Carlos Alcaraz, en la ceremonia de trofeos de Wimbledon 2025
Alcaraz desvela que le costó digerir la derrota en la final de Wimbledon: «Me llevó unas horas»
El murciano afirmó en la previa del Masters 1000 de Cincinnati que le dolió perder la final ante Sinner, pero al mismo tiempo se mostró orgulloso de su actuación
El reencuentro de Alcaraz con Sinner después de perder la final de Wimbledon: «¿Qué hiciste en vacaciones»
El domingo 13 de julio, Carlos Alcaraz experimentó una sensación que no había vivido nunca. Es decir, perder la final de un Grand Slam (la de Wimbledon, para ser más exactos).
Aquella tarde, Jannik Sinner le apartó de la gloria y el tenista murciano tuvo que conformarse con el subcampeonato en el major londinense, algo que en sí no está mal, pero que Carlitos no había vivido. Porque el murciano había vencido en las cinco finales de Grand Slam que había disputado hasta la fecha.
Alcaraz abandonó la Centre Court de Wimbledon con la bandeja de subcampeón bajo el brazo, pero se fue orgulloso de lo que había conseguido a pesar de no haber ganado, tal y como reconoció en la antesala del Masters 1000 de Cincinnati, torneo en el que reaparece después de tomarse tres semanas de descanso.
Y en ese sentido, el murciano afirmó que le llevó unas horas digerir la derrota en Wimbledon. «Obviamente, no gusta perder ninguna final que juegas... y si es una final de Wimbledon o Grand Slam, aún más. Pero salí de la pista feliz, orgulloso, sonriendo... y pensando que algún día tenía que perder aquí y en una final de Grand Slam. Tengo muchas cosas que mejorar de aquel partido, pero procesar la derrota me llevó unas horas... ni siquiera unos días. Tengo que estar agradecido por lo que he conseguido y estoy viviendo... estar en una final de Wimbledon es muy grande, incluso perdiéndola».
En esa misma comparecencia, Carlitos aprovechó para contar cómo fueron sus vacaciones después de un largo tiempo alejado de las pistas. «Por mi parte, cuando estoy en modo 'off', estoy en 'off'. No piso el gimnasio ni nada por el estilo. Muchas veces, mis amigos pasan por el gimnasio cuando nos vamos de viaje... la primera semana que tuve libre dije 'venga, voy a salir un poco con vosotros', pero luego me levanto y digo 'voy a seguir durmiendo'. Cuando llegaban, yo ya estaba comiendo».