Nat King Cole en 1947
'Ansiedad' y otras tres canciones de Nat King Cole, el genio pianista que se avergonzaba de su voz
Desde sus orígenes sureños y una infancia en Chicago donde se empapó del jazz, acabó convertido en una universal figura de la canción popular, también en español
El nombre de King se lo pusieron cuando se hizo famoso a mediados de los años 30 en Chicago, donde hace frío, al contrario que en su sur natal. El joven Nat se «calentó» escuchando en directo a los grandes del jazz como Earl Hines o Louis Armstrong. Era un joven Elvis negro recibiendo influencias a orillas del lago Michigan en vez de en Memphis. Con su grupo de éxito, los King Cole Swingers, llegó a California y allí se quedó por la temperatura, la del clima y la de la música a la que se dirigía.
Ya famoso e instalado en Hollywood cambió a los Swingers por el Nat King Cole Trio en la cada vez mayor relevancia de su figura. No era cantante sino pianista. Un virtuoso del teclado que tocó en filarmónicas mientras escondía su voz, de la que se avergonzaba. Después de hacer una compañía rica a la Capitol Récords, el fantástico pianista decidió lucir su timbre tras el impulso que le habían dado sus compañeros de banda y el éxito de las pocas grabaciones que había realizado.
Lo que sucedió es que pasó de los clubes originales, de la esencia del jazz que le había encumbrado, a cantar sorprendentes baladas de éxito en una transformación imprevista y continuada debido al triunfo masivo. Se hizo tan famoso que fue el primer negro en tener un programa de radio propio. El rock and roll se podía intuir dentro de aquellas primeras canciones cantadas del rey Nat. El gran bombazo vocal del artista monumental, llegó con Mona Lisa a principios de 1950, cuando también se convirtió en un icono por los derechos raciales.
Murió muy joven de cáncer de pulmón en 1965. Solo tenía 46 años. Pero antes de esto edificó su fama internacional grabando sus temas en español. De Chicago y del sur de Estados Unidos a las baladas en otro idioma hubo casi una vuelta completa y mas allá al mundo musical en 20 años de carrera. Estas grabaciones en español le convirtieron en una estrella popularísima y querida en Surámérica y en España.
Ansiedad, la maravillosa canción venezolana, la «melodía salvaje» de José Enrique Sarabia que se empeñó en cantar y que convirtió en única, es buena muestra de aquello, con su particular e imborrable acento y pronunciación memorizada (era una curiosa nulidad para el aprendizaje de idiomas) que hicieron de este tema y de otros populares clásicos incluso más hermosos e inolvidables que los originales con la poderosa personalidad del genio de Montgomery, Alabama.
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