Xabi Alonso comienza el reto más importante de su vida: ser leyenda como entrenador

No importa cómo, pero sí el qué. El Real Madrid ha fichado a Xabi Alonso para recuperar el qué, la victoria en las grandes competiciones, y no importa cómo. El fútbol de este siglo ha cambiado mucho y ahora las figuras son menos estelares y la preparación física ha igualado las diferencias en tal manera que un equipo puede ganar con mucho gladiador y pinceladas de talento. El nuevo entrenador estrenó el traje blanco en el Mundial de Estados Unidos, dirigió a sus hombres durante un mes, conoció el paño en directo, trató de cerca a sus pupilos, observó las virtudes, apuntó sus defectos y ahora se examina de verdad.

Triunfal en el Leverkusen, el guipuzcoano ha sido fichado por Florentino Pérez para que aplique sus métodos modernos en este balompié basado en el esfuerzo generalizado de los once jugadores en ataque y defensa, en unas estrategias conjuntas que dejan poco sitio al verso libre, al perro verde que va a su aire y marca un gol cuando nadie lo espera. Cristiano fue el último mohicano de esa estirpe. La cúpula de la entidad quiere que Xabi introduzca totalmente al Real Madrid en este nuevo estilo de la tercera década del siglo sin dejar de imperar con la calidad de sus estrellas. El lunes 4 de agosto comienza una nueva era para el vasco y la casa blanca espera que también comience una gran etapa para el equipo que tuvo a ese técnico como futbolista durante un lustro.

Florentino Pérez contrató a Xabi como centrocampista en 2009 cuando regresó a la presidencia. El dirigente deseaba dar una vuelta de tuerca a la plantilla y junto a Xabi llegaron Cristiano, Benzema, Kaká y Arbeloa. Ahora, el presidente da otra vuelta de tuerca y busca un cambio hacia la modernidad tras las eras clásicas de Zidane y Ancelotti. Hoy empieza un periodo de profunda transformación interna. Después de los análisis físicos y médicos que pasarán sus futbolistas llegará el primer entrenamiento de la temporada, con vistas al estreno liguero del 19 de agosto frente al Osasuna. Ya no hay margen de error. El examen final durará diez meses.

Alonso tendrá la potestad de cambiar todo lo que considere necesario en la forma de jugar y en los hombres de su alineación. Este segundo apartado se da por supuesto, como la valentía en la antigua mili, pero hay que subrayar este punto porque ya observamos en el Mundial de Clubes que el preparador actuó con total libertad para quitar del once a futbolistas cotizados y alinear a jóvenes promesas de presente y de futuro. No es sencillo sentar a jugadores consagrados en una gran entidad, con un valor de mercado millonario. No es lo mismo que tomar decisiones al frente de un conjunto modesto, donde no hay figuras de caché internacional.

Xabi impuso sus ideas incondicionales en Estados Unidos. Tenía que demostrar la personalidad y carácter que instauró en Alemania. Para eso le trajeron. Y lo hizo desde el primer día. Convirtió a Gonzalo en titular, por méritos ganados. Y explicó al joven Mastantuono que cuenta con él y jugará. Los dos forman parte del grupo.

Poner al equipo en disposición de volver a ganar

Este es el planteamiento que la dirección deportiva del Real Madrid ha hecho junto al nuevo preparador: tienen que jugar los hombres que mejor se adapten a este fútbol moderno apuntalado en la velocidad, la potencia, la resistencia física y la disciplina táctica para atacar y defender sin desmayo. La calidad estará a los pies de Mbappé, de Vinicius, de Güler, de Huijsen, de Mastantuono y de Bellingham cuando reaparezca, pero tanto ellos como el resto de profesionales deberán realizar las estrategias que han hecho importante al técnico que revolucionó la Bundesliga y consiguió que el club de la aspirina, el Bayer, diera un enorme dolor de cabeza al Bayern de Múnich. Para eso le han fichado en la casa blanca. Para tomar decisiones difíciles, las que cambian todo el panorama de una plantilla. El continuismo es la antítesis de Alonso.

Le han fichado para dar un salto cualitativo en los esquemas de juego, con esas variantes constantes cuando se tiene y no se tiene el balón, pasando del 3-5-2 al 5-4-1 en unos segundos, para defender, presionar, robar la pelota y volver a atacar. Fíjense, el fútbol ha cambiado enormemente desde hace setenta años y sin embargo hay virtudes eternas. Alfredo di Stéfano, que conoció bien a Xabi, bajaba, robaba, mandaba, gritaba, creaba la nueva jugada y la remataba él mismo, con centros de Gento, Rial o Kopa. Di Stéfano sería un futbolista válido para esta época con la alimentación y la preparación física de hoy. De esto trata el ideario de Alonso: los futbolistas de gran talento deben implicarse en el trabajo defensivo. Y les aseguro que no es sencillo.

Unos cambios de estilo que exigen más cambios

Decimos que Xabi viene a llevar a cabo una revolución porque sus criterios tácticos de fútbol total exigen un desgaste físico monumental que requiere otras medidas drásticas. El fútbol total que aplica el guipuzcoano se define por ese movimiento conjunto de los once hombres como un barco, que atacan y defienden sincronizados, arriba y abajo, con el fin de que las líneas estén cercanas y no haya hombres descolgados del sistema.

Este esfuerzo supone un sacrificio grande que se acusa gradualmente a medida que se disputan varios partidos cada tres días. Por eso, el técnico programa habitualmente tres y hasta cuatro novedades en cada alineación cuando su equipo vive la temporada regular. Una rotación mayúscula que se potencia con los cambios que realiza intrínsecamente en cada partido. El nuevo responsable del Real Madrid tiene pensadas siempre dos o tres sustituciones a la hora de juego, con el fin de inyectar mayor poderío y otras ideas al esquema. El rendimiento de cada jugador y la situación del encuentro marcarán la decisión de quienes son los afectados. No tiene decididos los nombres, los hombres a relevar, sino que reacciona y elige según las necesidades del conjunto para dar un golpe de mano.

Esos relevos en los segundos tiempos no queman a los titulares y dan protagonismo a otros hombres. Y no son cambios de última hora, en el minuto ochenta, sino variantes importantes que introduce en el juego a partir de la hora de partido. Es una filosofía que duplica la rotación inicial que ya ejecuta ante cada encuentro. Todos estos capítulos revolucionan el sentido del fútbol que ustedes han vivido en los últimos tiempos. Zidane, Ancelotti, Ernesto Valverde, son entrenadores formados y criados en otro balompié.

Cuenta con todos los futbolistas, su ideario requiere dos onces

Xabi Alonso necesita muchos futbolistas para imponer sus ideas. El esfuerzo físico que demanda su esquema exige tener dos alineaciones. El propio técnico fomenta la competencia interna con dos hombres para cada puesto o incluso tres, como sucede con Carreras, Fran García y Mendy para el lateral izquierdo. Lo mismo ocurre con los centrales: Huijsen, Rüdiger, Militao, Asencio y Alaba. En cada envite alineará a dos o a tres, según el sistema que aplique. Y Tchouaméni es una sexta carta en ese eje de una retaguardia que por el flanco derecho vivirá una emocionante pelea entre Trent y Carvajal.

En la delantera, Gonzalo se ha introducido en una bonita batalla junto a Mbappé, Vinicius, Rodrygo, Brahim y Endrick, quien obtendrá el alta en septiembre. Y en el centro del campo están Valverde, Güler, Ceballos, Camavinga, Tchouaméni, Bellingham y el inminente Mastantuono. El inglés es baja hasta octubre, ausencia que no simplifica la dura competencia por ocupar los tres puestos titulares de la línea media, que en ocasiones serán cuatro.

Competitividad extrema

La portería ofrece el duelo entre Courtois y Lunin. El belga es el elegido y la destreza del ucraniano es que suele responder muy bien cuando Thibaut sufre una dolencia.

Asimilar mentalmente que el trabajo defensivo es imprescindible

El resultado de todo este planteamiento es que el preparador calienta la competitividad entre sus pupilos. Y cuenta con todos los jugadores que quieran quedarse en el Real Madrid, porque le van a ser necesarios. Solo Alaba ha recibido la propuesta de marcharse con la carta de libertad y el pago de parte de su último año de contrato, porque no jugará. Sus problemas en la rodilla le han derrotado.

Queda un mes de mercado y se habla del futuro de Rodrygo y de Ceballos. Hasta hoy nadie ha dicho que quiera irse del conjunto madridista. A Xabi Alonso no le sobran. Su ideario de rotación perenne necesita futbolistas cualificados. Otra cosa es que todos asimilen física y mentalmente este concepto de jugar bien con balón y luego morder y defender para recuperarlo. El nuevo preparador lo considera imprescindible. Tiene mucho trabajo por delante en este apartado.

Mbappé, la figura de este sistema dual de ataque y presión

Este primer lunes de agosto comienza una nueva era en el Real Madrid. La implementación de otro fútbol, de otra forma de jugar. De un sistema de ataque y de presión que van unidos, no son parcelas distintas. El Real Madrid ataca con la pelota en su poder y ataca sin la pelota para obtenerla de nuevo. No vale esperar a que vuelva el balón cuando sea para atacar otra vez. Es el propio hombre que ha perdido la pelota el primero que tiene que intentar recuperarla. Y así todos. Hay que adaptarse a este despliegue general.

El libro de Xabi señala como prioritarios a los futbolistas polivalentes, multiusos, sacrificados, fuertes, resistentes, valientes, comprometidos con la causa. Su idea los selecciona en esencia. Los que valen para un roto y un descosido y además son eficaces. Gonzalo, Valverde, Fran García, Huijsen y Tchouaméni son sus prototipos. Ya han destacado con él en Estados Unidos.

Mbappé, máximo goleador europeo en su primer curso vestido de blanco, será la figura de un esquema moderno que busca recuperar la pelota y recuperar los grandes títulos. La apuesta está firmada por Xabi Alonso y es de órdago a la grande. Están citados quienes la secunden. Veinticinco nombres les hemos dado, cada uno en su línea de combate. Día: lunes 4 de agosto. Hora: nueve de la mañana. Lugar: Valdebebas. Santo y seña: reeditar el dominio en Europa.