Siempre la radio
La radio ha sido y será siempre una compañera fiel que ilumina cada rincón de nuestra existencia, ella nos informa, nos acompaña, despierta nuestra imaginación y nos permite crear nuestras propias imágenes
La radio es ese puente invisible que conecta almas a través del éter, un arte que transforma la información en compañía, en música, en vida.
Desde mis primeros pasos en la radio, cuando aún era muy joven, descubrí un universo donde las voces tejían historias y los sonidos pintaban emociones.

Recuerdo cuando Juan Manuel Soriano y Jorge Arandes me abrieron las puertas de RNE en Barcelona. Mi primer trabajo allí fue llevarle los discos a Luis del Olmo en su programa «Protagonistas nosotros». Cada día, al entrar en el estudio, sentía que me sumergía en un mar de palabras y melodías, donde cada encuentro era una nueva aventura por descubrir.
Al poco tiempo me encargaron labores de producción en el mismo espacio junto a dos grandes profesionales, el productor Hilario López Millán y el guionista Antonio Rúa.
El trabajo de productora me ha permitido conocer en primera persona a diversos personajes, grandes referentes de la música, el cine, la política, la ciencia, el deporte, la literatura, etc. Disfruté tanto de mi oficio que nunca lo consideré una obligación, era, sobre todo, devoción. Yo iba a la radio a divertirme, a pasármelo bien y, lo más importante, a aprender. Creo, modestamente, que no hay universidad en el mundo que pueda diseñar un máster en comunicación como el que yo realicé en RTVE.
Con los años, la radio se convirtió en mi refugio, un lugar donde las voces de grandes profesionales como Luis del Olmo, Constantino Romero, Luis Arribas Castro, Mercedes Milá, Javier Sardá, Beatriz Pécker, Jesús Hermida, Julio César Iglesias, Pedro Piqueras, Nieves Herrero, Fernando Argenta, se entrelazaban con la mía creando un mosaico de experiencias inolvidables. Yo busqué y encontré en la radio una forma de vida.
La radio ha sido y será siempre una compañera fiel que ilumina cada rincón de nuestra existencia, ella nos informa, nos acompaña, despierta nuestra imaginación y nos permite crear nuestras propias imágenes. Es un arte que trasciende lo visual, porque es en el sonido donde encontramos la verdadera esencia de las historias. La radio ha sido y será un pilar insustituible en el mundo de la comunicación.
A veces, como profesional del medio, tengo que confesar que echo de menos esa radio de antaño, que con su romanticismo y arte nos envolvía en un mundo mágico donde la imaginación era libre. Hoy, la radio se siente atrapada por la política, y pierde parte de su magia, pero su esencia perdura y siempre habrá un espacio para esa radio libre y auténtica que nos invita a soñar.
- Pepa Chacón es periodista