Paula Badosa con su trofeo de Indian Wells en 2021
Paula Badosa, la tenista número dos del mundo que siempre quiso ser como María Sharapova
La jugadora española, nacida en Nueva York, acumula flases y favoritismos en la pista en el mejor momento de su carrera
Anna Kournikova se plantó en semifinales de Wimbledon con 17 años recién cumplidos. Era la primera vez que participaba en el torneo londinense. No solo su buen juego llamó la atención del público sino también su atractivo físico. En aquel 1997, y en los años posteriores, la tenista rusa se convirtió en una de las mejores jugadoras del mundo. La joven a la que se disputaban todas las grandes marcas de publicidad, lo que al final de una corta carrera terminó siendo su mayor triunfo, si exceptuamos el éxito en dobles con su compañera inseparable Martina Hingis.
Anna Kournikova en Wimbledon en 1999
Aquellas semifinales en el All England Club fueron su techo individual. Nunca consiguió ganar ningún torneo. María Sharapova fue la «heredera» de su compatriota en el candelero del tenis, a quién superó con creces a la misma edad del surgimiento de Anna, pero esta vez ganando en Wimbledon y dando la gran sorpresa al derrotar a la favorita Serena Williams. María se convirtió en la favorita de las firmas, además de en una de las mejores tenistas de su época en la que consiguió ser número uno y ganar todos los campeonatos de Grand Slam.
María Sharapova con su trofeo de Wimbledon en 2004
Una Garbiñe Muguruza no tan precoz, pero igualmente atractiva para una competición necesitada de referentes, apareció en 2016 para ganar Roland Garros a Serena Williams y un año después Wimbledon a su hermana Venus, la misma temporada que fue número uno del mundo. Garbiñe fue la reina de los photo calls y de la moda tenísticas en una carrera ascendente que se detuvo y que fluctúa actualmente (en 2020 fue finalista en Australia y en 2021 ganó las WTA Finals) sin la continuidad que persigue.
Badosa es la última «elegida»
Muguruza es la actual número nueve del mundo en un circuito femenino cambiante, sin una clara figura dominadora. Naomi Osaka parecía llamada a ocupar la plaza en la que estuvieron antaño tenistas con muñeca de hierro como Chris Evert, Navratilova, Graf o Seles, pero su debilidad mental es un lastre con el que carga a pesar de algunas actuaciones impresionantes, como la de su primer título en Nueva York ante su ídolo Serena, a quien simplemente borró de la Arthur Ashe.
Garbiñe Muguruza con su trofeo de Wimbledon en 2017
La última «elegida» apunta a ser otra española, Paula Badosa, encaramada al número dos mundial y que tras la no participación de la número uno, la polaca Iga Swiatek, es la primera cabeza de serie en Madrid. Hacia ella apuntan los focos, en parte también por su atractiva apariencia física. La precocidad truncada de Paula (fue campeona júnior de Roland Garros), nacida en Nueva York y educada en Barcelona primero y después en Valencia, debido a una precisamente precoz depresión por el apremio de su talento la llevó a empezar de cero.
Paula Badosa es la favorita de los flases en este momento, además de en Madrid
Un recorrido que ha llegado hasta hoy con su aparición regular como favorita en los grandes torneos, sobre todo desde su triunfo en Indian Wells de la pasada temporada, gracias a una madurez que, ahora sí, le permite soñar y apuntar a grandes cosas. Paula Badosa es la favorita de los flases en este momento, además de en Madrid, donde puede (y seguro que quiere) mostrar su seria candidatura a Roland Garros, el torneo que ganó dos veces su tenista favorita, precisamente María Sharapova.