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17 de mayo de 2024

El País Vasco obtiene presumiblemente más financiación de la que debería. En la imagen Aitor Esteban, del PNV, en el Congreso

Aitor Esteban, portavoz del PNV en el CongresoEFE/Chema Moya

Nueva ley

El sindicato ELA, próximo al PNV, tensa la reforma laboral con su anuncio de movilizaciones

Afirman que los partidos vascos deben votar en contra en el Congreso

El sindicato ELA, próximo al PNV, ha realizado esta mañana una rueda de prensa en la que ha constatado su disconformidad con la reforma laboral acordada por el Gobierno y los agentes sociales y ha anunciado movilizaciones en colaboración con otros movimientos sindicales, también de otras ciudades de España. «Habrá que responder», han dicho como muestra irrebatible de su descontento.
El secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, sostiene que oponerse a la aprobación del decreto-ley sobre la reforma laboral que se votará en el Congreso en las próximas semanas es la única vía para avanzar en la derogación de las reformas laborales impuestas por Zapatero y Rajoy en 2010 y 2012. «Si analizamos el texto pactado entre el Gobierno de España, CCOO, UGT y la CEOE, solo hay unas ligerísimas mejoras, a cambio de consolidar el grueso de unas reformas que fueron muy perjudiciales para la clase trabajadora y que, si este decreto se convalida, lo seguirán siendo», ha considerado.
Lakuntza, claramente contrariado, ha aprovechado para sacudir a los partidos y a sus sindicatos rivales: «En el fondo, PSOE y Podemos han utilizado la mesa del diálogo social para poder incumplir más cómodamente su programa electoral, donde anunciaban la derogación de la reforma laboral de Rajoy. Para eso sirven CCOO y UGT: además de consolidar las medidas más lesivas de aquellas reformas, se están dedicando estos días a impedir que su acuerdo con la CEOE pueda mejorarse en el Congreso. Es un papel tristísimo para un sindicato».
Junto a Mitxel Lakuntza ha comparecido el responsable de Negociación Colectiva de ELA, Peio Igeregi, quién recordó que «las reformas laborales de 2010 y 2012 abarataron y facilitaron los despidos; permitieron a las empresas la modificación unilateral de lo acordado con la representación sindical; dieron prioridad a los convenios estatales, lo que empeoró las condiciones de trabajo, etcétera».
El acuerdo actual mantiene estos elementos centrales, «a cambio de pequeñas mejoras -resaltó Igeregi-, muchas de las cuales han sido aportadas por la jurisprudencia del Tribunal Supremo, no por el acuerdo (desaparición del contrato de obra, la recuperación de la ultraactividad o los cambios en la subcontratación). A cambio de casi nada, la CEOE ha conseguido mantener y perpetuar lo que para la patronal era imprescindible».
ELA considera que no se puede aprobar una reforma laboral si no se limita el despido y sin regular con claridad que en el País Vasco los convenios provinciales tengan prioridad sobre los estatales. Por ello, estiman que el Congreso no puede aprobar esta reforma laboral. Afirman que PNV y EH Bildu deben votar en contra para que se retomen las negociaciones, pero esta vez sin otorgar derecho de veto a la CEOE.
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