Aston Martin vuelve a perjudicar a Alonso y casi tira por la borda su espectacular carrera

Aston Martin ha vuelto a perjudicar a Fernando Alonso. Esta afirmación, por desgracia, se ha convertido en algo habitual a lo largo de la presente temporada y este domingo, en el GP de Singapur, se ha podido comprobar.

El bicampeón mundial salía décimo en el circuito de Marina Bay. Una posición, a priori, no muy positiva teniendo en cuenta las características del trazado urbano. Sin embargo, el ovetense logró ascender hasta el octavo en la primera parte de la carrera y durante algo más de 20 vueltas (28 para ser más concretos) se dedicó a gestionar el neumático blando.

Alonso había trazado su plan particular y estaba convencido de que le iba a salir a la perfección. El problema vino cuando en la citada vuelta, los ingenieros le llamaron para entrar en boxes a cambiar el neumático blando por el medio.

En la F1 actual, parar rápido es una gran ventaja. Los cambios de ruedas suelen hacerse, más o menos, en tres segundos. Sin embargo, los miembros del equipo encargados de cambiarle las gomas a Alonso no estuvieron finos, la pistola se quedó enganchada y la parada se alargó hasta los nueve segundos, situación que le hizo perder posiciones en su lucha particular con Oliver Bearman e Isack Hadjar.

El enfado de Alonso fue mayúsculo. Aston Martin casi le tiró por la borda la carrera y al asturiano no le iba a quedar otra opción que remar contracorriente si quería acabar el gran premio de Singapur en las posiciones de puntos. Por 'suerte' para él restaban algo más de 30 vueltas para el final de la carrera en Marina Bay y finalmente pudo regresar al octavo inicial.