Los porteros nunca 'mueren': cuando los 40 siguen sin ser un problema

Diego López salió llorando hace unas semanas del RCD Stadium, casa del Espanyol. El equipo catalán, que se había construido en los últimos años gracias a las paradas del portero lucense, no le renovó el contrato. Tenía y sigue teniendo 40 años. Él, con ese ADN de competitividad, aseguró que no se retiraría aún. El Rayo Vallecano llamó a su puerta y ya con los 41 que cumple a inicios de noviembre Diego López seguirá en Primera División.

Pepe Reina, querido y recordado por su papel en la mejor etapa de la Selección española, cumple los 40 justo en el inicio de la próxima Liga, a finales del mes de agosto. Acaba de fichar por el Villarreal, el equipo en el que más se dio a conocer a principios de siglo.

Los dos son los mejores ejemplos de la impresionante longevidad de los porteros, una posición en el campo que no entiende de DNI. Cumplidos ya los 40, una edad prácticamente imposible para jugar al fútbol de máximo nivel, son los guardametas los que sorprenden con un meritorio aguante. Bien es verdad que su posición en el campo no conlleva un gran desgaste físico, pero estar aún con 40 en el máximo nivel –no en categorías inferiores– es de un indudable valor deportivo.

José Ángel 'el Chopo' Iribar contaba en una entrevista con El País en 2017 que para un portero «el blocaje es más importante cuando más edad se tiene». Hablaba entonces de Buffon, un portero que aún sigue en activo con 44 años en el Parma, en la segunda división en Italia. Abandonó el primer nivel (la Juventus) con 43. Como contaba Iribar, un portero a esas edades «sabe que si deja el balón rechazado puede tener dificultades porque con la edad esa segunda reacción cuesta más». Es por ello que un portero puede aguantar a más edad, pero sus puntos fuertes, evidentemente, se van perdiendo.

Pepe Reina y Diego López, ya superados los 40, siguen en activo y lo hacen en el máximo nivel, a la espera de si tienen oportunidades. No estamos hablando de porteros ya longevos que se van a categorías inferiores sino de equipos de Primera División. Y eso es ya lo destacable, porque con las cuatro décadas ya cumplidas siguen luchando por un puesto en equipos de las principales ligas europeas.

Hay más casos. Jens Lehmann, portero al que Fernando Torres marcó el primer gran gol de España en la final de la Eurocopa 2008, regresó al Arsenal ya con 41 años, aunque tan solo jugó un partido. Claudio Bravo tiene ya 39 años y tras pasar por Manchester City y Barcelona en 2020 le fichó el Betis, donde es el favorito para Manuel Pellegrini a pesar de su edad y de la de su rival en la portería del Villamarín (Rui Silva, con diez años menos).

A Mark Schwarzer, un reconocido portero australiano de la década de los 90 y 2000, le fichó el Leicester con 43 años y con esa edad se proclamó campeón de la Premier, aunque él poco aportó. No solo eso: el Chelsea le había también fichado antes, con 41 años. Grandes equipos de Inglaterra que se fijaron en un portero muy longevo. Aunque para hablar de longevidad... Dino Zoff, el gran portero italiano, campeón del mundo en España 1982 con más de 40 años. Eran otros tiempos, eso sí. Lev Yashin, único portero que ha ganado un Balón de Oro, fue convocado para el Mundial de 1970 con esa misma edad.

Hubo un tiempo en el que ver a un portero ya con 39 años disputar un partido provocó una auténtica sorpresa. Fue eso lo que hizo el extremeño César Sánchez en 2011, cuando a esa edad jugó un partido de Liga con el Valencia. Se abrió entonces un debate sobre si un guardameta de esa edad está preparado para jugar un partido de gran nivel ante las dudas por los reflejos y la reacción a los rechaces que se pueden tener. Ese récord lo superó ya Diego López y con el Espanyol y ahora entre él y Pepe Reina quieren batirlo aún más. Es lo que tienen los porteros, que nunca 'mueren'.