Rafael Nadal durante el torneo Pro Am Castelló, en 2011
¿Puede convertirse Nadal en profesional del golf?
El tenista español posee un hándicap que le permitiría jugar grandes torneos, aunque él mismo ha rechazado varias veces esta posibilidad
Más de una vez se le ha preguntado a Rafael Nadal por la posibilidad de continuar con su actividad deportiva profesional en el golf cuando abandone el tenis. Él mismo ha rechazado la idea las mismas veces que se le ha preguntado. Una negativa que choca, en parte, con una afición donde es más que un destacado practicante. Ya en los inicios de su carrera, y durante la aparición de su lesión crónica en el pie que pudo dar al traste con su futuro en el tenis, se rumoreó que, de darse la obligada retirada, la alternativa hubiera sido apostar por el golf como profesión.
Emular a Ellsworth Vines
Hay un runrún en medio del silencio porque aquello, la profesionalidad de Nadal en el golf, pudiera algún día hacerse realidad. Según la Real Federación Española de Golf, el hándicap (el número de golpes que un jugador amateur necesita para realizar un recorrido, respecto al número de golpes estipulados, el par del campo) del mallorquín es de -1,2, aunque hay quien apunta a un registro mejor. Esto significa que de jugar un torneo profesional no partiría con golpes de ventaja. El pasado fin de semana el tenista español quedó segundo en el torneo Baleares Mid-Amateur para golfistas no profesionales con un recorrido de 74 y 77 con un par del campo de 72.
Sin dedicación absoluta parece una más que notable tarjeta que la constancia y el gusto por el deporte en particular del profesional podrían mejorar. Acostumbrado a sorprender al mundo, como en su última y grandiosa victoria en el Open de Australia, a nadie le debe de parecer un reto imposible ver a Nadal jugando en el futuro a golf profesional. No sería la primera vez que un tenista de éxito lo consigue también con los palos.
Rafael Nadal juega al golf en Cerdeña en 2019
Ellsworth Vines fue un jugador estadounidense de los años 30, que medio siglo después aún era considerado el mejor tenista de la historia. Su gran rival de entonces, Donald Budge, el único, junto a Rod Laver, en ganar el Grand Slam en un mismo año, dijo eso mismo de él, palabras mayores, en los tiempos de sus grandes enfrentamientos. Con 31 años y después de una década dedicada a la raqueta, se convirtió en golfista profesional. Pero antes había comenzado, durante sus últimos años en el tenis, como Nadal, en torneos de aficionados.
Jugó tres veces el Masters de Augusta, siete el PGA y cuatro US Open. Su mejor resultado fue en el PGA en 1951, donde alcanzó las semifinales. En 1945 ganó su primer torneo en California. Al año siguiente ganó el Abierto de Massachussets. En el 51 ganó el PGA del sur de California; en 1954 el Open del Estado de California y en 1955 el Abierto de Utah.
El tenista y golfista Ellsworth Vines
Respecto al cambio de deporte, Vines dijo: «En el tenis, rara vez tienes la oportunidad, una vez que las cosas se ponen en marcha, de ponerte inestable. Estás demasiado ocupado corriendo como un caballo de carreras. ¿Golf? Demonios, me pone nervioso solo hablar de eso. Un hombre puede golpearse a sí mismo antes de golpear la bola».
Quizá el silencio de Nadal ante la perspectiva de emular a Vines tenga que ver con las palabras del propio ex número uno del antiguo circuito profesional: «El golf siempre te derrota. Nunca puedes dominarlo. Es por eso que el juego es tan fascinante. Es un desafío para todos los que lo juegan». Un desafío que es como la miel para Nadal, que ya está picado por la abeja del golf. Una picadura de la que aún está por verse el grado.