El Madrid salva los muebles en un partido en el que sufrió más de lo que debía

El Real Madrid ha conseguido vencer al Celta de Vigo en el Santiago Bernabéu con un doblete de Kylian Mbappé. El Madrid ha sabido desbaratar los planes de Giráldez y dejar los tres puntos en casa, con un ajustado 3-2, en el partido correspondiente a la 34ª jornada de la Liga. Un incombustible Mbappé y un brillante Güler, ambos suplentes en la final de Copa, guiaron a un equipo que sigue de cerca al Barça, del que solo le separaría un punto en caso de ganar en Montjuic el domingo que viene en un nuevo Clásico.

Los de Ancelotti sabían de su necesidad de conseguir los tres puntos para seguir luchando por la Liga, mientras que los vigueses no podían perder para depender de si mismos para entrar en la Europa League. El cuadro madrileño se presentaba sin muchas rotaciones con respecto a la final de Copa contra el Barça, a excepción de Arda Güler, quien ha jugado por la banda derecha, y la presencia de Tchouameni ocupando la plaza de central, por el amplio número de bajas en defensa del Madrid.

El conjunto blanco llevaba convocados hasta cinco canteranos, aunque ninguno de ellos partió desde el inicio. Por su parte el Celta apostaba por un tridente en ataque formado por Fernando López, Alfonso González y como no el máximo artillero del equipo celeste, Borja Iglesias, para tratar de penetrar la defensa madridista que tantas aguas parecía hacer en la final de Copa. En el Santiago Bernabéu se respiraba un ambiente propio de una final, y es que no es para menos, ya que el Madrid debía aprovechar esta oportunidad en su feudo para no cesar en su lucha por el liderato. La hinchada merengue no tardó en recibir con pitos el anuncio del colegiado del partido, Jesús Gil Manzano.

La grada visitante se encontraba a rebosar de camisetas celestes, y es que los aficionados celtistas sabían de la importancia de este choque. Los gallegos festejaban desde antes del comienzo del encuentro hasta el final, premiando a sus jugadores por una gran temporada que podía culminar en una clasificación épica a la segunda competición europea. En los primeros compases del partido, los de 'Carleto' salieron cómodos sabiendo tener el balón y generando incluso alguna ocasión de peligro antes del minuto 10. Pero los pupilos de Claudio Giráldez tampoco se quedaron atrás y pusieron a prueba a Courtois por medio de Borja Iglesias.

Festival de goles

El partido se calmó hacia el minuto 20, el Madrid controlaba el balón, aunque sin generar mucho peligro, mientras que el Celta se encontraba cómodo recuperando el esférico y saliendo al contragolpe. Fue en el minuto 32 cuando llegó el primer tanto del encuentro, Arda Güler colocó un balón en la escuadra desde la frontal del área, tras la salida de un córner, devolviendo a l técnico italiano la confianza depositada en el. Y poco tardó en llegar el segundo de los merengues, el galo, Mbappé, aprovechó un contraataque de la mejor forma posible, con un fogonazo que acabó en la misma escuadra que el anterior gol. En el 44' llegó la primera cartulina del partido para Bellingham, quién rozó con los tacos a Fer López. El Madrid se vino arriba y continuó atacando hasta la conclusión de la primera mitad, aunque sin más goles.

La reacción del Celta

Al inicio de la segunda parte, en el 47', Mbappé transformó su doblete en el partido y el tercer gol de su equipo. Giráldez agitó el árbol con un doble cambio, en el minuto 53, para tartar de paliar el buen momento por el que pasaba el equipo local. Pero aún así, los merengues siguieron inquietando la portería del veterano, Guaita, buscando el cuarto gol. Pero fue el Celta el que recortó distancias en el 68', Javi Rodríguez mandó a guardar un rebote dentro del área para darle picante al partido. El Celta trató de meterle una marcha más al encuentro para tratar de aprovechar el 'efecto gol'. Y así fue, en el 75', justo después de la entrada de Iago Aspas, Swedberg mandó el balón al fondo de las mallas de la portería defendida por Courtois, complicándole la vida al cuadro de Chamartín. El hambre de los vigueses no cesó y el guardameta belga tuvo que evitar el 3-3 in extremis.

El ambiente del partido se empezó a caldear tras una polémica acción en la que los madridistas reclamaron una falta sobre el delantero francés al borde del área, que no fue concedida por Gil Manzano. Las ocasiones se sucedían para ambos equipos aunque sin que ninguno consiguiese volver a encontrar la fortuna del gol. Así llegó el partido a los últimos compases, en los que aún con mucho suspense, no se movió más el marcador.