Rafa Nadal desvela la razón que le impidió jugar el torneo júnior de Roland Garros en 2002

Rafa Nadal fue investido este viernes como doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca, un reconocimiento a la altura de su leyenda, y en su discurso de investidura echó la vista atrás y compartió una anécdota que marcó su adolescencia y desarrollo personal.

«En 2002, siendo todavía un adolescente, estaba muy ilusionado con jugar por primera vez el torneo júnior de Roland Garros. Imaginaos con 15 años la ilusión de poder jugar en París», empezó diciendo el extenista balear.

Sin embargo, Sebastià y Ana María, sus padres, tenían otros planes y no le permitieron viajar a la capital gala por el hecho de que el torneo galo se disputaba en las fechas en las que se tenía que examinar en cuarto de la ESO. «Mis padres me dijeron que no podría participar porque coincidía con época de exámenes. Para mí fue difícil de entender, pero se mantuvieron firmes. Fue una gran lección, y hoy les doy las gracias porque me ayudaron a terminar mi educación obligatoria y me enseñaron que ningún objetivo deportivo puede estar por encima de los valores y de la formación».

El discurso de investidura de Nadal fue, sin duda alguna, muy personal y aprovechó para recalcar todo lo que el tenis le formó como persona. «El deporte me ha enseñado a no sentirme mejor que nadie porque en las competiciones y en los torneos, como en la vida, nadie gana siempre. Siempre hay un rival que puede superarte. Aceptar la derrota, aprender de ella y esforzarse para volver a levantarse, es una de las lecciones más valiosas que aprendí con el paso del tiempo».

En definitiva, al extenista balear no le 'importó' perderse el torneo de júnior de Roland Garros, ya que todo lo que consiguió después en el Grand Slam parisino es historia viva del deporte español y mundial.