Mbappé y Vinicius le protestan una acción a Muñiz Ruiz durante el Real Madrid - Sevilla
El Madrid constata que Negreira «sigue vivo», que el arbitraje no ha cambiado y que esto «no puede seguir así»
Penalti regalado al Barcelona y penalti de Joan García a Rafa Marín no señalado, además de una expulsión polémica: las ayudas al Barça deciden puntos y Ligas
El trato diferente es determinante: al Real Madrid no le señalaron en Gerona y Vitoria dos penaltis de verdad y hoy podría compartir liderato con el Barcelona y está a cuatro puntos
Así no podemos seguir. El arbitraje español no puede continuar así. Enríquez Negreira dejó, asustado, al Comité Técnico de Árbitros en 2018, nada más conocerse por Hacienda que el incombustible presidente de los colegiados había cobrado 8,4 millones del Barcelona a lo largo de 17 años. «Para que no hubiera arbitrajes en contra del Barcelona», según declaró él mismo ante la Justicia. Sin embargo, los herederos de Enríquez Negreira persisten vivitos y coleando en el arbitraje español, dirigiendo partidos y formando parte importante del Comité Técnico.
El arbitraje de Alberola Rojas en Villarreal, con tres decisiones clave en contra del equipo castellonense que decantaron los tres puntos, ha sido la antepenúltima gota que ha colmado el vaso de la falta de equidad de los colegiados españoles. Es imposible creer que imparten justicia deportiva porque todas sus decisiones ayudan de forma tajante siempre al mismo club, el Barcelona.
Son decisiones que contrastan radicalmente con los arbitrajes que suele soportar el Real Madrid a lo largo de esta veintena de años de José María Enríquez Negreira cobrando dinero del Barcelona.
Las últimas pruebas son los dos penaltis claros no señalados sobre Rodrygo en Gerona, que costó dos puntos a los blancos, y sobre Vinicius en Vitoria. Así se deciden las Ligas.
El Villarreal, muy indignado
Marcelino y sus jugadores hicieron un buen partido y mostraron una enorme indignación tras la labor arbitral sufrida frente al Barcelona. Era un encuentro importante en la Liga porque el líder se enfrentaba a un equipo clasificado en zona Champions. Y los jueces futbolísticos le echaron una mano e incluso las dos para superar el escollo sin perder puntos.
Destacó el entrenador del conjunto amarillo que incluso quedándose con diez hombres desde el minuto 39 crearon tantas ocasiones como los azulgranas, dato que reflejaba una vez más la debilidad defensiva del Barcelona. Pero el técnico del Villarreal se lamentaba especialmente de la diferente vara de medir que sufrió su equipo.
Las tres jugadas determinantes dieron la victoria a los huestes de Hansi Flick. La primera acción polémica fue el presunto penalti de Santi Comesaña sobre Raphinha. Fue el delantero brasileño quien se echó sobre el defensor local, que encogió la pierna para que no hubiera zancadilla. Hasta el barcelonismo más irredento dijo que era muy dudosa la pena máxima que Raphinha transformó en gol al comenzar el duelo. Alberola Rojas puso en ventaja a la escuadra catalana muy pronto.
La segunda decisión del colegiado acabó con la mejor fase de fútbol del Villarreal en busca del empate. Sancionó con tarjeta roja una fuerte entrada de Renato Veiga sobre Lamine. Si hubiera mostrado amarilla también habría acertado. «He visto entradas más duras en esta jornada en las que solo se mostró cartulina amarilla», adujo Marcelino. Esa inferioridad numérica obligó al Villarreal a tener menos el balón y jugar al contragolpe.
Pero con diez pujó por el empate. Creó varias oportunidades de gol. Y el colegiado le privó de la igualada en un penalti cometido por Joan García, portero visitante, quien golpeó a Rafa Marín dentro del área en la disputa de un balón. Alberola Rojas no pitó la pena máxima. Todos los veredictos del colegiado fueron a favor del Barça. Ha sido la tónica durante este siglo. El Villarreal se lo temía.
Haciendo la cuenta fácil solo de las últimas jornadas, al Real Madrid de Xabi le quitaron dos puntos en Gerona y al Barcelona le pitaron todo a favor en la difícil salida de Villarreal. El Barcelona mantiene los cuatro puntos de ventaja sobre el eterno rival. Hagan ustedes la cuenta. Ha sido la tónica de la era Negreira, ayudar a los azulgranas en los momentos clave, cuando las cosas se complican, cuando la clasificación puede igualarse.
El Real Madrid sabía desde el principio que su extensa guerra arbitral en busca de la justicia, que ha endurecido desde que se descubrieron los pagos del Barcelona a Negreira, iba a tener un alto coste en las actuaciones de los jueces, porque hay un club que desea quitarles su trabajo y que vengan otros colegiados no impregnados por la influencia de Enríquez Negreira. Pero nadie esperaba que el precio fuera tan caro y tan descarado, porque hoy las imágenes dejan todo en evidencia.
13 títulos del Real Madrid en la era Negreira
Esta ha sido la tendencia de los arbitrajes a lo largo de este siglo. El propio Joan Laporta, que cuadruplicó el sueldo de Negreira, manifestó que los pagos al vicepresidente arbitral comenzaron en la presidencia de José Luis Núñez. Y se quedó tan tranquilo, como si no hicieran nada malo.
La animadversión de la Federación Española con el Real Madrid, el antagonismo, se engrandeció de manera irreparable desde principios de siglo cuando el club solicitó un cambio general en el arbitraje y Ángel María Villar se negó.
De aquellos barros vienen estos lodos. La entidad madridista apoyó la candidatura de Gerardo González Otero en las elecciones federativas de 2004, en contra de Villar. González Otero las perdió. Desde entonces, 2004, el Barcelona pagó a Negreira. Y el resultado es claro. Nueve Ligas ganó el Barcelona en el reinado de Enríquez Negreira. Más campeonatos ligueros que nunca en su historia. Un total de 22 títulos sumando Copas y Supercopas españolas. También más que nunca en la historia azulgrana. Muy sospechoso. Por el contrario, el Real Madrid sumó 13 títulos nacionales en ese periodo. Menos que nunca desde que Di Stéfano y Gento ficharon por el Real Madrid en 1953. Es mucho más que sospechoso.
La cronología de los hechos delata a todos. Y permite entender al profano el por qué de todas estas batallas. El Real Madrid solicita un cambio estructural total del Comité Técnico y del arbitraje español porque ahora han cambiado las caras, ya no están Villar, Sánchez Arminio y Negreira, pero no ha variado el fondo. Las críticas a las directrices arbitrales y a la actuación tendenciosa del VAR, denunciado ante los juzgados y acusado por la Justicia por manipular imágenes en contra de Vinicius, también han acabado con Medina Cantalejo al frente del Comité y con Clos Gómez en el VAR, que era la mano ejecutora de Enríquez Negreira. Han cambiado las caras, los nombres, pero hoy son los mismos perros con distintos collares, porque la tendencia arbitral persiste en el tiempo. En el siglo. Enríquez Negreira dimitió corriendo en 2018, cuando Hacienda descubrió que cobraba cantidades millonarias del Barcelona, y en 2025 los arbitrajes continúan igual.
Esta es la razón por la que la entidad presidida por Florentino Pérez pide esa transformación absoluta del engranaje del Comité Técnico de los colegiados. Muchos de los jueces que dirigen los partidos se formaron en la era Negreira y progresaron en su carrera siguiendo las normas que marcaba Enríquez Negreira, que era el ejecutor de una política regida por Ángel María Villar y Victoriano Sánchez Arminio, el presidente de los árbitros españoles durante las tres décadas de Villar al mando de la Federación.
El lector que no conozca estos entresijos dirá que Negreira se ha ido y que que ya se acabó todo, pero no es así. Enríquez Negreira decidió los ascensos y descensos de los colegiados de tal manera que todos los que ustedes ven ahora en Primera División ascendieron gracias a una política trazada por él. Muchos, demasiados, le tienen que dar las gracias porque gracias a él llegaron arriba.
El Real Madrid piensa que no puede continuar un solo colegiado formado en la era Negreira. Por eso analiza que para cerrar la etapa negra de Negreira deben entrar a la plantilla del Comité Técnico árbitros nuevos y que dejen la Primera División los actuales. Esta solicitud de «despido» de los colegiados les permite reflexionar a ustedes que arbitran en contra del Real Madrid porque les quieren privar de cobrar 550.000 euros anuales a los Internacionales y 300.000 euros anuales a todos los demás. No van ustedes nada descaminados. No va a suceder. Y ahora comprenderá el lector la animadversión que soporta el Real Madrid por parte de quienes son los jueces.