Los robos de naranjas se multiplican en el inicio de la campaña de recogida

Ocurre todos los años pero, todo apunta a que este será peor. La reducción de la cosecha por las intensas lluvias de febrero a abril y la subida del precio de la naranja en los puntos de venta son los incentivos de los ladrones para acometer más robos en la campaña de recogida de este año. «Prevemos que este año el robatorio va a ser más escandaloso porque hay menos producción», auguran desde Ava-Asaja.

Apenas ha comenzado la temporada que llega hasta marzo y ya hay denuncias destacadas. La más sonada, por el momento, la de un agricultor que denuncia el robo de más de 25.000 kilogramos de naranjas en un solo día en un campo de navelinas de Alberique (Valencia), equivalentes a 6.000 euros.

Desde Ava-Asaja explican que normalmente se trata de grupos organizados de entre 5 y 6 personas y nacionalidad extranjera, en la mayoría de los casos. «Se les ve enseguida porque meten las naranjas en capazos o en cajones de múltiples comercios que también han robado y van con furgonetas, no con camiones», asegura el portavoz de Ava-Asaja, Salvador Juan.

Otro agricultor denunciaba también en redes un robo en sus campos de Jaraco (Valencia). Esta vez de unos 3.000 kilogramos de naranjas.

El fin de los ladrones es vender la frutas a pequeños comercios de pueblo o peladoras, en las que no suelen pedir la documentación para identificar el origen del producto que compran, con lo que no es impedimento si es robado.

«Esto es una poca vergüenza», señalan los agricultores afectados. La falta de vigilancia en los campos así como la escasa revisión de permisos y la tipificación de hurto para estos robos, que apenas supone un multa para los ladrones cazados, son las causantes de estos robos.

25 millones de pérdidas

No obstante, las pérdidas en euros para los pequeños agricultores de la Comunidad Valenciana suponen cada año «unos 25 millones de euros, siendo el 5% de la producción total», cifran desde Ava-Asaja. «Es trabajo de todo el año y dinero perdido porque el seguro agrario con el que cuentan la mayoría de los agricultores solo contempla una bonificación por pérdidas relacionadas con la climatología. Los robos no están contemplados», cuenta Salvador Juan, quien no se ha visto afectado por el robo de naranjas pero sí de sus caquis. «Me acaban de robar unos 5.000 kilos, lo que supone unos 2.500 euros. Y los ladrones sabían a lo que iban porque solo han cogido los caquis buenos, sin manchas de la mosca de la fruta», apunta.

Por ello, piden más concienciación a los consejos locales agrarios «para que presionen a las autoridades municipales»; a la policía, «para que tomen medidas y hagan más rastreos» y a los agricultores, «para que denuncien sus hurtos».