
Casper Ruud posa con el trofeo de campeón del Mutua Madrid Open
Mutua Madrid Open
Ruud firma su obra maestra y se proclama campeón en Madrid tras una final de alto voltaje
El noruego picó piedra para derrotar a Jack Draper y llevarse el título más importante de su carrera (7-5, 3-6 y 6-4, en 2 horas y 29 minutos)
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Primero fue en Barcelona. Y ahora ha sido en Madrid. A Casper Ruud le gusta ganar en España, el país en el que se formó deportivamente gracias a Rafa Nadal. El noruego picó piedra para derrotar a Jack Draper en una final para el recuerdo y llevarse el título más importante de su carrera (7-5, 3-6 y 6-4, en 2h 29m). Ruud ya tiene su ansiado Masters 1000.
Como no podía ser de otra forma, la pista Manolo Santana de la Caja Mágica se llenó para presenciar la gran final del Mutua Madrid Open entre el británico Jack Draper y el noruego Casper Ruud, dos tenistas con los que nadie contaba el pasado 21 de abril, día en el que el cuarto Masters 1000 de la temporada dio el pistoletazo de salida. Pero, a fin de cuentas, llegaron a la estación definitiva del torneo por méritos propios y dejando por el camino a algunos de los mejores del ranking ATP.
La gran final, sobre el papel, se presuponía igualada y todo hacía indicar que así iba a ser. Los dos primeros juegos transcurrieron con normalidad. Sin embargo, en el tercero el plan saltó por los aires. Draper, que es un buen restador, puso en apuros a Ruud y el noruego terminó cediendo el saque. La final se le ponía de cara al tenista londinense y lo que tenía que hacer era confirmar la ventaja para empezar a escaparse en el marcador.
El inglés, que buscaba convertirse en el segundo tenista británico en triunfar en Madrid tras Andy Murray, la aprovechó siendo fiel a su estilo. Es decir, apoyándose en su potente saque y sacándose unos tiros que iban directos a la línea. Draper empezó de maravilla la final y le dejó claro a Ruud que la iniciativa la iba a llevar él.
Así se llegó al 3-2. En dicho juego, Ruud le metió presión al resto y se llegó a poner 0-30. Pero a Draper no le tembló el pulso, aceptó el reto y levantó esa situación adversa para mantener el break de ventaja. El británico sabía que tenía en su mano ganar el primer set y así iba a seguir hasta que Ruud dijera lo contrario.

El tCasper Ruud celebra la victoria ante el británico Jack Draper
Según fue avanzando el set, el nivel de tenis creció exponencialmente. A fin de cuentas, en una final hay que dar el máximo. Y tanto Draper como Ruud se sacaron de la chistera todo el repertorio que tenían dentro y dejaron varios puntos de bella factura, esos que suelen ser inmortalizados con las cámaras de los teléfonos y, posteriormente, compartidos en redes sociales.
Fue entonces cuando con 5-4 y saque para Draper, Ruud salió extra motivado y logró ese break que llevaba buscando varios juegos atrás. El noruego volvía a igualar la final y el público lo agradeció. Querían emoción y tanto el de Oslo como el de Londres la iban a proporcionar. Y en la recta final del primer set, Ruud metió una marcha más y se la adjudicó por 7-5. Gran remontada la suya.
Draper espera al momento adecuado
Darle la vuelta a ese primer set le vino de perlas a Ruud. El noruego estaba jugando su mejor partido del torneo y estaba a tan solo unos juegos de lograr el título más importante de su carrera. El que tenía que remontar ahora era Draper, un tenista con menos experiencia que el de Oslo en las finales.
El segundo parcial tuvo un inicio muy similar al del primero. La diferencia es que en el tercer juego del mismo el que iba por delante era Ruud, que sí consiguió solventar (no sin apuros) sus dos primeros turnos de saque. Al noruego no le estaba entrando el mal de altura y estaba jugando un muy buen encuentro.

El tenista británico Jack Draper
Los juegos pasaban, la igualdad se mantenía, pero lo que no decaía era el espectáculo. Sin embargo, con 3-3 y saque de Ruud llegó el primer break del segundo set. Draper apretó con el drive y logró ponerle algo de picante al parcial. El inglés volvía a estar por delante en el marcador. ¿Le pasaría lo mismo que en el primer set? El tiempo lo diría.
El londinense afianzó la rotura, se puso 5-3 a favor y le pasó la patata caliente a Ruud, que estaba obligado a ganar su saque si quería mantenerse con vida en el segundo set. Pero a la hora de la verdad, el noruego falló y la final se fue al parcial definitivo.
Ruud vuelve a creer
Un set más. Eso es lo que separaba a Draper o a Ruud de la victoria. Los dos querían el trofeo e iban a esforzarse al máximo por levantarlo. El tercer set iba a ser un todo o nada en su máxima expresión y se lo iba a llevar el que cometiera menos errores. Pestañear o irse a por la toalla a secarse el sudor estaba casi prohibido.
El silencio en las gradas era absoluto. Sólo se escuchaba el ruido de los cordajes y el grito de Draper cuando golpeaba la bola en busca de un golpe ganador. Nadie quería ceder un saque que podía ser prácticamente definitivo. El juego del 1-1 fue cardíaco y Ruud tuvo varias opciones de quiebre, pero Draper las salvó. 2-1 para el inglés.

El tenista noruego Casper Ruud (i) es felicitado por el británico Jack Draper
En el siguiente juego, Ruud mantuvo la calma, fue paciente, buscó los fallos de Draper, logró nivelar la contienda y se fue a por el británico. Estaba ante su oportunidad y el noruego no la desaprovechó. El de Oslo volvía a estar con break arriba en la final. 3-2 para el número 15 del mundo.
Acto seguido, el noruego afianzó la rotura. Ruud estaba a tan solo dos juegos de lograr el título más prestigioso de su carrera y sabía que todo dependía de él. El tenista de Oslo no podía desaprovechar la oportunidad que tanto tiempo llevaba buscando. Estaba a su alcance. Sólo tenía que hacer lo mismo que le había llevado hasta ese punto.
A Casper no le tembló el pulso. El reloj marcaba 2:23 de partido y se puso 5-3 a favor. Estaba un pasito más cerca del objetivo. Lo iba a tener que cerrar al saque porque Draper no falló con su servicio. Y lo consiguió con un juego en blanco. Ruud venció en Madrid. Juego, set y partido para él.