Cinco poemas cortos de W.H. Auden, el poeta que se casó con la hija de Thomas Mann para salvarla de los nazis
Se cumple medio siglo de la muerte del considerado, junto a T.S Eliot y W.B. Yeats, el lírico británico más importante del siglo XX
Cinco poemas cortos de w.h. auden:
- PARAD LOS RELOJES
Parad los relojes y desconectad el teléfono,
dadle un hueso jugoso al perro para que no ladre,
haced callar a los pianos, tocad tambores con sordina,
sacad el ataúd y llamad a las plañideras.
Que los aviones den vueltas en señal de luto
y escriban en el cielo el mensaje «Él ha muerto»,
ponedles crespones en el cuello a las palomas callejeras,
que los agentes de tráfico lleven guantes negros de
algodón.
Él era mi norte y mi sur, mi este y mi oeste,
mi semana de trabajo y mi descanso dominical,
mi día y mi noche, mi charla y mi música.
Pensé que el amor era eterno; estaba equivocado.
Ya no hacen falta estrellas: quitadlas todas,
guardad la luna y desmontad el sol,
tirad el mar por el desagüe y podad los bosques,
porque ahora ya nada puede tener utilidad. - CANCIÓN DE OTOÑO
Ahora las hojas caen aprisa,
Las flores de la nana no durarán,
Las nanas han ido a sus tumbas,
Pero los cochecitos de niño siguen rodando.
Susurrantes vecinos a izquierda y derecha
Nos apartan de nuestro verdadero deleite,
Manos hábiles se ven obligadas a congelarse
Abandonadas sobre rodillas solitarias.
A poca distancia de nosotros, en nuestro mismo camino,
Muertos a centenares gritan “¡ay de mí!
Con los brazos rígidamente alzados para protestar
En falsas actitudes de amor.
Desarrapados a través del saqueado bosque,
Los trolls corren rezongando por su comida,
El búho y el ruiseñor están mudos,
Y el ángel no vendrá.
Clara, inescalable, al frente
Se alza la Montaña de En Lugar De,
De cuyos fríos arroyos en cascada
Nadie puede beber más que en sueños. - EL NOVELISTA
Vestido de talento como de un uniforme,
es bien sabido el lugar de un poeta;
puede asombrarnos como una tormenta,
o morir joven, o vivir solo muchos años,
o ir hacia adelante como un húsar.
Pero él debe salir de su don infantil
y aprender cómo ser sencillo y desgarbado,
cómo ser uno al que nadie pensaría en recurrir.
Pues, para lograr su más ínfimo deseo,
debe ser el todo del tedio, sujetarse
a quejas vulgares como el amor, ser Justo
entre los justos, puerco entre los puercos
también, y en su propia persona, si es que puede,
acumular con celo los errores del hombre. - EL COMPOSITOR
Los otros traducen: el pintor dibuja
un mundo visible que amar o rechazar;
escarbando su vida, el poeta saca
las imágenes que hieren y conectan,
moldeando con dolor, a la vida y al arte,
confiando que nosotros cubriremos la grieta.
Sólo tus notas son puro artefacto,
sólo tu canción es un don absoluto.
Derrama tu presencia, delicia desbordada,
por las cascadas de las piernas y los vertederos de
la espalda,
que invade nuestro clima de duda y de silencio;
sólo tú, tú sola, canción imaginaria,
eres incapaz de decir que una existencia ha errado,
y viertes, como un vino, tu perdón. - OTRO TIEMPO
Para nosotros como cualquier otro fugitivo,
como las innumerables flores que no pueden enumerar
y todas las bestias que no necesitan recordar,
es hoy donde vivimos.
Muchos intentan decir Ahora No,
muchos han olvidado cómo
decir Yo Soy, y se
perderían, si pudieran, en la historia.
Se inclinan, por ejemplo, con esa elegancia del viejo mundo,
ante una bandera adecuada en un lugar como es debido;
mascullan cual ancianos mientras suben renqueando
sobre lo Mío y lo Suyo y lo Nuestro y lo de Ellos.
Como si el tiempo fuera lo que solían desear
cuando aún estaba dotado de posesión,
como si anduvieran errados
al no desear seguir formando parte.
No es de extrañar, pues, que tantos mueran de pena,
que tantos estén tan solos al morir;
nadie ha creído aún ni apreciado una mentira:
Otro tiempo tiene otras vidas que vivir.