Jiménez Fortes pierde la puerta grande por la espada
También Morenito de Aranda cuaja una buena faena, con toros deslucidos de Araúz de Riobles
Saul Jiménez Fortes, ante el primer toro de su lote, de nombre 'Gimotero' y 575 kilos
Vuelven a la Feria el calor y los abanicos. En un cartel sin primeras figuras pero con diestros que tienen cartel en Las Ventas, acuden casi diecisiete mil espectadores. También hay expectación por ver los toros de Araúz de Robles, de Sierra Morena, que se salen del habitual encaste Domecq, proceden de Gamero Cívico.
El juego de los toros es desigual: en general, complicados; manejables, segundo y quinto. Jiménez Fortes da una gran tarde: tenía cortada la oreja en sus dos toros pero pincha. También logra una faena notable Morenito de Aranda y también pincha. Adrián de Torres se lleva el lote más deslucido.
Morenito de Aranda, que cumple ahora veinte años como matador, es un fino artista castellano (no solo los andaluces lo son). Su carrera se vio frenada por algún percance grave. Ya sabe lo que es abrir la Puerta Grande de Las Ventas. Va a matar pronto seis toros en Vic-Fezensac.
Morenito de Aranda, con el primero de la tarde
El primero es de color barroso: cercano al barro, marrón rojizo, frecuente en esta ganadería. (También lo es el quinto). Embiste sin celo al capote de Morenito; acude igual al caballo, sale manseando. En el primer muletazo, el animal pega un derrote violento y sale volando el engaño; embiste sin clase y sin codicia. Dándole distancia, con toques fuertes, logra sacarle algunos derechazos aceptables: no permite mucho más. Hace años, lo hubieran macheteado, sin más. No lo pone fácil para entrar a matar pero el diestro tampoco acierta: logra un espadazo a la tercera, tarda en doblar y suenan dos avisos.
El cuarto, bien armado, sale muy suelto. Morenito lo sujeta con verónicas muy toreras. Pica bien Héctor Piña, aunque el toro no es franco. Como siempre, luce sus facultades Iván García, en dos grandes pares de banderillas, con un toro que aprieta mucho. Brinda Morenito al público. Dándole distancia, traga mucho en muletazos con mérito y emoción porque el toro embiste con fiereza. A la salida de un natural, lo empuja con un pitonazo y hace por él en el suelo, en momentos dramáticos. Una faena –decían antes– a toma y daca. Todavía le saca algunos naturales clásicos y unos trincherazos excelentes. El segundo triunfo se esfuma por la espada.
Morenito de Aranda, durante el percance sufrido esta tarde en Las Ventas
Ese cuarto toro de la tarde pesaba 601 kilos
Pese a todo, Morenito de Aranda le sacó después buenos naturales
Vuelve a Las Ventas, después de cuatro años –y siete, a la Feria de San Isidro–, Jiménez Fortes. Es hijo de torero y torera, un caso anecdótico único. Estuvo en las Ferias pero sufrió demasiados percances graves y pasó a torear poco. Últimamente, ha dado alguna tarde gloriosa en Málaga, su tierra. Yendo hacia la Plaza, me pregunto cuál es su estado actual.
Lancea suave Fortes al segundo, bien picado por Francisco de Borja. Trastea con firmeza y estética solemne al toro, ayudándole a sacar el fondo de nobleza. Con su estilo vertical, aguantando mucho, logra muletazos lentos, con la mano muy baja, que tiene gran eco en los tendidos. Pierde el trofeo por la espada pero saluda una ovación.
Recibe con tres lances al quinto, que luce buenas velas y sale encampanado. Lo pican muy trasero, mal. Las banderillas quedan en escalera. Brinda al público. Desde el comienzo, se coloca muy de frente: muletea con firmeza y torería, liga excelentes naturales, que levantan un clamor. Cuando el toro se para, se la juega de verdad, muy en corto. Vuelve a pinchar, antes de una estocada en dos tiempos, atravesada, y vuelve a perder la oreja.
Más claro parece –pero no más fácil– el caso del jiennense Adrián de Torres: lo suyo es la entrega absoluta, aunque torea muy poco. Es una combinación muy arriesgada. El año pasado tuvo un éxito grande en Madrid, en agosto, y creo que fue su única corrida del año…
El tercero es muy distraído, no tiene fijeza, huye, hace hilo en banderillas. En el brindis, recuerda Adrián de Torres a los taurinos colombianos. Se dobla bien con el toro, que viene andando, protesta, queda muy corto, pega tornillazos, raja la muleta. La entrega y la firmeza de Adrián tienen muy poco fruto. Acaba el toro rajándose a tablas. Tarda en matar (ahí se advierte que torea poco).
Se lesiona el sexto en los lances de recibo. El sobrero, de Castillejo de Huebra, de encaste Murube, pronto flojea y mansea, echa la cara arriba en el caballo. Los estatuarios iniciales indican valor pero no sirven para lo que el toro necesita, sujetarlo. El animal dice muy poco, el público no entra en la faena, a pesar de que Adrián corre bien la mano en algunos muletazos. Vuelve a matar mal. Ha tenido el peor lote.
Jiménez Fortes, con la muleta este miércoles en Las Ventas
La tarde ha sido mejor de lo que temíamos: no ha habido percances y hemos visto tres faenas notables. Ha demostrado Morenito de Aranda que ya no es sólo un estilista sino un lidiador poderoso: tenía cortada la oreja en su segundo. Ha sorprendido a todos Jiménez Fortes con su gran actuación, quizá la más completa de toda su carrera, en Las Ventas. Repito la frase, con una variante: con un lote manejable, tenía cortada la oreja en cada uno de sus enemigos pero, lamentablemente, ha pinchado y no con buen estilo.
Los dos han toreado bien y han matado muy mal. Pero, sin espada, no puede haber triunfo auténtico. Tienen que remediarlo. Eso sí, Fortes es ya claro candidato a cualquier sustitución que pueda surgir. En los dos casos, he disfrutado con su madura torería.
POSTDATA: Acaba de fallecer Mariano Ozores, de ilustre familia de artistas, creador de un cine popularísimo, que forma parte ya de la historia de España. Pocos recuerdan que en 1965 estrenó un documental, Historias de la Fiesta, que incluye desde los orígenes hasta ese momento. En el guion participó Manuel Lozano Sevilla, taquígrafo de Franco y comentarista de Televisión Española, donde Jaime Ostos le dedicó un sonado brindis. La película ofrece imágenes de Belmonte, Manolete y Arruza, Luis Miguel y Ordóñez, Ostos y Palomo… Alguien que se dirige al pueblo español, es lógico que tenga también en cuenta la Tauromaquia, aunque algún político no se entere.