Gundogan posa con la camiseta del Barça
El mercado de fichajes 'low cost' que muestra la debilidad económica de la liga española
Salvo el Real Madrid, que ha hecho un gran desembolso por Bellingham, todos los equipos son incapaces de hacer grandes incorporaciones
El mercado de fichajes de este verano está siguiendo la tónica de las pasadas ventanas en LaLiga. Mientras Arabia Saudí y la Premier revientan el mercado, en España únicamente se firman jugadores que llegan libres o por unas cantidades muy pequeñas. No hay dinero en LaLiga y la única manera de competir con el resto de grandes campeonatos europeos es esperar a que los jugadores finalicen sus contratos y se vean atraídos por una liga que años atrás era la mejor del mundo.
A excepción del Real Madrid, ningún equipo está pudiendo hacer grandes fichajes. El mayor desembolso lo ha hecho el Atlético de Madrid en Antoine Griezmann, 20 millones de euros por volver a tener en propiedad al jugador francés. No obstante, y aunque cuente como parte de este ejercicio económico, lo cierto es que los rojiblancos anunciaron este acuerdo a principios de octubre del año pasado.
Por tanto, teniendo en cuenta que fue un fichaje que no pertenece a esta ventana, la cantidad más grande desembolsada este curso sin contar el de Jude Bellingham al Real Madrid por 103 millones de euros, son los 12 millones pagados por el Sevilla para firmar a Loic Badé, que hasta ahora estaba jugando en Nervión en calidad de cedido. La entidad hispalense tenía una opción de compra por el futbolista y tras su éxito en la Europa League se ha lanzado a por su contratación.
Como nuevas caras, el mayor precio que se ha pagado en LaLiga son los cinco millones de euros que ha puesto el Atlético para incorporar a Javi Galán. El lateral izquierdo, proveniente del Celta, se incorpora al conjunto rojiblanco para reforzar una defensa en la que han incorporado también a Azpilicueta y Söyüncü, ambos procedentes de la Premier y los dos llegando con la condición de libre.
El Barça, solo fichajes a coste cero
El vigente campeón de liga es otro de los que solo se está reforzado con jugadores que aterrizan en la Ciudad Condal sin equipo. Íñigo Martínez, Ilkay Gündogan y Oriol Romeu –por algo más de dos millones– son hasta el momento las tres incorporaciones que ha hecho un Barcelona que en las últimas fechas la mayoría de sus fichajes son de esta manera, pues a ellos se suman: Eric García, Andreas Christensen, Franck Kessié o Marcos Alonso, que son los futbolistas de la actual plantilla que llegaron gratis de otros equipos.
Volviendo a este mercado, no parece que el Barcelona vaya a hacer ningún desembolso. Las cuentas del equipo catalán son las que son y parece improbable que puedan cuadrarlas para poder acometer una gran operación. Es cierto que la marcha de Busquets y Jordi Alba ha liberado mucha masa salarial, pero Laporta ya ha dejado claro que Romeu es el sustituto en el pivote, mientras que el hueco que deja el lateral se cubrirá con lo que ya hay en plantilla.
Para el resto de equipos tampoco van muy diferentes las cosas. Por ejemplo, el Villarreal ha visto como el Chelsea ha pagado la cláusula de Nico Jackson, su principal estrella y lo han tenido que sustituir con Ben Brereton, procedente del Blackburn a coste cero.
A esto hay que sumarle la marcha de Gerónimo Rulli en el mercado de invierno, jugador que no ha sido sustituido por el momento, y las marchas de Pau Torres (Aston Villa) y Samu Chukwueze (AC Milan) dejando entre los tres 110 millones de euros. Una cifra de la que solamente han gastado diez 'kilos' para traer a Sorloth. Todo lo demás fichajes gratis.
Una bajada de calidad
Es evidente que la calidad de la competición española ha bajado en estas últimas temporadas. Esto se ve reflejado perfectamente en el coeficiente europeo. En la temporada que acaba de finalizar, la liga española ha quedado como cuarta mejor clasificada, por detrás de la Premier, la Serie A y la Bundesliga.
Esto deja claro que LaLiga tiene cada vez más complicado acercarse a la Premier. Los estrictos controles financieros de Javier Tebas, presidente de la competición, dejan poco margen de maniobra para incorporar jugadores de primer nivel y provoca que año tras año deban reinventarse, para que después lleguen el resto de grandes ligas a por los que han destacado y paguen la cláusula de rescisión además de ofrecerles contratos mucho más atractivos.
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