Michael Caine desvela en su libro su peor experiencia como actor: «Fue un error»

El propio Michael Caine explica al inicio del libro No mires atrás, tropezarás, publicado en España por el sello Erasmus, del grupo Almuzara, el porqué de su título. «Es algo que suelo decirles a mis nietos: ‘no mires atrás, tropezarás’. Por supuesto, eso no significa que no se pueda cavilar sobre lo efectuado, lo vivido y las lecciones aprendidas». El libro-entrevista es el fruto de muchas horas de conversación entre su amigo Matt d’Ancona y Michael Caine, que a sus 92 años, pese a las informaciones que señalaban lo contrario, insiste en que no piensa jubilarse (su amigo Vin Diesel le ha insistido para que vuelva al cine después de su última película, La gran escapada, de 2023).

«¿Crees en Dios?», le pregunta el periodista inglés en la última parte del libro. «Sí, creo. De pequeño cantaba en un coro y, cuando era joven, en North Runcton, iba a la iglesia todos los domingos y conocía al vicario. Siempre he confiado en Dios y, si pienso en lo que he llegado a ser, no creo que me haya tratado mal. Me gusta pensar que, si Dios tuviera voz, sonaría como John Huston», asegura el intérprete, que siempre ha mostrado debilidad por Humphrey Bogart (su nombre artístico procede de la película El motín del Caine) y Marlon Brando.

«Creo que Brando, en La ley del silencio (1954) ofreció una de las mejores interpretaciones de la historia del cine. Y Bogart es increíble porque no se nota que está actuando. No era alto, moreno ni guapo, y yo lo miraba y pensaba: ‘bueno, él se ha convertido en una estrella de cine, ¿por qué yo no?’. No soy específicamente un actor de cine negro, ya nadie lo es, pero el trabajo de Bogart dentro de ese género me influyó mucho», admite.

Caine elige en el libro las ocho mejores películas de Humphrey Bogart. La lista la encabeza Casablanca, uno de los largometrajes preferidos del actor, seguido por El tesoro de Sierra Madre, El halcón maltés, El motín del Caine, La reina de África, El bosque petrificado, Cayo Largo y El sueño eterno. Cuatro de ellas contaron como director con John Huston, que dirigió a Michael Caine en El hombre que pudo reinar y en Evasión o victoria.

Michael Caine comparte también en el libro la que considera su peor experiencia como actor. «Creo que la peor fue el intento de relanzar las películas de Harry Palmer en la década de 1990 con un par de nuevas entregas: El expreso de Pekín (1995) y Medianoche en San Petersburgo (1996). Se rodaron prácticamente una tras otra, eran películas para televisión. Me di cuenta enseguida de que había sido un error, que se hubiera debido dejar al personaje en paz. No disfruté en absoluto. Pero así son las cosas: cometes un error, cobras el cheque y sigues adelante. Y eso es lo que hice», reconoce.