Xabi Alonso se impone el objetivo de recuperar el mejor nivel de Vinicius, Rodrygo y Asencio

Vinicius no ha renovado y mantiene un pulso con el Real Madrid. Rodrygo manifiesta que se queda pero escucha ofertas de La Premier y tiene un mes para tomar una decisión. Raúl Asencio pidió perdón a la afición por sus fallos en el Mundial de Clubes y declaró que hará propósito de enmienda. Xabi Alonso hablará con toda la plantilla y específicamente con estos tres hombres cuando el grupo retorne a los entrenamientos el próximo lunes.

Vinicius, Rodrygo y Asencio, por este orden, son futbolistas que deben tener una relevancia suprema en el equipo, especialmente los delanteros, y el entrenador se desmarca de la situación individual de cada uno y se centra en sacar lo mejor de estos jugadores. Es el plan que tiene en la cabeza.

El técnico fue siempre un líder, primero en el campo y ahora en el banquillo. Sabe insuflar moral, confianza y se gana al futbolista con una fe que mueve montañas. Xabi inyectaba esa confianza a sus compañeros en el Real Madrid, charlando en el centro del campo antes de comenzar cada partido. El jugador se creía el mensaje, porque lo decía un hombre que tenía que una seguridad soberbia en sí mismo. Ahora realiza la misma labor al mando del plantel. Vinicius es su primer reto.

Mensaje a Vinicius: aparcar la renovación y pensar en jugar bien

El diálogo del responsable deportivo del Real Madrid con Vinicius presenta muchas vertientes y algunas afiladas. El preparador preguntará al brasileño por el estado de su renovación, por sus sensaciones, y no le dará consejos, porque ya es mayorcito y sabe lo que negocia, pero puede decirle algunas cosas para relajar la situación. Decimos que le comentará el estado de su futuro no estrictamente por la cuestión contractual sino porque al vasco le interesa que Vinicius entregue lo máximo en el campo y en esta diatriba no lo está haciendo.

Se comprobó en el Mundial de Clubes. Vinicius no era Vinicius. Se notó en el césped que no estaba bien y que el distanciamiento y la tensión de las conversaciones le afectó. Nunca es bueno que los profesionales del balón se inmiscuyan en esos diálogos contractuales porque desgastan mucho. De hecho, son los agentes en los que se reúnen habitualmente con José Ángel Sánchez, director general de la entidad. Pero era evidente que el brasileño se ha implicado demasiado en el litigio.

La pugna de intereses, que es lícita porque cada uno defiende su parcela, ha afectado a su rendimiento. El número siete no estaba emocionalmente concentrado en el balompié. Alonso le va a decir que eso no puede suceder, porque lo único que consigue es perjudicarse a sí mismo. Si no juega bien, sus peticiones se diluyen en la hierba.

En Estados Unidos iba a perder la titularidad en el enfrentamiento con el PSG y la lesión de Trent le devolvió al once. Un canterano estelar, Gonzalo, le quitaba el sitio en el partido más importante del torneo. Al final jugó, pero por la banda derecha. Tenían prioridad Mbappé por la izquierda y Gonzalo de ariete.

Era un aviso. Xabi mantendrá una cumbre con él para que no haya un segundo aviso en la 'plaza' y para que finalmente el toro no vaya a los corrales, al banquillo. El objetivo del tolosarra es claro. El brasileño tiene que involucrarse en volver a jugar bien y solo en eso. Dejar la renovación a los representantes y no implicarse psicológicamente en ella.

Medio año sin la concentración necesaria

La verdad es que Vinicius no está concentrado absolutamente en jugar bien desde enero. Y no fue únicamente por perder el Balón de Oro, sino por lo que significaba. Al quedar segundo en la clasificación ya no podía atacar la cuestión de su renovación con ese premio por bandera. No era reconocido oficialmente como el número uno del mundo, aunque lo era, y no podía presentarse como el mejor del mundo ante la plantilla del Real Madrid, por delante de Mbappé. Si, hablemos claro, eso era importante porque sus celos con el francés son la otra faceta desenmascarada de su desconcentración, una cuestión de orgullo personal que afecta a su renovación y al dinero que pide. Todo está relacionado.

Perder el Balón de Oro se unió posteriormente al distanciamiento en las posturas económicas de una hipotética renovación. Y Vinicius descendió en sus prestaciones. El entrenador tiene que hacerle superar este escollo dual, deportivo y psíquico. Va a decirle que posee unas condiciones físicas y futbolísticas encomiables y que debe volver a sacar el mayor provecho de ellas. Va a explicarle lo que el FIFA World Player ya ha atisbado en el Mundial de Clubes: su sistema exige que los delanteros defiendan y ese doble trabajo supone una concentración total en el fútbol.

El entrenador va a ser tajante con el muchacho: Vinicius, tienes que volver a pensar en disfrutar del fútbol. Dejar el dinero en segundo plano. El dinero llega si se juega bonito, como dice un amigo suyo.

Xabi debe sacar adelante a Rodrygo

La mala suerte para el Real Madrid fue que el descenso de rendimiento de Vinicius se casó con el bajón de las prestaciones de Rodrygo Goes. Ese doble golpe en el ataque blanco afectó al funcionamiento general del Real Madrid en esta última temporada y los grandes títulos escaparon a otras vitrinas. Mbappé se quedó solo y como llanero solitario consiguió 44 goles.

Rodrygo, hijo predilecto de Osasco, ciudad situada a quince kilómetros de Sao Paulo, dejó de ser importante en el esquema de Ancelotti a partir de febrero. El italiano le mantuvo en el once por una cuestión de apuesta personal. La final de Copa en abril supuso el ocaso de un chico al que Pelé siempre elogió por su calidad. Ahora, el reto de Alonso es recuperar futbolística y anímicamente a Rodrygo.

Xabi hablará sin tapujos con él. Actualmente es suplente y debe superar esa consideración. Le probó en Estados Unidos como titular y suspendió. Ha perdido el puesto y debe mejorar ostensiblemente su aportación para entrar en la alineación inicial. En todo caso, si vuelve a ser el que fue jugará mucho, pero el responsable del plantel ya le ha dejado claro con hechos que su sistema se despliega habitualmente con dos puntas, no con tres, y ahora mismo Mbappé, Vinicius y Gonzalo están por delante de él. De facto, Kylian y Gonzalo están por delante de todos. Goes deberá revertir esta realidad y un capítulo culminante para mover el árbol es realizar las facetas sin balón con sacrificio defensivo. El brasileño está dispuesto.

El jefe de la plantilla, de todos modos, profundizará en la situación particular del paulista para que medite si le conviene continuar o si es mejor que acepte una oferta extranjera con el fin de ser primer espada.

Si se queda en el Real Madrid, no habrá problema. Xabi trabajará a tope con él para que vuelva a mostrar su velocidad, su preciosa finta y su fino regate. Posee talento, aporta chispazos de magia decisiva. El técnico quiere recuperar esa tetera mágica. Queda un mes de mercado y si definitivamente se marcha, 'buenas noches y buena suerte'.

Asencio: ganarse el crédito con Alonso

El fútbol es muy cambiante y hoy estás arriba y al día siguiente en el pozo. Es la ley de este negocio que funciona como una bolsa que sube y baja cada noventa minutos. Raúl Asencio ascendió desde Castilla al Real Madrid en noviembre y en pocos días se ganó la titularidad. La lesión de Militao permitió este salto, al igual que las lesiones de Sergio Ramos hace cuatro años permitieron a Militao asentarse en la defensa. Asencio entró en el once la pasada temporada y su velocidad salvó muchas acciones determinantes en los partidos. Pero cometía también errores mediáticos, penaltis evitables, producto de un exceso de ímpetu.

Xabi Alonso le examinó en el Mundial de Clubes. Le dio minutos, potestad en la retaguardia al lado de Huijsen y Rüdiger. Y en Estados Unidos esos fallos fueron más visibles. No fue el único. Todos erraron. Pero el canario repitió equivocaciones y perdió el crédito. Pidió perdón a la afición. Y apostó por la recuperación de su mejores prestaciones.

Ahora, el trabajo del entrenador es salvar al soldado Asencio. Hablará con él para valorar cómo se encuentra anímicamente, porque la meta del máximo responsable deportivo del Real Madrid es que Asencio, al igual que todos sus pupilos, crean en sí mismos y tengan una total seguridad para jugar en este equipo. La debilidad no vale en este club. Si eres débil la presión te derrota y los propios compañeros te arrollan con su liderazgo.

El preparador debe testar al canterano, psicológica y futbolísticamente. Hará una labor dialéctica para sacar lo mejor de él y devolverle la fe en sus posibilidades. Alonso necesita tres centrales seguros y el examen de Raúl es si puede ser uno de los tres.

El lunes comienzan los exámenes y Xabi es un gran profesor. Asencio se examina para diplomarse. Vinicius y Rodrygo se examinan para saber si se doctoran.