. Creo que ahora tengo algunas de esas respuestas».
Añadió además que si bien cree que todos son dignos de amor, la pareja o el matrimonio «es casi un juego diferente... es como si, en realidad, unirse y compartir adecuadamente tu vida con alguien y estar en pareja con esa persona pareciera ser algo propio».
Recordó también algo que le dijo su madre: que debes «querer estar con alguien porque lo deseas, no porque lo necesitas». Ese consejo, explicó, es parte de la razón por la que no se casó joven: si lo hubiera hecho, «creo que tal vez me habría casado con alguien sin saber quién era, y lo habría necesitado, tal vez no lo habría deseado. Y creo que ahora tengo una vida plena y completa, y estaría tomando una decisión desde la perspectiva de: 'Solo te quiero, y no te necesito, pero solo te quiero'. Y no creo que fuera esa mujer hace cinco años».