Woody Allen
Woody Allen se esconde en el humor en su nuevo libro, 'Gravedad cero', tras su nefasta autobiografía
El cineasta recoge en un nuevo libro recopilatorio, Zero gravity, diferentes ensayos humorísticos, algunos de ellos inéditos, con su cinismo y sarcasmo habituales llevados al extremo
Su último libro fue un auténtico terremoto editorial. El cineasta decidió exorcizar el pasado en un libro de memorias, Apropos of nothing (A propósito de nada, en un claro alegato de su nihilismo), pero no sin problemas. Después de que la editorial Hachette cancelara sus planes de publicar las memorias (último revés para el director, que venía sufriendo la cancelación debido a las acusaciones vertidas contra él), al final fue Arcada Publishing la que puso a la venta su autobiografía.
En ella, Woody Allen responde y explica algunas de las controversias que han rodeado su vida privada durante los últimos años, hablando también de las constantes acusaciones de abuso hacia las mujeres; acusaciones que llegaron, incluso, desde su hija adoptiva, Dylan Farrow.
El neoyorquino, de 86 años, siente una indiferencia total hacia la cultura contemporánea, hacia la historia, incluso hacia las bases de la civilización. Explica con desgana: «Nunca he visto un montaje de Hamlet. Ni ninguna versión de Our town. No he leído el Ulises, El Quijote, Lolita, Catch 22, 1984, nada de Virginia Woolf, nada de E.M. Forster, ni de D. H. Lawrence, las Brontë o Dickens».
Portada de la autobiografía de Woody Allen, A propósito de nada
Tras un sinfín de balbuceos y justificaciones; tras defender que no tuvo «ningún dilema moral» a la hora de acostarse con su hija adoptiva, Soon-Yi; después de decir que Mia Farrow era una desequilibrada y que tenía que haber huido de ella o que cuando se casó con su primera mujer, Harlene Rosen, que entonces era menor de edad, era «un cerdo asqueroso»... después de todo eso, solo ha podido seguir, empeñado en escribir, de una manera: abordando su única vía de escape, el humor.
'Gravedad cero': cuando todo te da igual
Irreverente, rebosante de humor absurdo y salidas inesperadas, repleto de guiños al lector y también de momentos francamente ridículos pero desternillantes (la verdad sea dicha), Gravedad cero, el nuevo libro de relatos de Woody Allen, «demuestra la utilidad de no tomarse a uno mismo demasiado en serio y la importancia de la risa como terapia de choque en tiempos convulsos». Así lo describe Alianza Editorial, que será la encargada de publicarlo en España en octubre con traducción de Eduardo Hojman y prólogo de la escritora Daphne Merkin, después del poco éxito que ha cosechado en Estados Unidos, donde Arcada Publishing ha apostado de nuevo por el neoyorquino bajo el título original Zero gravity.
Con la ciudad de Nueva York como escenario de sus enredos, ya escribe sobre caballos que pintan, autos que piensan, la vida sexual de las celebridades, los muchos inconvenientes de asistir con tu pareja a una orgía, el «humor» de Woody Allen siempre trata de ser original y transgresor, popular y sofisticado al mismo tiempo, aunque suele quedarse en lo políticamente incorrecto. Cierto es que este histriónico personaje es un agudo observador y, lo más importante: es implacablemente divertido, siempre que uno consiga trascender sus cínicas observaciones sobre el mundo.
Zero gravity, el nuevo libro de Woody Allen, es una recopilación de ensayos humorísticos
«Harto de hablar de tonterías»
Pero en ninguno de los ensayos humorísticos que componen el libro, algunos de ellos ya publicados en revistas como The New Yorker y otros inéditos, se referirá a los temas más controvertidos, ya que confiesa estar «harto de hablar de tonterías». Ya habló de Mia Farrow como una mujer manipuladora, furiosa y vengativa; ahora se niega a continuar dándole espacio ni a ella ni a su hija Dylan ni a «los chismes que se inventó» (haciendo referencia a las acusaciones de abuso cuando ella tenía tan sólo siete años), a pesar de confesar en su autobiografía que «esa situación [las acusaciones de abuso sexual] es como agua para el molino del escritor y añade un fascinante aspecto dramático a una vida que de otra manera sería bastante rutinaria».
Tampoco menciona a Ronan Farrow, su único hijo biológico, que al ser el gran destapador del caso de abuso de Harvey Weinstein (por el que ganó el Premio Pulitzer) y del consecuente movimiento 'Me Too' se pronunció en apoyo de su hermana Dylan Farrow. Sin embargo, tal y como se muestra en el documental Allen v. Farrow de HBO, Woody Allen ofreció dinero a Ronan a cambio de que le ayudara a desacreditar a su madre y a su hermana.
Según la editorial Arcade, los temas del libro incluirán muchas referencias sexuales, tanto propias como ajenas, con títulos que incluyen Buffalo Wings Woncha Come Out Tonight, When Your Hood Ornament Is Nietzsche y Growing Up in Manhattan. Son estos algunos de sus artículos más célebres, en los que explora episodios de su vida personal y de su relación con la ciudad que ama (y en la que espera morir).
Woody Allen y Mia Farrow en una imagen de 1980
Sus temas favoritos: el sexo, la muerte y la religión
«Zero Gravity implica que la escritura no debe tomarse en serio, pero, como con cualquier humor real, no todas las risas son ingrávidas», dice en el anuncio de Arcade. Woody Allen ha publicado otras cuatro colecciones de ensayos, incluyendo Getting Even, que en España se publicó bajo el título Cómo acabar de una vez por todas con la cultura (una colección de ensayos que publicó en The New Yorker entre 1966 y 1971) y Without Feathers, traducido como Sin plumas, la segunda recopilación de sus escritos satíricos en el que, partiendo de una cita de Emily Dickinson, a la que ridiculiza, comienza un alegato contra la esperanza.
En 1980 publicó otra recopilación, Side Effects, traducido como Perfiles, en el que trata de temas tan diversos como la relatividad de las cosas, la amenaza de los ovnis o las tribulaciones del hombre moderno, así como, por supuesto sus tres temas favoritos: el sexo, la muerte y la religión.
En todos sus artículos, Woody Allen hace estrafalarias reflexiones sobre los problemas que le obsesionan y que le han hecho famoso: la muerte, Dios (o su ausencia), las mujeres (o su carencia), los intelectuales, las artes y hasta los dentistas. No contento con ello, orienta al lector acerca del gran interés de los temas que inspiran los ballets, de cómo ejercer la desobediencia civil, o de cómo examinar un fenómeno psíquico.
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