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Roman Abramovich en el palco de Stamford Bridge

Roman Abramovich con su hija en el palco de Stamford BridgeGTRES

Los oligarcas rusos caen en desgracia en la Premier tras la invasión de Ucrania

El paso atrás de Abramovich en el Chelsea ha dado pie a los rumores sobre una posible venta y el Everton ha suspendido todos sus contratos de patrocinio con el magnate ruso-uzbeko Usmanov

Los oligarcas rusos, cuyas fortunas eran recibidas con los brazos abiertos en la Premier League, han dejado de ser apreciados tras la invasión rusa de Ucrania. Es el caso de Alisher Usmanov, ahora indeseable en el Everton, y Roman Abramovich, que podría dejar el Chelsea.

Una venta «forzada» del club londinense sería un gran revés para Abramovich, que no figura, de momento, en la creciente lista de personas y entidades bajo sanciones británicas por sus vínculos con el régimen de Vladimir Putin.

El multimillonario, cuya fortuna personal se estima en unos 16.000 millones de dólares, compró el Chelsea en 2003 por 140 millones de libras (186 millones de dólares), pero desde entonces ha realizado enormes inversiones.

Abramovich, pionero

Fue un pionero en su momento, abriendo un camino que después siguió su compatriota Alisher Usmanov, quien entró en el capital del Arsenal en 2007 hasta llegar al 30% antes de venderlo todo en 2018 con una enorme plusvalía.

Los inversores estadounidenses, como la familia Glazer en el Manchester United en 2005 y el Fenway Sport Group en el Liverpool en 2010, siguieron su ejemplo un poco más tarde, al igual que los emiratíes en el Manchester City y, más recientemente, los saudíes en Newcastle.

A menudo criticada por su falta de celo para controlar a nuevos inversores, la Premier League ha construido su dominio europeo gracias a los cientos de millones de dólares que llegaron del extranjero en los últimos 15 años.

Pero la guerra en Ucrania y las sanciones financieras contra los principales actores de la oligarquía rusa han incrementado la presión sobre el fútbol inglés.

Los hermanos Glazer, propietarios del Manchester United

Los hermanos Glazer, propietarios del Manchester United©RADIALPRESS

El sábado, Abramovich quiso dar un paso atrás cediendo la gestión diaria del club a los seis administradores de la fundación benéfica del club. Una solución que parece más fácil de anunciar que de aplicar.

Cuando la posibilidad de una venta del club parecía un último recurso apenas concebible, ya empezaron a aparecer posibles compradores en busca de un buen negocio. The Times publicó el sábado que el hombre más rico del Reino Unido, el directivo de Ineos Jim Radcliffe, podría estar interesado.

Al parecer, ya había tanteado a Abramovich en 2019, pero le desanimó el precio de 2.500 millones de libras del ruso y se decantó por el OGC Niza francés, aunque la hipótesis de una venta gana ahora fuerza por momentos.

Hansjorg Wyss, uno de los hombres más ricos de Suiza, declaró al periódico Blick que había propuesto comprar el Chelsea

El miércoles, Hansjorg Wyss, uno de los hombres más ricos de Suiza, declaró al periódico Blick que había propuesto comprar el Chelsea.

«Quiero reflexionar todavía durante cuatro o cinco días», dijo Wyss, añadiendo que se había contactado con otras tres personas y que, de dar el paso, «será junto a un grupo de seis o siete inversores».

La operación parece complicada si se asume que el ruso no está dispuesto a renunciar a los aproximadamente 2.000 millones de euros que le debe el club, al que ha concedido préstamo tras préstamo.

Usmanov, expulsado del fútbol inglés

Menos implicado que Abramovich, dado que ya no posee una participación en un club, Usmanov ya ha sido expulsado del fútbol inglés. El Everton anunció el miércoles que «suspendía» sus acuerdos de patrocinio con USM, Megafon y Yota, tres de las empresas en las que el magnate ruso-uzbeco tiene una participación importante.

Tras vender su participación en el Arsenal, se había convertido en uno de los principales apoyos del Everton, que fue comprado en 2016 por el iraní Farhad Moshiri, con el que estuvo asociado.

El centro de entrenamiento de los Toffees pasó a llamarse USM Finch Farm y Usmanov también tenía una opción exclusiva por 30 millones de libras (40 millones de dólares) para dar al nuevo estadio en construcción el nombre de una de sus empresas.

La gran incertidumbre que rodea al conflicto en Ucrania hace imposible hacer predicciones sobre su impacto a largo plazo, pero este ya se está viendo en los estadios de fútbol ingleses.

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