Woody Allen
¿Nos reiremos en el futuro de la corrección política como dice Woody Allen?
El director publica Gravedad Cero, una recopilación de relatos antiguos y nuevos en la que vuelve a no tomarse en serio aunque trate de temas «serios»
Gravedad Cero es el último libro de Woody Allen, el artista que no sabe si es más cineasta que escritor. Dice que él prefiere ser escritor porque así no tiene que salir de casa. Hace unos días el escritor (de cosas casuales, el comediante sin ínfulas de posteridad) dijo que en el futuro nos reiremos de la corrección política que amenaza con asolar el mundo.
Si él mismo dice que no hay que tomarle en serio, que todo es inventado, hasta su autobiografía, no parece haber demasiada esperanza real en la esperanza de que un día de verdad se harán chistes incorrectos sobre lo políticamente incorrecto, aunque es divertido (y da cierto alivio) pensar que pueda ser así.
Denunciado y cancelado
Allen empezó a escribir chistes y de las salas de monólogos pasó a hacer películas graciosas, riéndose de sí mismo, de sus debilidades, haciendo un baluarte artístico de su hipocondría. A Allen lo han denunciado por pedófilo, su propia esposa, lo han cancelado, lo han denigrado y dejado todos esos actores que poco antes se ofrecían gratis para trabajar con él.
Y él calló. Y poco a poco fue rompiendo el silencio con el silencio. Sin el ruido de las películas que no le dejaban hacer. Con el silencio de los libros que sí le dejaban publicar, como Gravedad Cero. Dice Allen en una entrevista que en los comienzos de su carrera no podía decir la palabra «embarazada», y que ahora nos reímos de lo «tontos y ridículos» que eran quienes se ofendían por aquello.
El humor como medicina para todo
Woody Allen tiene 86 años y ha anunciado su retirada del cine y su intención de dedicarse a escribir a partir de ahora, pero, sin embargo, pronto va a viajar a París para rodar en francés. Será su película número cincuenta, una cifra redonda para decir adiós a la europea sin remedio, que es lo que siempre se consideró: un director europeo.
Gravedad Cero es una recopilación de historias antiguas y nuevas, con las que, otra vez, vuelve a insistir en no tomarse en serio. El humor como medicina para todo, empezando por sí mismo y continuando por el resto del mundo, incluida Nueva York. Quién diría que Woody Allen puede ser, desde su confesada ausencia de posteridad, un remedio, aunque sea pequeño, para ella.
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