La exposición Más allá del horizonte de Giovanni Anselmo en el Museo Guggenheim Bilbao.
El Guggenheim ofrece una retrospectiva de Giovanni Anselmo en conversación con «lo real»
Según Gloria Moure, comisaria de la muestra, Giovanni Anselmo es «un poeta que te hace sentir y que te habla de lo real, sin florituras, ni excesos, ni exhibicionismos; era la antifrivolidad»
El Museo Guggenheim Bilbao ofrece hasta el próximo mes de mayo una exposición retrospectiva de Giovanni Anselmo, referente del arte povera, surgido en Italia a finales de 1960, y cuya obra representa «una magnífica estética de lo sobrio, de lo esencial: hace pensar».
Así lo ha expuesto la comisaria de la exposición, Gloria Moure, en la presentación, en la que el propio artista colaboró activamente hasta su fallecimiento el pasado mes de diciembre. Bajo el título Más allá del horizonte, la exposición muestra 40 obras con «objetos cotidianos, bien resueltos, pero no manipulados; manifiesta la realidad natural», ha explicado Moure.
El director del museo Guggenheim de Bilbao, Juan Ignacio Vidarte, junto a la comisaría, Gloria Moure, en la presentación de la exposición Más allá del horizonte
La obra del escultor nacido en Borgofranco d'Ivrea (Turín) puede parecer en principio «dura» por el uso de materiales como la piedra, pero «se trata de un poeta que te hace sentir y que te habla de lo real, sin florituras, ni excesos, ni exhibicionismos; era la antifrivolidad», ha destacado la comisaria. El director del museo, Juan Ignacio Vidarte, también presente en el acto informativo, ha remarcado que esta exposición se ha convertido en un homenaje al legado del artista tras su muerte el pasado diciembre.
Amplió las fronteras del arte
Anselmo comenzó su carrera artística con la práctica del dibujo y la pintura al óleo, sin embargo, a partir de 1965 abandonó ambas técnicas tras vivir una experiencia impactante a nivel personal . El 16 de agosto de 1965, en su ascensión al volcán Estrómboli, Giovanni Anselmo se dio cuenta de cómo su sombra se había desvanecido al proyectarse en el aire al amanecer. Esta experiencia afectó profundamente al artista, que a partir de entonces buscaría el modo de dedicar su obra a la indagación acerca de la energía.
Desde ese momento renunció a la idea de la representación y abogó por la presentación de la realidad a través de los materiales y las acciones. Trabajó bajo la premisa, en contradicción del pensamiento tradicional, de que la idea de la contemplación de una obra debe sustituirse por la experiencia. El artista italiano reinventó en su trabajo el espacio, el tiempo, la orientación, los campos magnéticos o las fuerzas gravitacionales.
La obra Mientras hacia ultramar el color levanta la piedra (1995-2023)
El Museo Guggenheim de Bilbao ha conformado la muestra más grande dedicada a este artista hasta ahora con 40 obras distribuidas en dibujos, esculturas, fotografías, proyecciones y obras de ubicación específica, como Mientras hacia ultramar el color levanta la piedra (1995-2023), realizada con piedra caliza en base al espacio de la galería del museo donde se ha ubicado.
Otra pieza llamativa de la exposición es Sin título (estructura que come) de 1968, que en su ámbito formal muestra la caída de un bloque de granito debido a la descomposición de una lechuga. El motivo real de esta obra es captar «una de las formas de transformación de la energía natural a la vez que revela la fuerza de la gravedad y alude al paso del tiempo», según Moura.
También se exponen obras relacionadas con la orientación como las obras tituladas Direcciones. En 1967-1968 una de estas consistió en un paño extendido en el suelo y humedecido para que se adhiriera al piso, sobre el que luego intervenía el artista deslizando un recipiente de vidrio, dentro del cual estaba colocada la aguja magnética, en dirección norte-sur, tal como señalaba la propia aguja. La mano del Anselmo consistía en que se formara una suerte de estela que la energía de los campos magnéticos, al continuar orientando la aguja, mantenía viva.
Dirección' (1967-68) de Giovanni Anselmo
La retrospectiva también incluye proyecciones de palabras como 'detalle', 'todo', 'visible' o 'infinito' sobre paredes, suelo, techo o las propias figuras de los visitantes a través de unos haces de luz que «solo cobran sentido cuando se encuentran con un cuerpo material». La comisaria ha asegurado que cuando murió Anselmo la exposición y su configuración «ya estaban cerradas» y que tras su fallecimiento «no se ha cambiado nada».
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