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26 de abril de 2024

Portada de «Cuadernos íntimos» de Maurice Blondel

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'Cuadernos íntimos': una recuperación necesaria de Maurice Blondel

Leer a Blondel es sumergirse en un pensamiento que es alimento y acicate potente para la fe

Acaba de aparecer traducido por primera vez al español el primero de los dos volúmenes de los Cuadernos íntimos del gran filósofo católico Maurice Blondel. Tiene unas convergencias marcadas con las Confesiones de san Agustín y con los Pensamientos de Pascal. Son «cuadernos filosóficos.» Y la intención de Blondel es «perseverar en este carácter filosófico». Dios es también su centro. Todo el cuerpo vital de sus años recogidos en el libro (1883-1894) cobra la forma de confesión, testimonio y defensa de la fe.
En efecto, la obra toda de Blondel busca ser una auténtica apología filosófica de la fe cristiana desde la constituida por él, filosofía de la acción; una filosofías del ser, realista, que él llamó «filosofía integral», apta para la fe. Insistimos, una defensa de la fe desde la razón filosófica «simpliciter»; sin confundir ambos campos epistemológicos, el filosófico y el teológico. Una razón filosófica crónicamente insuficiente que busca inexorablemente ser salvada y que se hace concreta en la carne de cada historia personal.
Para Blondel la salvación y el salvador es una persona, Cristo. La fe, correlato de la revelación de Dios es , nos dice, «la comprobación, la culminación y la prueba de la razón». Blondel se adelanta un siglo a la Encíclica Fides et ratio (1998): «La razón,[ filosófica] en el culmen de su búsqueda admite como necesario lo que la fe le presenta» (n.42). Estamos ante un filosofo ( y teólogo) de primera, a la altura, al menos, de un Newman, Bergson o Zubiri. Todos ellos, a su vez, impregnados de la fe en Cristo.
Portada de «Cuadernos íntimos» de Maurice Blondel

sígueme / 448 págs.

Cuadernos íntimos (1883-1894)

Maurice Blondel

Las palabras del Papa Juan Pablo II en el centenario su obra La Acción resumen elocuentemente su papel en la Iglesia: «Gran maestro», «ejemplo» para la filosofía y teología, «pensador valiente», «creyente y filósofo que de la intimidad con el Maestro [Cristo] tomó su deseo de verdad». Su influjo en el Concilio vaticano II es indiscutible y es ya un lugar común su magisterio en la teología fundamental y su método de inmanencia. ¿Hay que recordar que está ya abierto su proceso de canonización? Leer a Blondel es sumergirse en un pensamiento que es alimento y acicate potente para la fe, y una filosofía fuerte –bajo el manto de un aparente diario– para tiempos de asfixiante y desolador nihilismo.
Los Cuadernos íntimos recogen en embrión lo que será el desarrollo ulterior de toda su obra. Porque en Blondel no hay etapas cualitativamente distintas, sino fases de desarrollo que se fundan en el mismo fulcro; un cuadro filosófico que se diseña desde un mismo punto de fuga: la forma Christi.
Da qué pensar el que la mitad de la obra de Blondel aún esté sin traducir al castellano. No pocos vemos en ello un signo elocuente de secularización interna en la Universidad católica en España. Quien escribe esto, doctor en Filosofía y especialista en el autor, le cabe el honor, al menos, de haber animado y convencido a su traductor Mariano Ballano, monje cisterciense de la Abadía de Vía Celis en Cóbreces, Cantabria, para esta empresa que dio como resultado una magnífica versión. Por su parte, la prestigiosa editorial Sígueme de Salamanca ha acertado con su diseño y calidad de edición y creemos que también en sus abundantes frutos. Un proyecto editorial que debe continuar.
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