Golondrina en vuelo
`Recuperar la libertad': por una España auténticamente democrática
Un libro coral que propone soluciones reales frente a la degradación de la democracia
En España cada vez es más difícil tener opiniones propias y manifestarlas en público. Familia, sexo, educación de nuestros hijos, cultura, historia… están dirigidos por quienes tienen el poder. Nada de tener convicciones propias. Lo cual es una faena pavorosa, porque limita nuestra libertad. Para hacerlo utilizan una democracia en la que las decisiones no se toman en el Parlamento después de un debate serio, razonado y libre, sino en los despachos de los líderes de unos partidos políticos que no buscan el bien común, sino imponer a los demás su propia visión de la vida.

CEU Ediciones y Dykinson (2025) 496 páginas
Recuperar la libertad
Ante esta situación el Instituto de Estudios de la Democracia, adscrito a la Universidad CEU San Pablo, acaba de publicar un libro con este elocuente título: Recuperar la Libertad. Por una España Auténticamente Democrática (CEU Ediciones y Dykinson, Madrid 2025). Es un libro colectivo introducido por José Manuel Otero y coordinado por José Ramón Recuero, que ha sido escrito por 26 autores de gran preparación y altura intelectual (políticos que hicieron la transición como ministros o diputados, magistrados del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional, Catedráticos, Fiscal General del Estado, Abogados del Estado, Militares, Empresarios, Historiadores, Filósofos…). Dalmacio Negro, uno de los intelectuales más originales y profundos de la filosofía política, ha escrito el artículo sobre el mito del hombre nuevo mostrando que ese ensueño libertario suprime la libertad, ha sido uno de sus últimos trabajos, ya que poco después de entregar su artículo falleció.
Pues cada autor trata en pocas páginas un punto concreto de la degradación de la democracia que se está produciendo en España y el ataque a las libertades que ello está causando (cristianismo, espacio público y política sin Dios, laicismo, injerencias del Estado en la vida privada, populismo, ausencia de libertad de educación, funcionamiento no democrático de los partidos políticos, poder judicial, defensa y seguridad nacional…). Pero siempre en sentido positivo, no de mera crítica, ofreciendo propuestas realistas y prácticas con la doble intención que se desprende del título del libro.
Por un lado, recuperar nuestra libertad. Para ello se parte de la base de que hay realidades que no son del Estado ni para el Estado, que quedan fuera del Estado. Así son no solo las verdades matemáticas y astrofísicas, también las realidades éticas y morales. En consecuencia, el poder político no es fuente de la moral; cuando lo es, se erige un Estado paternalista, que es el más despótico de todos, pues comunidad política no supone comunidad ética. Esto lo dijo Kant. Tampoco es fuente de nuestros derechos fundamentales, que son previos al poder, no concesión suya. Por eso su misión es defenderlos, no manejarlos a su antojo como se hace con frecuencia, quitando unos e inventando otros. Precisamente, uno de estos derechos naturales fundamentales es el derecho a la libertad. Solo aceptando esto, la Nación se convierte en una comunidad de personas libres que piensan y deciden por sí mismas, que pueden tener y manifestar opiniones propias sobre los asuntos que les afectan. Se hace realidad lo que dispone la Constitución: la libertad es el primer valor superior de nuestro ordenamiento (artículo 1.1), y los poderes públicos promueven las condiciones para que sea real y efectiva (artículo 9.2).
Por otra parte, se propugna una España auténticamente democrática, como también dice el título del libro. No es democracia todo lo que se presenta como tal: la democracia no consiste en votar cada cuatro años y dejar después que los políticos hagan lo que quieran. La esencia de la democracia radica en que se cuente con todos para tomar las decisiones y se busque el bien común; ese es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Los ciudadanos no podemos ser meros espectadores (a veces indignados) de lo que hacen y dicen los dirigentes de los partidos políticos. Somos titulares del poder político originario, lo que se llama la soberanía; de nosotros emanan los poderes del Estado, como establece la Constitución en su artículo 1.2. Por eso, en democracia representativa elegimos a nuestros representantes para que se reúnan en el Parlamento y allí se dediquen no a insultarse, sino a contrastar ideas y tomar las mejores decisiones para todos, venga de donde venga la propuesta, incluso de las minorías. Solo así habrá auténtica democracia, y el gobierno pertenecerá al pueblo y no el pueblo al gobierno.
En definitiva, Recuperar la libertad es un libro que forma parte de la Colección Instituto de Estudios de la Democracia y que pretende contribuir a instaurar una democracia plural y efectiva en la que la soberanía sea realmente del pueblo español, el gobierno esté limitado y sirva al bien común (no a dividir a los españoles) y los derechos y libertades de todos los españoles (de todos) queden preservados y garantizados. Dicho de otra manera, se trata de que los españoles podamos convivir en paz, concordia, justicia y libertad.