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27 de abril de 2024

Vinicius celebra su gol junto a Bellingham

Vinicius celebra su gol junto a BellinghamAFP

Real Madrid 1-1 RB Leipzig

Un mal Real Madrid sufre, pero se clasifica a cuartos en la Champions

No por habitual en estos últimos años deja de sorprender. Ha cogido una mala costumbre el Real Madrid, en la Champions League, de relajarse en los partidos de vuelta de las eliminatorias cuando tiene ventaja de la ida. Y es que el 0-1 cosechado en Alemania era bueno, pero no definitivo. Y el RB Leipzig un conjunto peligroso, que rozó el gol en más de una ocasión.
Al final la moneda, y esto tampoco es casualidad, le volvió a salir cara al Real Madrid. Sufrieron, sí, pero ningún equipo tiene la capacidad para sobrevivir, cuando los nervios más queman, que tienen los de Chamartín. Hasta el punto de que, en realidad, lo que ocurrió no le pudo sorprender a nadie. En una defensa ferviente de empirismo, los jugadores del Real Madrid llevan años diciéndole a Europa que, cuando el reloj marca la hora y el balón de las estrellas echa a correr, ellos son los mejores. Y lo son simplemente porque se han visto en situaciones así con mucha más asiduidad que sus rivales.
Sorprendió un poco Carlo Ancelotti en su elección de jugadores, apostando por un conservadurismo poco habitual en él. Sin embargo, analizándolo con perspectiva, tenía todo el sentido del mundo. Al sacrificar a Rodrygo y meter un centrocampista más, desplazando a Valverde a la banda, el entrenador italiano se reforzaba por dentro ante un equipo, el RB Leipzig, que representa como nadie la nueva escuela alemana de colapsar el carril central en sus fases con balón, rellenándolo hasta la saciedad.
El Leipzig salió como se tiene que hacer en un partido de Champions donde hay que remontar: sin guardarse nada. Y el Madrid recurrió al mejor cloroformo que ha conocido la competición europea en la última década: Toni Kroos. A partir de bajar entre centrales, juntar pases y mover al rival, el alemán le cortó el ritmo al conjunto rival. Cuando en décadas venideras se rememore este período de tiempo en el que el Real Madrid controló la competición indomable, muy pocos nombres deberían resonar más que el de Toni.
Lunin se tuvo que esforzar en la primera parte

Lunin se tuvo que esforzar en la primera parteAFP

Emparejando a su rapidísima pareja de delanteros ante unos centrales del Real Madrid que querían defender lejos de su área, el Leipzig encontró buenas oportunidades al contraataque pero, al igual que en el encuentro de ida, le falló la definición. Quien perdona lo paga; quien perdona ante el Real Madrid en Champions, está muerto.
La primera parte no pudo ser más desalentadora para la afición blanca. La idea de Ancelotti, descrita antes, no acabó de funcionar ante un conjunto alemán que, principalmente a partir de la figura del finísimo Xavi Simons, lograba conectar dentro e inclinar el campo hacia su favor, rondando la portería de Lunin y generando oportunidades de sobra para adelantarse en el marcador.
Dio un giro de tuerca Ancelotti en el descanso, dando marcha atrás respecto a sus decisiones. Dentro Rodrygo para incrementar amenaza, y fuera un desacertado y aceleradísimo Camavinga. Seguían los alemanes merodeando el área, cada vez yéndose más arriba fruto de la desesperación por el correr del reloj, lo que a su vez provocó que el Real Madrid, por fin, también se acercó a la portería contraria.
En una de esas, tras una pérdida del Leipzig en campo rival, Bellingham recuperó, echó a correr y convirtió el Bernabéu en su jardín de casa. Nadie le pudo parar, ninguno se le acercó, y el inglés culminó su conducción fantasiosa con una asistencia que Vinicius convirtió en gol. De la sociedad entre estos dos, de su capacidad de retroalimentarse, dependen las promesas de gloria europea del equipo.
El Leipzig, lejos de desplomarse, consciente de que no tenía nada que perder, se desmelenó. La tuvo primero Simons, en una ocasión salvada de forma milagrosa, y apenas un minuto después el central húngaro Willi Orbán cabeceó a gol para volver a situarles a un tanto de la prórroga.
Xavi Simons, un jugador destinado a tener muchas noches de este calibre, se echó al equipo a la espalda y puso al Madrid contra las cuerdas. El Leipzig ya no es un novato en estas lindes, sin ir más lejos hace cuatro años llegaron hasta las semifinales, pero su apuesta por construir con talento joven les penalizó en esta eliminatoria. Lograron producir mucho, pero convirtieron muy poco. No hubo más.
El Leipzig merodeó la portería de Lunin todo el partido

El Leipzig merodeó la portería de Lunin todo el partidoAFP

Ni menos. Las tuvo el Leipzig, seguramente lo mereció. Pero en el ambiente que se respiraba era que su aventura llegaba hasta aquí. Olmo envió el balón al travesaño, pero murieron en la orilla. El Madrid completó un encuentro muy por debajo de sus posibilidades, uno que Europa nunca perdona...salvo con ellos.
El dominio que tienen los jugadores del Madrid en cada acción, reviviendo sus glorias pasadas, es inalcanzable para el resto de contendientes. El bucle infinito es el Real Madrid tiranizando la Champions League.

Ficha técnica

Real Madrid: Lunin; Carvajal, Rüdiger, Nacho, Mendy; Kroos (Modric, 77´), Tchouaméni, Camavinga (Rodrygo, 45´); Valverde, Bellingham (Joselu, 84´), Vinicius

​RB Leipzig: Gulácsi; Henrichs, Orbán, Lukeba, Raum; Haidara (Kampl, 89´), Schlager (Elmas, 84´); Olmo, Simons; Sesko (Baumgartner, 84´), Openda (Poulsen, 77´)

​Goles: 1-0 Vinicius (65´): 1-1 Orban (68´)
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