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El escritor William Gibson

El escritor William GibsonWikimedia Commons

William Gibson, el escritor que ideó el ciberespacio antes de la era de internet

Gibson escribió Neuromante en 1984, antes de que se desarrollara internet

La ciencia se apoya en la ciencia ficción. Los escritores de este género, acostumbrados a pensar en el futuro, muchas veces se adelantan o inspiran avances tecnológicos que, con el tiempo, acaban convirtiéndose en objetos que utiliza todo el mundo en su día a día.

Un buen ejemplo es el teléfono móvil con tapa, aquellos que se dividían con una especie de bisagra de plástico. La pantalla quedaba arriba y el teclado, abajo. Es conocido que este invento se inspiró en uno de los artefactos de la serie Star Trek, de los años 60, sin ir más lejos.

Uno de los pilares del mundo actual es internet. El ciberespacio es como una segunda vida en la que las personas se comunican, trabajan, juegan… Es difícil concebir una día actual sin esta herramienta.

Pero también era difícil imaginarlo antes de que existiera. No obstante, para eso está la ciencia ficción, para imaginar. El autor William Gibson escribió Neuromante en 1984. Fue el responsable de acuñar el término «ciberespacio» como una red de ordenadores interconectados.

El hombre que predijo internet

Antes de que internet fuera algo generalizado, antes incluso de tener un ordenador, William Gibson escribió sobre el ciberespacio. Perfiló, desde su máquina de escribir, un futuro en el que el mundo estaría interconectado en un ambiente digital, poblado por inteligencias artificiales, hackers y grandes compañías tecnológicas.

Cubierta de Neuromante

Cubierta de NeuromanteMinotauro

Con su sola imaginación ideó una cultura digital en la que hoy en día nos movemos como peces en el agua y conceptos que manejamos cada día, como la realidad virtual, implantes cibernéticos o la contraposición de tecnología y humanidad.

Su obra cumbre, Neuromante, tuvo un gran impacto en la literatura de ciencia ficción del momento. Fue la primera novela en ganar los tres premios más prestigiosos del género: el Nébula, el Hugo y el Philip K. Dick.

No obstante, el legado que dejó este libro traspasó sus propios límites e influyó en, por ejemplo, el campo de la tecnología y el del cine. Es difícil imaginar la estética visual y la temática de Matrix sin Neuromante.

El «ciberespacio» de Gibson no era una descripción técnica, sino una metáfora. En el libro lo define como «una alucinación consensual experimentada diariamente por miles de millones de operadores legítimos... Una representación gráfica de datos extraídos de todos los ordenadores del sistema humano».

Es decir, perfeccionó una visión poética del mundo digital casi como un espacio real en el que puede habitar la mente.

De tan novedoso, el concepto acabó echando raíces entre los ingenieros y diseñadores que pensaron el desarrollo de internet. Neuromante se erigió, así, en un libro de ciencia ficción pionero que acabó siendo casi un manual de instrucciones para leer el futuro.

Gibson oscureció la ciencia ficción y concibió la tecnología como algo que ata. A cambio, nos ofreció, impreso, el futuro.

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