'Una pedagogía desde el Humanismo Cristiano', cuando el espíritu de la acción precede a la acción misma

Cuando aterricé como estudiante universitario me presentaron un lema precioso: «CEU, tu lugar donde ser». Cabría entonces preguntarse en qué consiste dicha «esencia», que es lo que desarrollan una veintena de autores en la reciente obra Una pedagogía desde el humanismo cristiano. Esta lectura nos provee con una reflexión del pensamiento fundacional de la principal institución educativa privada de España. D. Ángel Herrera Oria, uno de los padres fundacionales del CEU como obra de la ACdP, recordaba «Más que la acción, importa el espíritu de la acción. Si quieres darte a la vida activa, llénate primero de vida interior». Dicho espíritu es lo que han pretendido desvelar «desde abajo» los docentes que han soñado este libro de indagación pedagógica mientras desarrollan su labor educativa.

La gestación en el seno de los profesores del Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala (IHAA), ha permitido unir a dos universidades hermanas, la CEU USP (Madrid) y la CEU UCH (Comunidad Valenciana). El claustro de ambas sedes del Instituto vio claro la necesidad de «No solo hacer una revisión histórica, si no de querer traer alimento al presente y proyectarlo hacia el futuro». En palabras de Alfonso Martínez-Carbonell quien como coeditor en una reciente presentación celebraba el compromiso, la colaboración y el apoyo de Manuel Bustos antiguo director del IHAA, además de Emilio Callado, delegado del director para la UCH.

Una obra tan coral ha puesto en juego la perspectiva de numerosos autores que responden a la necesidad de no lamentarse y pasar a la acción, como pedía el padre Ángel Ayala. El ejemplo es claro por parte de la Iglesia cuando a inicios del siglo pasado reconoce como cuestión prioritaria la educación. La ACdP asume aquella opción preferencial junto con la comunicación y la política, frente a la moda pedagógica del momento que empezaba a cobrar fuerza con la Institución Libre de Enseñanza. Mientras, Vico, Pronuncio Apostólico, encargó al P. Ayala la «formación de líderes con importante cultura y piedad». La creación de obras de enseñanza ha de concordar con lo que D. Ángel expuso «educar es hacer triunfar la Verdad en el alma».

Sentados los antecedentes Ana Sánchez-Sierra, vicesecretaria general del IHAA y coeditora de la publicación, hace un aporte de valor sobre la "metodología activa» del P. Ayala. Basado en la Ratio Studiorum jesuítica, él añade una dimensión lúdica, intuitiva y experiencial. Las innovaciones pedagógicas incluyen: murales didácticos, cartulinas con mapas y planos e incluso música con imágenes, precedente de la cultura audiovisual. De modo complementario el P. Ayala fundó coros con los niños, propuso paseos por el campo y visitar a los asilos de enfermos y ancianos. La sensibilidad del docente también debía ser estimulada con el ejercicio de periodismo o sesiones de improvisación en el comedor.

La propuesta es inequívoca: las competencias personales, el celo apostólico y el compromiso con la libertad deben informar personas que actúen en aras del bien común. El padre Ayala, siguiendo el impulso de la época también experimentado por el padre Manjón o el padre Poveda, reviste toda su vida de un especial llamado a la acción. La importancia de las «obras» es evidente en el CEU, con iniciativas diversas e institutos como destacaba Carlos G. Hernández, director del IHAA, en la pasada presentación. La inquietud por el proceso de aprendizaje surge en la obra desde la fundación del Colegio Mayor San Pablo hasta los retos más actuales recogidos en el último capítulo.

A falta de seguir analizando nuevas cuestiones desde la identidad educativa del CEU disponemos ya de unos principios definitorios. Como pilares han de imperar la identidad católica, el forjar la excelencia y el compromiso social. En ese sentido, la tradición humanística y cristiana ha abanderado siempre la difusión de la Caritas como concepto universal. Es en la Cristiandad medieval donde nace la respuesta a la enfermedad con los hospitales o la necesidad de formación con las universidades.

Ya en época contemporánea ante la elevada tasa de analfabetismo D. Ángel funda las escuelas-capilla en Málaga. Actualmente bajo la fragmentación tecnocrática, desde la etapa escolar hasta la educación universitaria destaca una pregunta esencial: ¿Qué puede conectar a tantos estudiantes, a un médico con un jurista? Las Humanidades. ¿Cómo fundamentar la fraternidad, cuál es nuestra identidad común? El ser de Cristo.