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27 de abril de 2024

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una ilustración

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una ilustraciónLu Tolstova

Análisis económico

Sánchez despliega 78 millones para su asalto al Consejo de la Unión Europea

El presidente del Gobierno carga a los Presupuestos Generales del Estado sus gastos como presidente de turno de la Unión Europea

Tengo que reconocer ante todos mis lectores que soy un cotilla. Me gusta leerme los Presupuestos Generales del Estado, encontrar todo lo que creo que sirve para tener informados a los lectores de El Debate y lo más importante: contarlo. Sobre todo, cuando vas encontrando cosas tan interesantes como la que voy a relatar en este artículo.
Nuestro querido presidente está dispuesto a aguantar como sea, de la forma que sea y agarrándose a lo que haga falta, solo con la condición de llegar a ser el César de Europa.
Desea más que nada el desfile de las legiones europeas, mientras el está firme con su corona de laurel dispuesto a subir o bajar el pulgar en función de cómo se haya portado, cada uno de los luchadores que competirán en el circo preparado a su honor.
Seis meses de trompetas y fanfarrias nos esperan cada vez que aterrice un dignatario de la Unión Europea, que será trasladado en Super Puma directamente al Coliseo de la Moncloa, donde se celebrará en su honor un acto protocolario, en el que, al menos el César tendrá la oportunidad de subir o bajar su dedo.
Si en la Unión Europea hay 27 países, como no recibir al menos a esos 27 dignatarios de forma individual, con una demostración del poderío del Cesar de la Moncloa, donde demostrará a cada uno de ellos sus múltiples capacidades, incluso si es necesario se enfrentará a un león domesticado para demostrarlas. Hay que recordar los «encuentros a solas con personas escogidas al azar» de entre los amigos del César para ser recibidos en Moncloa y responder a todas las peligrosas preguntas a que fue sometido.
Tendremos 27 magníficas demostraciones de lo que el César domina, un magnífico postureo antes las cámaras, engolar voces, ponerse serio si lo manda el protocolo, incluso, si es necesario, ir más deprisa que el Rey para llegar antes.
Y para tan faustos eventos, dispondrá de 78 millones de euros, presupuestados en Presidencia de gobierno a los que podrá dedicar sin prisa, pero sin pausa, a todo los que sea menester para atender a sus invitados.

Las pretensiones de Sánchez

Suponiendo que venga una vez el Presidente de la República francesa al menos con 25 miembros de su equipo, que ya es venir acompañado, y suponiendo que se les agasaje a comida y cena durante dos días completos a cargo del pecunio nacional a 1.000 euros al día para comer y cenar por dos días me salen 50.000 euros, que por 27 delegaciones que vengan dos días con 25 representantes me sale un presupuesto para jamadas de 1,3 millones.
Si en el evento global, con las 27 delegaciones tres días dándole a la jamada completa a 1.000 euros al día y que esta vez vengan 50 representantes por país, nos gastaríamos en desayunos comidas y cenas 4 millones por el evento final, que sumados a los 1,3 millones, me suman 5,3 millones para hacer que todos los visitantes se vayan con la sensación de que en España se come bien.
De acuerdo que hay que movilizar a la Policía Nacional y a la Guardia Civil y si hace falta al ejército, pero las nóminas de todos los cuerpos de seguridad están en otros presupuestos.
Es posible que haya que alquilar el Palacio de Congresos del IFEMA, pero no creo que pase de un millón de euros, para que no haya nadie durante esos días.
Pero cuando leo que para «Gastos corrientes en bienes y servicios. Presidencia española del Consejo de la Unión Europea» se han dotado exactamente en esa partida 71.758.930 euros, cuando se ha dotado una partida de «Inversiones reales. Presidencia española del Consejo de la Unión Europea» dotada con 5.640.780 euros y «Gastos de personal. Presidencia española del Consejo de la Unión Europea» y se han dotado 481.060 euros (entiendo que en azafatas).
Empiezo a pensar en las bodas de Canaán, en donde con los fastos que duraron día, Jesús tuvo que multiplicar los peces, los panes y el vino, para que los comensales no se quedasen con hambre.
No sé, me parece que nos vamos a gastar 80 millones de euros, que luego van a ser secretos de estado, que nunca vamos a poder ver en que se gastan, porque a Transparencia, cuando se trata del César es nula y cuando no se trata del César también.
Que no vamos a saber a quien se le han comprado las viandas, cuanto hemos pagado por ellas, y de que manera se han adjudicado, me parece que 80 millones de euros son muchos millones y que el cotilla de los presupuestos lo tiene que poner encima de la mesa para que todos sepamos la que tiene preparada el que habita en la Moncloa y que se considera el César Imperator de Hispania, para celebrar sus Juegos Florales por presidir Europa.
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