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16 de mayo de 2024

Captura de un episodio con Epi y Blas

Epi y Blas

'Barrio Sésamo', el programa infantil que mostró la diversidad sin sectarismos

La reciente muerte de Lloyd Morrissett, cofundador de Sesame Street, la versión original estadounidense, devuelve a la actualidad los naturales principios del espacio televisivo

Los que de niños veían Barrio Sésamo (la versión española del original estadounidense Sesame Street) en la televisión al volver del colegio, asistieron sin saberlo, sin traumas y sin adoctrinamiento a la introducción del multiculturalismo que aún solo se avecinaba. Los Muppets de Jim Henson (los teleñecos en España), eran de todos los colores. Todas las razas estaban representadas sin orgullo, con naturalidad, con la simple expresión divertida y simple.
Los teleñecos y su universalidad occidental enseñaban a los niños conceptos elementales (tan importantes que todo el que los vio los recuerda) sobre distintos temas y materias. La idea lúdico-educativa mostrada en esencia: los números, las letras, la higiene, la educación en un amplio sentido sin imposiciones de ninguna clase, ni estrictas ni dogmáticas. Personajes no solo de todos los colores, sino de todos los tamaños y edades y formas.

Don Pimpón y Walt Whitman

Elmo, Triki, Epi y Blas, Peggy, Rosie Rodeo, la Jaca Paca (paridad suave, sin fuerza, ni cuotas), Coco, la Rana Gustavo, el conde Draco como maestros puntuales e improvisados y representativos de toda la sociedad, donde nadie se sentía excluido, también de forma natural. Nadie ha podido encontrar racismo o machismo u homofobia en sus números (tan solo hubo quejas razonables porque se consideró que el consumo exagerado de galletas que consumía Triki era poco recomendable), adelantados a su tiempo. Incluso se utilizaba el lenguaje de signos y hasta, en la versión americana, se introducían palabras en español con la idea de fomentar el aprendizaje de otros idiomas.
Richard Nixon envió una carta donde elogiaba sus contenidos. Los argumentos que encerraban profundidades que parecen imposibles hoy en día: la amistad entre Epi y Blas, remedo de la amistad real de sus creadores e intérpretes, de caracteres opuestos, Frank Oz y Jim Henson. Dicen que el Don Pimpón español, otro personaje diverso que no se sabe con seguridad y sin problemas qué era, estaba inspirado en la figura del poeta Walt Whitman.

'No se coman los cuadros'

Detalles asombrosos para los tiempos actuales, como que Darth Vader (el actor James Earl Jones) saliese en un episodio recitando el abecedario. Y sobre todo el mundo reflejado en toda su variedad esencial y social: Linda, la bibliotecaria sorda; Hiroshi, el artista conceptual; el tendero; la cartera; la cantante; los dependientes de los establecimientos; Savion, el joven que enseñó a bailar claqué a Elmo y sus interpretaciones paralelas en español como Chema el panadero y Julián el quiosquero.
Más de medio siglo y cinco mil episodios de diversidad no obligatoria, moderna, con multitud de apariciones estelares y momentos especiales como en No se coman los cuadros, de 1983, el capítulo que transcurría en una delirante y divertidísima visita de todos los personajes al Museo Metropolitano de Nueva York, donde a Triki tenían que pararle para que no se comiese un bodegón y se emocionaba y cantaba de forma maravillosa ante la belleza alargada de una mujer de Modigliani.
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