La norma del Real Madrid es clara: aquí seguirá quien quiera quedarse y quien desee marcharse que lo diga

Tonterías las justas. No está el horno para bollos tras una temporada discreta en la que se ganaron la Supercopa de Europa y la Copa Intercontinental y no se conquistaron los grandes títulos nacionales e internacionales. El Real Madrid analiza que ha creado un gran equipo tras gastarse 178 millones en Huijsen, Carreras, Mastantuono y Trent. Gonzalo es el quinto jinete de esta renovación, una figura emergente que estaba en casa.

El resultado es que Xabi Alonso tiene las 25 fichas cubiertas y no cabe nadie más. Por eso, jugar a dos bandas, al sí pero no, a dejarse querer por el exterior, a 'venderse', no es conveniente y mucho menos en el Real Madrid. La historia de este club dice que nadie es imprescindible y la norma no escrita es tajante: quien desee continuar se quedará sin problemas y quien no quiera seguir que lo diga.

Radio macuto vive del Real Madrid cada verano y en este mes de julio los protagonistas principales del serial son Rodrygo, Ceballos, Vinicius, Endrick, Fran García, Camavinga y Alaba.

Los casos de Endrick y Alaba son cristalinos. El club desea dar la carta de libertad al central austríaco, porque su nivel físico no es el adecuado tras su grave lesión de rodilla. Y ha consultado al joven brasileño, que ha recaído en su dolencia muscular y estará ausente hasta septiembre, si admitiría una cesión para que disfrute de una continuidad de competición que no tendrá en el Real Madrid, superado ahora por el rendimiento del canterano Gonzalo. Los dos futbolistas, Alaba y Endrick, han contestado que desean continuar en el Real Madrid. Y así será si es lo que desean.

Fran García y Camavinga no tienen dudas

El club aprueba la permanencia en plantilla de los jugadores con contrato que así lo manifiestan. Están en su derecho y no hay problema. Fran García y Camavinga también han dejado claro que quieren permanecer en el equipo.

El entrenador le ha dicho al lateral manchego que cuenta con él y que jugará con asiduidad. Entrará en una rotación constante con Álvaro Carreras para atacar los sesenta partidos que el Real Madrid protagonizará la próxima campaña.

Eduardo Camavinga se rompió en la fase final de la pasada temporada y no pudo competir con sus compañeros en el Mundial de Clubes, aunque ya estaba listo para reaparecer. El francés ha estado callado durante varios meses y se ha dedicado a prepararse bien para volver con la potencia que le define. Algunos le han colocado en el mercado ante la prioridad de Tchouaméni como pivote. Tiro por la culata. El técnico guipuzcoano ha hablado claro con Eduardo y le ha explicado que tiene condiciones para jugar como mediocentro y por los dos interiores, incluido el flanco derecho, posición que nunca ha ocupado al ser un tanque zurdo que ha ejercido hasta de lateral izquierdo con Ancelotti. Ahora, Alonso le ha dicho que será un comodín de la línea media para jugar indistintamente en los tres puestos. Camavinga no tiene dudas y está comprometido con el Real Madrid.

Rodrygo se mantiene a la espera

Un panorama muy diferente vive Rodrygo Goes. El brasileño sostiene que desea quedarse cuando se le pregunta por su porvenir. No dice que quiera ser traspasado, pero el club sabe que tiene ofertas y que no está contento con su situación desde que fue sustituido en la final de Copa. Aquel partido marcó un antes y un después en su trayectoria. Perdió el puesto en beneficio de Güler, si bien es cierto que había dejado de rendir desde marzo y que era Ancelotti quien lo sostenía de todas las maneras en el once.

Su titularidad ya era insostenible y la desperdició con quien más le defendió, Carletto, que comenzó a jugar con dos puntas. Llegó Xabi Alonso quince días después y alineó a Rodrygo como titular en el primer envite del Mundial de Clubes. Fue la única vez. Gonzalo le robó la cartera en todo el campeonato. El preparador habló con hechos al brasileño: será suplente en su esquema.

Esa es la diatriba que Goes tiene en su cabeza ante la próxima campaña. Y espera acontecimientos. El Bayern intenta fichar al colombiano Luis Díaz y cuando la operación se ejecute oficialmente el Liverpool puede llamar a la puerta de Rodrygo para cubrir esa ausencia. El Tottenham también puja. El Real Madrid conoce esos movimientos. Y Rodrygo medita la conveniencia de su traspaso si esas propuestas se hacen realidad. Por eso no dice rotundamente que se queda. Espera movimientos.

Ceballos y Vinicius deshojan la margarita blanca: sí quiero, no quiero

Son Ceballos y Vinicius quienes marean públicamente la perdiz de su futuro. Dani Ceballos sorprendió al decir que está abierto a escuchar ofertas. El utrerano sabe que el Real Madrid pide veinte millones por su traspaso y si quiere irse y aportar esa cantidad económica la casa blanca le abrirá las puertas.

Alonso ha hablado con el sevillano y le ha dicho que cuenta con él. Aunque participó poco en Estados Unidos le ha asegurado que será un hombre importante en su idea de juego. Es cierto que Güler y Ceballos son verdaderamente los únicos hombres de su plantilla que pueden llevar la batuta.

Ahora todo depende de Ceballos y de su decisión. Quiere ser protagonista la próxima campaña para recuperar sus opciones de ir al Mundial con España dentro de un año. El Betis ha manifestado que no puede pagar su transferencia ni su ficha, nueve millones brutos. El Villarreal se ha interesado por el centrocampista, pero su coste es alto.

Vinicius es el otro futbolista que dice sí pero no, que juega al ratón y al gato. Su renovación se encuentra estancada y ya no expresa que su idea es permanecer muchos años en el Real Madrid. Son estrategias negociadoras, pero las relaciones se enfrían y ya nada es lo mismo. Y cuidado, el aficionado observa y dará su opinión desde la grada.

Mensaje para navegantes

El club blanco es rotundo en estas situaciones: quien no quiera seguir que lo diga. No desea contar con futbolistas que prefieran marcharse. Llegar al Real Madrid es muy difícil y si alguien pide irse se abrirá esa puerta. Y se dejará sitio para otro futbolista que anhele venir a la entidad madridista. Hay una verdad indiscutible: la inmensa mayoría de los profesionales sueñan con estar en el Real Madrid, pero a veces hay excepciones que confirman la regla.

Mensaje interno para navegantes: se fue Di Stéfano en 1964, con cinco Copas de Europa en su haber, y el Real Madrid ha conseguido posteriormente diez Champions sin el mejor jugador del mundo. La advertencia la marca la experiencia. Los futbolistas duran cinco, diez, quince años y el club continúa ganando con otros hombres. Y seguirá ganando con otros mimbres. El único imprescindible es el balón.