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Vinicius Junior, en un partido de la temporada pasada

Vinicius Junior, en un partido de la temporada pasadaEuropa Press

La oferta árabe de pagar 350 millones por Vinicius no es real sino una estrategia para renovar

Vinicius rompe el acuerdo verbal de renovación con el Real Madrid y rápidamente aparece una supuesta oferta de Arabia Saudí para pagar 350 millones de traspaso por el brasileño. Una cifra que casi duplica la plusmarca que el PSG estableció al cubrir la cláusula de 222 millones por Neymar hace justamente ocho años. Fue un club estado, el PSG, comprado por Qatar, el que abonó esos 222 millones al Barcelona, que por cierto los dilapidó en un santiamén. La presunta propuesta por Vinicius también surge desde un estado, Arabia Saudí. Pero no consta.

Decimos que no consta porque ningún portavoz de la Saudí Pro League, la Liga Profesional Saudí en español, ha realizado una proposición por el delantero madridista. La única vez que los representantes del fútbol arábigo mantuvieron en contacto directo con el Real Madrid fue el verano pasado, a finales de junio. Entonces sí quisieron venir a Madrid y sentarse frente a frente para intentar el fichaje de Vinicius. La casa blanca contestó que no había reunión porque el futbolista no estaba en venta. No hubo ni negociación.

Ahora, el movimiento dialéctico de la presunta oferta por 350 millones se lee por todo el mundo y no es oficial. Nadie la ha hecho. El Real Madrid no ha recibido ninguna comunicación para buscar una cumbre ni se le ha informado de la pretensión de fichar a Vinicius. Durante un año hemos leído que los árabes le pagarían al extremo suramericano mil millones por cinco años. Nunca se mencionaba lo más importante, que es la cifra del traspaso al propietario del futbolista, el Real Madrid, que hace dos años le firmó un segundo contrato hasta 2027. Y cuando eso no sucede, es que no hay nada.

Hoy sí se 'vende' mediáticamente que Arabia Saudí está dispuesta a pagar 350 millones por el extremo nacido en el estado brasileño de Río de Janeiro, donde ha comenzado sus vacaciones. Y esa cantidad no tiene procedencia pública. Es anónima.

Se escucharía esa oferta

Hay una realidad indudable, una estrategia de club, una táctica de empresa que la cúpula de la entidad ha dejado siempre muy clara: no existe ningún futbolista que valga más de 200 millones. Ya vimos en qué se quedó Neymar. Nadie vale ese dinero. Todos los saben, equipos, apoderados y jugadores. Esas cifras surgen de buenos momentos de rendimiento y de fluctuaciones del mercado que varían mucho de un año a otro. Y los representantes aprovechan ese momento óptimo para intentar sacar el mayor dinero posible por un profesional que en cuestión de unos años, a veces de uno, no valdrá ese precio.

El Real Madrid ha rubricado cláusulas de mil millones por la mayoría de sus profesionales con el fin de protegerse ante los estados árabes que financian al City, al PSG y al Newcastle, y también para escudarse ante los multimillonarios que rigen el Chelsea y el United. Los futbolistas de la plantilla madridista aprobaron esas cláusulas por cariño y respeto a su equipo, el Real Madrid, que les ofrece contratos por cinco o seis años y les coloca en lo más alto del panorama futbolístico mundial. Una casa donde han ganado y buscan conseguir de nuevo los máximos títulos que se pueden soñar. Unos éxitos que además les aportan unos ingresos extraordinarios que no obtendrán en otros sitios.

Dicho esto, el Real Madrid escucharía una oferta verídica de 350 millones. Pero no por Vinicius, sino por cualquier integrante de la plantilla dirigida por Xabi Alonso. Ese precio, si se presentara como propuesta oficial, pagaría dos tercios del coste de los contratos de todo el plantel.

Vinicius conduce un balón durante el Mundial de Clubes

Vinicius conduce un balón durante el Mundial de ClubesEFE

En esa hipótesis, la oferta de un traspaso por 350 millones que no se ha producido, la casa blanca se sentaría a negociar, por el jugador que quieran. Pero la única verdad es que la proposición no existe. No ha llegado al club. Ni Vinicius, que acaba de cumplir 25 años, ha dicho que la tenga. Ni su representante, Frederico Pena, la ha presentado en el cuartel general de Valdebebas. Porque no la hay.

Vinicius no se iría a Arabia

El presunto precio de traspaso no suena a cierto porque en Arabia y en Brasil saben que el número siete no se marcharía a la Liga Saudí cuando falta un año para disputar la Copa del Mundo con la selección brasileña dirigida por Ancelotti, que es padre deportivo. El extremo no se iría hoy a Arabia, porque necesita un ritmo competitivo muy alto que en aquel fútbol no existe.

El argumento deportivo es claro. Pocos hombres que aterrizaron en el balompié saudí han vuelto a sus selecciones. Cristiano y Laporte han sido excepciones de una regla definida por el menor nivel de exigencia que vive aquel campeonato. Hay muchos jugadores que han expuesto su decepción por lo que significa aquel torneo. Continuaban allí porque cobran mucho dinero y ya está. Emeryc Laporte, por ejemplo, lleva un año intentando volver a España y el Athletic puede ficharle para disfrutar de la Champions.

Investigamos la situación de esos 350 millones que nadie enseña públicamente y el proyecto de traspaso es un borrador de intenciones que tiene la Liga Saudí y que se enmarca en tres años de posible actuación. Es decir, la oferta podría fraguarse ahora, en el verano de 2026 o en julio de 2027. El contrato de Vinicius finaliza dentro de dos años y si no renueva por el Real Madrid quedaría libre en 24 meses.

En este caso, ese objetivo de futuro árabe añade el verano de 2027, aunque renueve por el Real Madrid o firme por otro equipo antes. No les importa pagar un traspaso. La clave es que no se hará este año. Primero, porque para el futbolista es primordial llegar en buena forma al Mundial 2026, donde puede encarecer su caché. Y segundo, porque con 25 años es demasiado pronto para irse a una competición sin nivel ni prestigio.

La abrumadora mayoría de profesionales que se han ido a las competiciones de Arabia y Qatar tienen más de 30 años y el único aliciente es el dinero. Es un gran premio final de carrera. El brasileño está en el ecuador de su trayectoria profesional, en un momento crucial, tras una temporada irregular en la que no ha rendido como en el trienio anterior. No es hora de escaparse a un cementerio de elefantes ricos. Puede hacerlo dentro de tres años, con 28, o en un lustro, ya en la treintena.

Una táctica de la negociación

El resultado de toda esta ecuación es que la supuesta oferta de transferencia al Real Madrid por 350 millones de euros no es real, no se ha hecho realidad. Es un plan de intenciones de futuro de la Liga Saudí. Ahora se recuerda ese marco de intenciones de los árabes como una táctica con el fin de encarecer la negociación para renovar por el Real Madrid. Todo se ha explotado públicamente después de romperse el acuerdo verbal con el club madrileño y de escuchar a Vinicius subrayar en dos ocasiones que su contrato finaliza en 2027. Todo se ha publicitado después de ver cómo la estrella brasileña ya no dice que su intención es continuar en el Real Madrid durante muchos años.

La cifra de 350 millones ha adquirido esta dimensión mediática mientras Vinicius juega a quitar el escudo del Real Madrid en sus redes sociales durante horas. Los 350 millones son un ronroneo de radio macuto para dejar caer que puede llegar a 2027 sin renovar y marcharse libre con el plus de percibir una prima de traspaso. Pero esa oferta millonaria no existe. Todo son sueños de una noche de verano. Eso sí, muchos desean que ese delirio de los 350 millones se haga realidad este mes. O en agosto.

Nadie en la historia ha pagado esa cantidad por un futbolista. Al Real Madrid no le importaría establecer esta plusmarca universal. A todos los clubes del mundo les encantaría. Cristiano, vendido a los 34 años por 100 millones a la Juventus, es la marca histórica de traspaso de la casa blanca. Los 350 millones triplican ese registro. No es para pensárselo mucho si se hiciera realidad.

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