Jasper Philipsen celebra la victoria en la decimonovena etapa de la Vuelta a España
Philipsen degusta un triplete en Guijuelo, Vingegaard cuatro segundos más líder
El ciclista belga saboreó su tercera victoria de etapa en la Vuelta después de ganar el sprint final en la localidad salmantina, la capital del jamón
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El belga Jasper Philipsen (Alpecin Deceuninck) no faltó a la cita de sprinters previa a la Bola del Mundo y logró degustar un magnífico triplete en Guijuelo, 'la capital del jamón', donde alzó los brazos como ganador de la decimonovena etapa de la Vuelta disputada entre Rueda y Guijuelo, de 161,9 km de recorrido, en la que Jonas Vingegaard mantuvo el maillot rojo.
Imbatible Philipsen (Mol, 27 años) en un final ligeramente ascendente que se disputó a cara de perro entre los velocistas de la Vuelta. El belga, primer líder del Tour de Francia con su victoria en Lille, ya lleva tres en la presente edición y 6 en total. Ganó el pulso al danés Mads Pedersen y al venezolano del Movistar Orluis Aular.
Los favoritos llegaron con el mismo tiempo del ganador, cumpliendo con el trámite la víspera de la esperada última batalla, y definitiva, en la Bola del Mundo. Vingegaard amplió 4 segundos su renta sobre el portugués Joao Almeida gracias a un esprint intermedio, y ahora está a 44. Tercero en el británico Tom Pidcock a 2.43. El primer español es Abel Balderstone, decimotercero a 24.51.
Del vino al jamón en jornada de transición
De los viñedos de Rueda al jamón de Guijuelo para una jornada de transición ante la prueba de fuego de la Bola del Mundo. Los comentarios, sensaciones e incluso el debate por la seguridad derivaba hacia la cita de la Sierra de Madrid. Todo el mundo se lanzó a opinar por los cuatro costados, como si no existiera la etapa en curso.
Existía, y era en concreto la penúltima opción para los sprinters, convencidos de que debían aprovecharla. Por si acaso. Y se dio la salida con hombres decididos a desafiar a la marabunta. Fueron en principio el checo Otruba (Caja Rural) y el francés Guernalec (Arkéa-B&B Hotels) los encargados de iniciar el viaje a ninguna parte.
Guernalec se lo pensó pronto y se dejó caer al pelotón. El checo, un fugitivo habitual, insistió en el proyecto. Llegó a tener 3 minutos y tiempo para ser amonestado con una tarjeta amarilla por el Colegio de Comisarios por postura irregular. Otruba, debutante en la Vuelta con los colores del equipo navarro, claudicó a 52 km de meta.
Vingegaard araña cuatro segundos
Otruba pasó en cabeza por el esprint intermedio de Salamanca. Por detrás aprovechó Vingegaard el despiste del UAE de Almeida para adelantarse al pelotón y llevarse 4 segundos de bonificación. Premio inesperado para el maillot rojo, encantado con aumentar «gratis» la venta sobre el portugués a 44 segundos.
Se animó por momentos la etapa. Ineos Grenadiers y Visma pisaron el acelerador en la salida de Salamanca, tanto que se produjo un corte en el pelotón producto de los abanicos. Falsa alarma. El grupo decidió por marchar unidos, directos a un desenlace al esprint en Guijuelo, la capital del jamón.
Philipsen, rey de los sprinters
El duelo estaba servido entre los «guepardos» del pelotón. La elevada velocidad del pelotón impidió cualquier intento de despegue, y el Visma y UAE se controlaban en cabeza hasta llegar la zona de seguridad.
Se traba de un final en ligero ascenso. Ineos tensó de lejos para Turner, Movistar quería estrenarse con Turner. Los aspirantes eran muchos, pero los elegidos fueron los de siempre. Alpecin tomó el mando con tres hombres de lanzadera. Pedersen entró retrasado a la hora del lanzamiento definitivo, cuando Philipsen arrancó para no parar hasta levantar los brazos.
Tercer brindis para Philipsen, al olor del jamón. Pura inspiración para el corredor que se retiró del Tour en la tercera jornada con la clavícula rota. En la Vuelta se ha recuperado. Y de qué manera. Ganó en Turín, en Zaragoza, y en Guijuelo dejó claro que es el rey del esprint.
La Bola del Mundo, examen final
La segunda mitad será definitiva para la general. Espera el Puerto de Navacerrada y el final esperado en la Bola del Mundo, Alto de Guarramillas. La terrible pista cementada, que se ha visitado tres veces en la Vuelta, definirá la general.
Las medidas de seguridad serán excepcionales, los últimos kilómetros vallados y temor a volver a sufrir las alteraciones que están marcando la Vuelta.