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Lorena Franco

Lorena Franco, escritoraEditorial Planeta

Lorena Franco: «La autopublicación me da más libertad como escritora»

Franco atendió a El Debate y conversó de su nueva obra, su futuro literario y su otra faceta profesional, la de actriz

La barcelonesa Lorena Franco vuelve a atrapar a los lectores con un thriller difícil de soltar, recomendable para estos días de verano, titulado El lugar donde fuimos felices. Tras la gran acogida de El último verano de Silvia Blanch, Todos buscan a Nora Roy y Los días que nos quedan la autora seduce a su público con una trama en la que no da descanso al lector gracias a la creación de unos personajes, intensos y de personalidad poliédrica, que protagonizan giros inesperados en una historia donde también se abordan temas sociales como el abuso escolar o cómo gestionar la pérdida traumática de un ser querido. Franco atendió a El Debate y conversó de su nueva obra, su futuro literario y su otra faceta profesional, la de actriz.

–Lorena, adentrarse en El lugar donde fuimos felices recuerda mucho a la célebre serie de los años 90, creada por David Lynch, Twin Peaks. ¿Cómo surge esta historia?

–No está inspirada en Twin Peaks porque yo era muy niña cuando la serie se emitió, pero todos tenemos en la mente sus imágenes y sí, me puedo imaginar a Blanca Roca como Laura Palmer. A la hora de crearla, lo primero que se me ocurrió fue la ambientación y para ello elegí un pueblo en la Costa Brava, Llafranc, donde transcurre la historia, un instituto y una discoteca controvertida como es Faro. A partir de ahí, el asesinato de Blanca Roca, una profesora de Literatura, actúa como desencadenante de una historia donde se van desentrañando qué secretos tenía ocultos la profesora, qué pasado le pesaba tanto como para terminar tan mal.

–¿Estamos ante un thriller clásico?

–Es una historia romántica, pasional, dramática. La intriga está servida, el misterio también y están presentes muchos temas de denuncia social como pueden ser el acoso escolar, el maltrato, los abusos infantiles, la trata y el duelo. Quería una novela que, a pesar de ser larga, tuviera buen ritmo, combinando capítulos cortos con otros más largos, sustentando el ritmo de la narración con finales en cada capítulo que dejarán al lector con ganas de leer más. Además, quería que el texto mantuviese también interés por los personajes ya que, para mí, son la esencia de esta trama.

–¿Qué ha querido trasladarle al lector con esta nueva historia?

–La principal función de una novela es entretener y seguir intentando que el lector desconecte del día a día con la lectura de esta historia. Es una novela reflexiva, muy emotiva, que habla del duelo que, en mayor o menor medida, todos pasamos en algún momento, de ahí que podemos empatizar con los personajes. A pesar de todo el dolor que hay también tiene un final esperanzador intentando lanzar el mensaje final de que hay que «vivir el momento» porque lo único cierto que tenemos es el presente. Me gustaría dejar al lector una sonrisa en los labios y un buen sabor de boca con esta historia.

–¿Le costó mucho perfilarla?

–La experiencia ayuda, no cabe duda. Pero es complicado armar una novela de estas características, aunque es cierto que cuando todo fluye y ajusta la trama, todo es más fácil. Yo me lo he pasado muy bien escribiéndola y no me ha resultado tan complicada, aunque pueda parecerlo. Lo que más costó fue, sin duda ninguna, la voz de Blanca porque es un personaje que, sin estar está muy presente en toda la historia. Es una voz torturada, delirante, que no tiene nada que ver conmigo y, por eso, escribir esta voz y crear este personaje que cuenta todo lo que le ocurre en primera persona sin dar más detalles, ha costado perfilarla. Blanca arrastra un pasado nada fácil, complicado, traumático y duro y, ponerte en la piel de un personaje así, no es fácil, porque contar sin contar y que el lector termine deduciendo lo que se cuenta entre líneas es todo un reto.

La principal función de una novela es entretener y seguir intentando que el lector desconecte del día a día con la lectura de esta historia

–Si ha sido difícil la creación de Blanca, imagino que será porque usted y ella no son muy parecidas, pero, ¿se ve reflejada en alguno de los personajes que aparecen en la novela?

–Efectivamente Blanca no tiene nada que ver conmigo, en cambio, Paula sí que tiene algo de mí. Es inevitable que en una novela los personajes tengan algo de ti, y, en ese sentido, también ha sido un reto puesto que me he alejado de mis rasgos a la hora de caracterizar estos personajes, creándolos desde cero. Esto ha hecho que haya tenido que ir entendiéndolos y aprendiendo de ellos, de su evolución a medida que transcurre la historia y he podido ver cómo no son los mismos cuando comienza ésta que cuando finaliza, también ellos evolucionan.

–¿Es de las que defiende que los personajes cobran vida e, incluso, se rebelan contra el propio autor tomando las riendas de la historia?

–Suena a locura, pero es cierto que ocurre. La historia empieza como tú la has pensado, pero, a medida que transcurre y vas escribiéndola, va adquiriendo una vida que incluso puede hasta írsete de las manos. Cuando coges confianza en la historia y va fluyendo, capítulo a capítulo, te encuentras que el personaje adquiere una personalidad o matiz en el que no habías pensado. Pero la historia ha surgido así y el personaje se ha comportado así, cobrando más protagonismo del que al principio que ibas a darle. Normalmente, cuando pasan estas cosas es porque la historia funciona y todo marcha bien. A veces la creación de un personaje es cuestión de meses o incluso de años y pasa que sí, que cobran vida y se comportan como no esperas e incluso te sorprenden.

–Esa convivencia con la novela y con los personajes, ¿no le ha llegado a obsesionar?

–Es verdad que el trabajo de escribir una novela no solamente se limita a escribir delante del ordenador, porque hay que hacer vida normal. Tú sales de ahí y cuando dejas de escribir los personajes y la historia conviven contigo las veinticuatro horas del día, en todo momento, con lo que siempre estas conviviendo con ellos y con la novela… En esta ocasión el personaje que más me ha obsesionado es Nuno Ventura, el profesor de matemáticas que se ha tenido que encargar de la gestión de la controvertida discoteca Faro. Normalmente, siempre le he dado protagonismo a las mujeres. Son mujeres fuertes, independientes, que se meten en la boca del lobo por un motivo u otro, pero el personaje masculino de esta novela, Nuno, tiene muchísima fuerza y sí que me ha llegado a obsesionar. Si hablamos de los personajes que cobran vida, este es un ejemplo de lo que hemos hablado anteriormente. Es un personaje muy fuerte.

Como actriz cuentas historias de una manera y como escritora lo haces de otro modo

–¿Ha sido el que, quizás, más le exigido?

–Para mí ha sido complicado crearlo porque es contradictorio, guarda muchos secretos y los guarda hasta el final. Nuno es un personaje complejo, con todo lo que ello conlleva.

–Es actriz y escritora. ¿Cuánto de vaso comunicante puede haber entre su profesión de actriz y su profesión como escritora?

–Como actriz cuentas historias de una manera y como escritora lo haces de otro modo, aunque en la escritura puedes mandar siempre que te dejan los personajes, pero creo que ambas profesiones se parecen en la forma visual de narrar. Cuando escribo visualizo en mi cabeza cada escena, de hecho, las escenas más rematadas son las que me imagino visualmente. Y una vez escrita la escena o la acción y se publica, se convierte en mil libros a la vez porque cada persona que lo lee imagina la misma escena de un modo u otro. Cada lector tiene su percepción y cada escena, situación y ambientación la vivirá de un modo diferente, aunque esa es la magia de la literatura en la que, cada cual, imagina la historia de una manera u otra.

–¿Se siente más escritora que actriz o al revés?

–Yo empecé compaginando la carrera de actriz y la de escritora, pero, después, por temas personales tuve que elegir y me decanté por la literatura que me permite una mejor conciliación familiar. Me cansé de la etapa de actriz, pero pienso volver, aunque lo que me da paz y en lo que más feliz soy es contando historias.

–Su carrera como escritora la comenzó autopublicándose. Ahora tiene la experiencia de estar en una editorial grande como Planeta. Qué prefiere, ¿autopublicarse, ir de la mano de una editorial o se pueden armonizar ambas?

–Nunca he dejado de autopublicar. Desde siempre he estado en Amazon porque, en ocasiones, me gusta ir por libre y la plataforma me da la oportunidad de llegar a todo el mundo, no solo en lo digital sino también en tapa blanda y dura. He tenido la oportunidad de publicar con Planeta y el tiempo que he estado con ellos me ha ido muy bien, pero voy a seguir publicando en Amazon porque a mí me compensa más como escritora publicar allí por la libertad que me da. Al final, debes decidir qué camino elegir y me he quedado con el camino de gozar de esa libertad. En muchas ocasiones se cree que uno autopublica porque le han rechazado en una editorial, pero no es así, porque la autopublicación es una decisión que uno adopta y lo hace porque es otro camino igual que el de publicar con una editorial grande, mediana o pequeña.

–Desde sus inicios apostó por el thriller, ¿por qué no ha experimentado con otros géneros?

–He escrito también historia de viajes en el tiempo y me apetece volver, nuevamente, a escribir este tipo de literatura, pero como lectora disfruto mucho de la intriga, del misterio, del thriller y por eso escribo thriller. El thriller cuenta historias en las que personas como tú y como yo, de la noche a la mañana se encuentran con un problema impensable al que deben hacer frente y eso les obliga a meterse en la boca del lobo para descubrir lo que pasa alrededor. A mí me gustan mucho este tipo de historias que te sorprenden y son las lecturas que más me atrapan porque son adictivas. Como escritora me gusta mucho jugar con el thriller, con el misterio, porque da mucho juego. La creación de personajes turbios que no sabes por dónde van a salir, para mí es un juego y por eso me gusta mucho escribir thriller.

–¿Cuál es el próximo trabajo en el que le vamos a leer?

–En noviembre vuelve, nuevamente, Alex Duarte, la periodista de El último verano de Silvia Blanch y lo hace con una nueva novela, Por el vacío que dejas. Estará en exclusiva en Amazon y aunque aún no es público, ya se lo avanzo a los lectores.

–Si vuelve Alex, ¿implica que está creando una serie con Alex Duarte como protagonista?

–Alex vuelve para quitarnos una espina que nos quedó en El último verano de Silvia Blanch y vuelve para despedirse. Faltaba una despedida de Álex. No soy escritora trilogías o bilogías. Aunque me cuesta mucho despedirme de los personajes, no soy partidaria de que sigan en series, trilogías o bilogías, pero en el caso de Alex Duarte creo que merecía una segunda parte en la que pudiéramos comprenderla mejor y, con una nueva trama, creo que os va gustar porque está llena de intriga. Teníamos que sacarnos la espina que se nos quedó en la El último verano de Silvia Blanch y por eso vuelve Álex para resolverlo todo.

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