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19 de mayo de 2024

javier escribano

Socialismo y miseria

Con los datos de febrero, España era el segundo país de toda la UE con el mayor índice de miseria, tan solo detrás de Lituania

Actualizada 10:46

El economista norteamericano Arthur Okun, allá por los años 70, intentó medir algo tan complicado como el deterioro de la clase media y baja. Con el fin de cuantificarlo y poder realizar comparativas diseñó el llamado Índice de Miseria que definió como la suma de la tasa de paro con la inflación media anual.
La lógica de este índice es que los ingresos de las clases medias dependen casi exclusivamente de su salario, cuya amenaza es doble: el paro, porque dejaría de percibir ese sustento, y la inflación, porque erosiona su poder adquisitivo y el valor de sus ahorros. De hecho, este índice también se suele asociar al desasosiego y la infelicidad de las clases medias, que se ven amenazadas cuando este índice es alto.
El INE ha publicado dos datos relacionados con este índice: la Encuesta de Población Activa (EPA) y el anticipo del IPC del mes de abril. Ninguno de los dos fue bueno. La EPA del primer trimestre mostró que subió el paro en 70.000 personas, que casi la mitad de los 3.175.000 parados son parados de larga duración, que el colectivo de mayores de 55 años es uno de los grandes damnificados de la crisis y que seguimos sin recuperar los niveles de empleo privado previos a la pandemia: se han destruido 127.400 empleos privados mientras que han aumentado 214.900 empleos públicos. Por cierto, la totalidad de este empleo público creado es temporal; en esto el gobierno tampoco predica con el ejemplo.
El segundo mostró una inflación que sigue muy alta, realmente solo ha bajado dos décimas en el mes –aunque la interanual baja más por el efecto base–. El aumento de un punto porcentual en la inflación subyacente, hasta el 4,4%, muestra que la subida de precios se está trasladando ya a todos los bienes y servicios, y amenaza con hacer estructural la subida de precios e insoportable llegar a fin de mes.
La ventaja de tener un indicador objetivo y cuantitativo como el Índice de Miseria de Okun es que podemos realizar comparativas, tanto para ver la evolución temporal en un país como para hacer comparativas con otros países. En el gráfico siguiente vemos la evolución de la tasa de paro, de la inflación y de la suma de ambos –índice de Okun– en el caso de España entre 2007 y hoy.
En este gráfico se observa una diferencia esencial entre la anterior crisis financiera, la de 2008, y la actual:
• En la crisis financiera, el deterioro de las clases medias se produjo por el aumento del desempleo, pero hubo incluso períodos en los que la inflación fue negativa.
• En la crisis actual, el deterioro de las clases medias se produce por el aumento de la inflación, que lleva ya doce meses consecutivos subiendo.
Este diagnóstico es importante. Primero, porque muestra la eficacia en el mantenimiento del empleo de los mecanismos de flexiseguridad ampliados en la reforma laboral de Fátima Báñez en 2012 –incluidos los ERTE–; la reforma de Yolanda Díaz ha introducido rigidez a la contratación y habrá que ver cómo afecta a la creación de empleo en los próximos meses. Segundo, porque muestra el acierto de Alberto Núñez Feijóo en proponerle al gobierno medidas para compensar el impacto de la inflación a las familias, específicamente a las de rentas medias y bajas. Si se quiere reducir el deterioro de las clases medias y su insatisfacción, la propuesta de Feijóo de deflactar el IRPF y bajar los impuestos a la electricidad y el gas para combatir la inflación son las acertadas.
La segunda comparativa que se puede hacer es transversal, entre países, esa que tan poco le gusta a Nadia Calviño porque siempre sale mal retratada. Con los datos de febrero, España era el segundo país de toda la UE con el mayor índice de miseria, tan solo detrás de Lituania, a la que posiblemente hayamos superado en marzo cuando rozamos la inflación de doble dígito. Esto muestra la incompetencia del gobierno para resolver los problemas reales de los españoles. Las crisis son globales, pero su gestión errónea nos sitúa a la cola de todos los indicadores económicos y sociales.
Finalmente, recuperamos el gráfico temporal, pero desde otra perspectiva cuyo resultado estoy convencido que también le va a resultar interesante a los lectores. El último gráfico recoge el índice de miseria a lo largo del tiempo, desde 2007 hasta hoy, pero diferenciando en rojo los años en los que gobierna el PSOE y en azul los años en los que gobierna el PP. Como una imagen vale más que mil palabras, ahora se entenderá mejor el título del artículo: Socialismo y Miseria.
La conclusión es muy clara,, por mucho que nos diga la propaganda de los «gobiernos progresistas», como señaló ayer el diputado del Partido Popular @jaimedeolano, «el gobierno dice que defiende a los vulnerables, pero no es verdad, no los defienden, lo que hacen es multiplicarlos».
  • Javier Escribano es economista
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