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25 de abril de 2024

La antigua tumba del Cid y Doña Jimena en el monasterio burgalés de San Pedro de Cardeña

La antigua tumba del Cid y Doña Jimena en el monasterio burgalés de San Pedro de CardeñaGTRES

Héroes y tumbas: aquí yacen los grandes guerreros de España

Un viaje entre la historia y la leyenda que permite recorrer buena parte del país

En algunos casos, han pasado siglos desde que culminaron sus hazañas. Sin embargo, el recuerdo de aquellas gestas todavía no lo han conseguido borrar los nuevos planes de estudio. Los grandes soldados de España son recordados y descansan su gloria en tumbas repartidas por todo el país. Esos lugares, por su belleza, sirven de postrero homenaje.

Entre montañas y catedrales

Puede que no fuese más que una escaramuza, pero la victoria de Don Pelayo en Covadonga se convirtió con los años en relato común para impulsar el avance cristiano sobre Al-Ándalus. El protagonista de aquella batalla merecía un lugar de honor para descansar y la tradición quiso situar ese lugar junto a la Virgen que protege la tierra asturiana. Es en la Santa Cueva de Covadonga, en una pequeña grieta excavada en la montaña, donde un sobrio sepulcro dice contener los restos del Rey Pelayo, fallecido en el año 737, su mujer y su hermana.
Tumba de Don Pelayo en Covadonga

Tumba de Don Pelayo en CovadongaPCM

Si la tumba de Don Pelayo se enmarca en un espectacular paraje natural, la de nuestro próximo protagonista destaca por su contexto artístico. Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, es otra figura fundamental para entender el relato de la Reconquista. Ganó fama en vida como soldado y después como héroe literario gracias a su cantar de gesta.
Los periplos de su cuerpo tras su muerte en Valencia bien merecen otro artículo. Tras pasar años en el monasterio de San Pedro de Cardeña, el humanista Ramón Menéndez Pidal impulsó el proyecto para colocar «al que en buena hora ciñó espada» en un lugar de honor dentro de la catedral de Burgos. Así, bajo el imponente cimborrio reconstruido en el siglo XVI, en el crucero del templo, descansan desde 1921 el Cid y su esposa Doña Jimena.

Inmortal memoria

Felipe II hizo del Escorial un edificio que representase la esencia de su reinado. La sobriedad e imponencia de la piedra a los pies de la sierra madrileña servirían de panteón para los monarcas españoles. Pero el Real Monasterio acoge a otros grandes miembros de la familia real, incluidos aquellos que destacaron por su victorias militares.
Si la batalla de Lepanto fue «la más alta ocasión que vieron los siglos», en palabras de Miguel de Cervantes, el líder de la escuadra española merecía una tumba a la altura. Juan de Austria, hermanastro de Felipe II, descansa en un hermoso sepulcro blanco que muestra una imagen yacente del infante sosteniendo una espada y con un león a sus pies. Del conjunto destaca una inscripción en latín que reza: Immortalis est enim memoria illius, «Su recuerdo es inmortal».
Tumba de Juan de Austria en El Escorial

Tumba de Juan de Austria en El EscorialPatrimonio Nacional

Cobarde profanación

En el monasterio de San Jerónimo de Granada es posible encontrar una humilde lápida que señala el lugar donde descansan los restos de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, genio militar que hizo fama y gloria en tiempos de los Reyes Católicos. El merecido descanso del guerrero fue interrumpido por la barbarie napoleónica en tiempos de la Guerra de Independencia.
La losa muestra evidentes señales de haber sido destrozada. Los autores de la profanación fueron los soldados franceses, que decidieron cobrarse con un muerto las derrotas que sufrían a manos de los vivos. Tras abrir la tumba robaron los trofeos de guerra del Gran Capitán, su espada y hasta su cráneo, que aún hoy sigue desaparecido.

Marinos ilustres

En San Fernando, Cádiz, se encuentra el Panteón de Marinos Ilustres, un bello edificio neoclásico construido para albergar las tumbas de los hombres que hicieron del mar su hogar. La Virgen del Carmen, patrona de los marineros, preside el conjunto desde el altar mayor de la iglesia.
Distintos mausoleos se mezclan con monumentos conmemorativas de hazañas navales españolas, incluido el homenaje a la Marinería y Tropa. Allí descansan, entre otros: Federico Gravina, caído en la batalla de Trafalgar, o el almirante Pascual Cervera y Topete, defensor de Cuba.

Tumbas fuera de España

Muchos ilustres soldados descansan al otro lado del océano, en las tierras que algún día también fueron España. Es el caso de Hernán Cortes. El conquistador murió en Sevilla, pero, tal y como pidió, sus restos fueron enviados después a México. La creciente hispanofobia promovida por distintos políticos en Hispanoamérica ha provocado que su tumba se encuentre prácticamente escondida en la Iglesia de Jesús Nazareno en la capital mexicana.
El paradero de otros héroes es todavía más confuso. La ubicación exacta del cuerpo de Blas de Lezo no está totalmente aclarada. Sin embargo, investigaciones recientes señalan que el defensor de Cartagena de Indias podría estar precisamente allí, en el convento de Santo Domingo.
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