Algo más que dos grandes lecciones de gran cine

Hay editores que son auténticos héroes del universo de John Ford. Esta vez, los cowboys de Notorious Ediciones nos presentan una propuesta tan audaz como arriesgada. Con la que vamos a descubrir o recordar Casablanca y 2001: una odisea del espacio, dos obras maestras del cine.

Y lo vamos a hacer de una forma tan original como inusual: en papel y con dos coloquios magistrales de aquel legendario programa Qué grande es le cine, que allá por 1995 presentaba don José Luis Garci, nuestro director oscarizado e infatigable divulgador cultural en compañía de amigos y críticos.

Casablanca dirigida por Michael Curtiz y estrenada en 1942 es la emoción pura; la tragedia romántica en tiempos de guerra. Alimento para el espíritu y para el corazón.

2001: una odisea del espacio dirigida por Stanley Kubrick y estrenada en 1968, produce el mismo efecto nutriente para la mente, con una propuesta intelectual sobre el hombre frente al universo.

Espero que usted esté en desacuerdo conmigo a partir de este momento; de ahí la finalidad de este libro, y la necesidad de su lectura serena que abre la posibilidad de la contraargumentación.

En Casablanca, el personaje protagónico de Ricks, interpretado por Humphrey Bogart, es una suerte de Prometeo que trató de robar el fuego del amor a los dioses del Olimpo, y recibió el castigo de serle negado el amor, allí donde la amada es nada menos que Ingrid Bergman.

En mi opinión, Casablanca es la historia de una mutación que transforma al cínico en héroe.

Películas románticas ambientas en la Segunda Guerra Mundial deben contarse por miles. Lo que hace inolvidable a Casablanca es su final. El individualista envenenado de cinismo, que contempla la guerra desde la distancia y el negocio, se transforma en un nuevo luchador por la causa de la libertad frente al totalitarismo.

Si el mayor gesto de amor posible es tener que dejar marchar al ser amado por su bien, también es el gesto más doloroso. Este es el destino de Ricks.

Sobre este peliculón podría escribir páginas y páginas, pero le dejo a usted en mejores manos con las opiniones de gente más inteligente que yo. Quizás solo añadir la recomendación de Antonio Giménez-Rico; revistar Casablanca en compañía de alguien que no la haya visto.

Un descubrimiento que le debo a la lectura de este libro es un cortometraje dirigido por don José Luis Garci titulado Casablanca revisitada. La miel en los labios y no adelanto más. Por último citar a los otros contertulios Juan Tébar y Miguel Lamet coautores de esta gran lección de cine.

Don José Luis Garci nos trae la cartografía para aprehender 2001: una odisea del espacio junto a Juan José Plans, Juan Tebar, Miguel Marías.

La lectura del libro, sin duda, le explicará lo que supuso estéticamente en su momento. Por mi parte, solo decir que tras leer las opiniones de los contertulios, revisité esta obra maestra. Y en mi criterio, se trata de otra mutación, ahora, desde un punto de vista darwinista. Es el nacimiento de una especie hasta su fin, que trae el nacimiento de otra nueva y superior.

La transición de una a otra se representa con la aparición del monolito o metáfora del nacimiento de la inteligencia.

Hace millones de años en los orígenes de nuestra especie, el mono agarra un hueso y lo transforma en extensión de su brazo, algo que le permite golpear a quienes compiten con él, y aniquilar a otros animales de otras especies. El mono consigue romper la cadena de la alimentación y ponerla al servicio de su supervivencia. La inteligencia del homínido ha creado la primera herramienta.

El mono lanza el hueso al aire y este se transforma en una nave espacial; una elipsis cinematográfica de varios millones de años. El monolito reaparece en la Luna. Una metáfora sublime para narrar la nueva especie que llega a su fin y otra nueva que nace.

De la misma manera que el mono no puede entender qué ha pasado, el humano no puede entender qué le pasa a HAL 900. El nacimiento de una nueva especie necesita aniquilar a la anterior para asegurar su propia supervivencia. No hay espacio ni alimento para todos. Es la supervivencia. La escena de la charca en el Pleistoceno es idéntica a las secuencias en el espacio.

2001: una odisea del espacio es una película rabiosamente actual en la eclosión de la inteligencia artificial. Aviso a los navegantes.

Con permiso de un gran cineasta y connoisseur de la talla de don José Luis Garci, me voy a tomar la libertad de sugerirle que, tras ver, reflexionar y debatir esta obra de Stanley Kubrick, visiten o revisiten Intestellar de Christopher Nolan; le ayudará a entender el viaje final que emprende HAL 9000 a través del espacio-tiempo y otras dimensiones.

Le recuerdo mi expectativa de alcanzar un absoluto desacuerdo con usted y que, llegado a este punto, usted sufra el gesto en su rostro de la señora que sale en la foto de la proclamación de la república catalana un segundo después. Si lo he logrado, nada como reflexionar mis palabras escritas para un adecuado debate.

«Sapere aude» o atrévete a usar tu mente sin prejuicios, decía Horacio, quien fue el principal poeta lírico y satírico en lengua latina. A partir de aquí, que cada quien que se forme su propia opinión y la debata. Lanzo el guante a la nueva generación. Son ustedes los dueños de su intelecto y son libres.