Dos encastados novillos de Fuente Ymbro
Casi veinte mil espectadores en la novillada de la Feria de Otoño
El peruano Pedro Luis, con el último novillo de la tarde, castaño, de 502 kilos y de nombre Taranto
Comienza este fin de semana último de esta Feria de Otoño, que va a ser un hito histórico, con una novillada picada; en vísperas de la Hispanidad, un cartel hispanoamericano: un mejicano, un aragonés y un peruano. Los tres, ya conocidos, con cierto crédito: fueron los finalistas del certamen «Cénate Las Ventas». El ambiente taurino, en Las Ventas, es ya extraordinario. En una tarde plomiza, la entrada es muy buena, casi veinte mil espectadores: el público hace pronósticos sobre lo que sucederá el domingo…
Los novillos de Fuente Ymbro suelen dar en esta Plaza muy buen juego. Los de esta tarde, finos, muy parejos, bien hechos, con casta, dan juego desigual: deslucidos, los cuatro primeros; bravos, los dos últimos. Con estas reses, los tres jóvenes diestros muestran voluntad y buenas maneras pero no logran redondear el triunfo, por falta de mando.
El mejicano Bruno Aloi reaparece esta tarde, después del gravísimo percance que sufrió en El Álamo: dos cornadas, de 30 y 20 centímetros, y afectada la safena. El gesto merece aplausos pero no sé si Las Ventas, con su exigencia, es la Plaza más adecuada para volver, después de un percance tan grave.
El primero, que se cierne en el capote, cumple en el caballo pero lo pican muy trasero y mucho, renquea de atrás, cae varias veces. no cabe lucimiento. Acierta con la estocada.
También tiene querencia a chiqueros el cuarto, sale huyendo del caballo, recibe un tercer puyazo en el lugar donde quería ir; se mueve pero desordenado, pega arreones. Aloi le planta cara con decisión pero no logra resolver los problemas, pasa momentos de apuro; al final del largo trasteo, el novillo lo voltea. Aunque mata a la primera, ha sonado el aviso.
Bruno Aloi, con el cuarto novillo del festejo
Aloi, volteado por ese mismo novillo
Hemos visto ya varias veces –y, todas, bastante bien– a El Mene. Más que aragonés, parece cordobés, por su imagen invariablemente seria, amanoletada, y su peinado, que recuerda los de hace décadas.
Recibe al segundo con lances, cargando la suerte. El novillo mansea, no quiere caballo, la lidia es premiosa. En estos casos, hay que mover al caballo hacia los terrenos de sol, resolver antes la papeleta. Conclusión: aunque se consume mucho tiempo, apenas lo pican. A la muleta, el novillo sí que va, con cierta casta, sin entregarse del todo. El largo trasteo de El Mene, vertical, muy quieto, no acaba de cuajar. Mata con decisión, dando un toque fuerte con la mano izquierda y volcándose sobre el morrillo: saluda una ovación.
El quinto va de largo al caballo y derriba, se mueve pero también sale suelto. El Mene comienza con estatuarios y unas lucidas trincherillas. El novillo es encastado, acude pronto, repite. El trasteo tiene momentos lucidos pero es desigual, con más aguante que mando; por eso, va a menos, aunque añada al final unas manoletinas. Mata de dos pinchazos y dos descabellos: saluda y se ovaciona al bravo novillo.
El Mene, este viernes en Las Ventas, con el segundo de su lote
El peruano Pedro Luis vive en Toledo, en la finca de Morenito de Aranda. El tercero sale manseando, con querencia a chiqueros, pega cabezazos en el caballo, sale rebotado. De nuevo, la lidia se hace eterna. Dándole distancia, el toro acude a la muleta pero embiste irregular. Pedro Luis aguanta con valor y buenas maneras pero el novillo requiere mucho dominio. Suena el aviso antes de entrar a matar, logra una buena estocada pero el toro tarda en caer y suena el segundo aviso.
El último novillo, castaño, de 502 kilos, se llama Taranto, como el palo flamenco de Almería. Recuerdo que Los Tarantos fue una muy interesante película española, dirigida por Rovira Beleta, a partir de la obra teatral de Alfredo Mañas, que trasladaba al mundo gitano la trágica historia de Romeo y Julieta. Las actuaciones de Carmen Amaya y Antonio Gades la ha convertido en un precioso documento histórico sobre el baile español.
Ya es de noche cerrada cuando Pedro Luis acude a porta gayola a recibir a Taranto y enlaza con chicuelinas, dejándolo pasar, en vez de fijarlo, como necesitaba. El novillo derriba en la primera vara y acude al caballo con alegría; la segunda vez, recibe un buen puyazo de Manuel Sayago. Nos asusta Aloi con un ajustado quite de frente por detrás. Este novillo tiene casta brava de verdad. Comienza Pedro Luis por estatuarios. Taranto acude pronto, se come la muleta y repite. El valeroso trasteo tiene emoción pero es irregular: la casta del toro requería un mayor mando. También recurre a las manoletinas, que no añaden nada. Mata de pinchazo y media estocada. Al colocarse el diestro para descabellar, el bravo toro lo levanta del suelo, con un pitonazo en la nalga, antes de doblar: hasta la muerte ha sido bravo. Se despide con aplausos a toro y torero.
El resumen de la tarde es claro: los novillos de Fuente Ymbro, bien presentados, han sido encastados (lo que tantas veces echamos de menos). Los cuatro primeros, han sacado las dificultades de los que salen sueltos y mansean; los dos últimos, las dificultades de los que salen bravos. No se sabe cuáles resultan más complicados… Sobre todo, para novilleros, que no tienen gran experiencia. Pero esa casta –mansa y brava, las dos– hubiera creado problemas también a unos cuantos matadores de toros…
Con novilleros, no me gusta extremar la exigencia pero debo repetir dos cosas. La primera, que las faenas deben tener medida. Aunque los diestros hayan estado bastante acertados con la espada, esta tarde han sonado cinco avisos. En varios novillos, la lidia se ha hecho larga, premiosa, interminable, sin ritmo. La segunda, que, antes de querer dar pases lucidos hay que dominar al toro. Lo decía la norma clásica: «O mandas tú, o manda el toro».
Los novilleros de esta tarde han mostrado sus limitaciones, en los dos aspectos. Lo malo es que ése es también el signo de algunas figuras actuales. Muchas tardes, el toro que sale es tan suave, tan blando, tan obediente, que parece que casi no hace falta dominarlo (siempre hace falta, en todo caso). Cuando los animales sacan la casta que han tenido los de Fuente Ymbro, la necesidad de dominio es evidente, absoluta: sin ella, el diestro está a merced del toro, por mucha estética que posea. Ésa es la verdad del toreo.
Postdata
Sorpresa para todos, en el Congreso de los Diputados. La representante del PSOE habló con la habitual ambigüedad de su partido, en este tema: «sí… pero no… pero sí… pero no…» Después de eso, la abstención de los socialistas decidió que no se tomara en consideración la Iniciativa Legislativa Popular, que quería retirar a la Tauromaquia su protección legal. En realidad, era el prólogo para lo que realmente quieren: suprimir de un plumazo la Fiesta de los toros. Después de eso, se imponen dos preguntas.
1/ ¿Por qué actuó así el PSOE? Nadie lo sabe pero es fácil imaginarlo. No se trata de ninguna convicción, de ningún criterio, sino de puro cálculo electoral: si hubiera facilitado la abolición de la Tauromaquia, ¿con qué cara se presentaría la candidata socialista andaluza, por ejemplo, en las próximas elecciones autonómicas, después de haber negado la pasión y el medio de vida de muchísimos andaluces? Y luego sucedería lo mismo en Extremadura, Valencia, Castilla y León, Castilla la Mancha, Madrid… Puede explicarse más brevemente, desde el punto de vista del PSOE: «Con todo lo que ahora mismo tenemos, ¿para qué añadir un motivo más de indignar a una parte de nuestro electorado?»
2/ ¿Qué va a pasar, a partir de ahora, con este tema? La decisión del PSOE de no apoyar la iniciativa antitaurina supuso la desautorización pública y total del Ministro de Cultura. ¿Qué hará Urtasun? No se les ocurra que vaya a dimitir, por muy grande que haya sido el papelón que le ha tocado: dimitir, ¡jamás! Al revés: presentará directamente en el Parlamento una moción para lograr la derogación de la Ley que protege la Tauromaquia. En ese caso, de nuevo, la decisión volverá a ser del PSOE y lo lógico, lo esperable, sería que el PSOE fuera fiel a sí mismo… pero, con este PSOE actual es imposible saber qué opina de nada, salvo mantenerse en el poder. Urtasun confiará en que, esa vez, quizá decida Pedro Sánchez qué le conviene más en ese momento, y ordenar a sus diputados que voten lo contrario de lo que antes votaron. No sería la primera vez que ha cambiado de criterio… En esas manos estamos.
FICHA
- Madrid. Plaza de Toros de Las Ventas. Feria de Otoño. Viernes 10 de octubre. 19.916 espectadores.
- Novillos de Fuente Ymbro, bien presentados, con casta: de juego deslucido, los cuatro primeros; bravos, los dos últimos.
- BRUNO ALOI, de grana y oro, estocada (silencio). En el cuarto, buena estocada (aviso, silencio).
- EL MENE, de tabaco y oro, buena estocada (aviso, saludos). En el quinto, dos pinchazos y dos descabellos (saludos).
- PEDRO LUIS, de azul marino y oro, buena estocada (dos avisos, silencio). En el sexto, dos pinchazos (aviso, palmas de despedida).