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06 de mayo de 2024

Esta fotografía, tomada por Alfonso Sánchez Portela el 14 de abril de 1931, muestra la proclamación de la Segunda República Española en la Puerta del Sol de Madrid

Esta fotografía, tomada por Alfonso Sánchez Portela el 14 de abril de 1931, muestra la proclamación de la Segunda República Española en la Puerta del Sol de Madrid

Historia

Así era la economía española en la «luminosa» II República que encandila a Sánchez

El presidente mitifica un periodo en el que España sufría un enorme atraso industrial, expropiaciones y fracasos económicos

Pedro Sánchez se pone sus mejores galas republicanas en según qué contextos. Tal fue el caso de sus palabras en el acto de homenaje a Almudena Grandes en el Ateneo de Madrid a finales de noviembre de 2022.
Sin llegar a levantar el puño, Sánchez mitificó una vez más a la II República que derivó en una cruenta guerra civil entre españoles. Un período de tiempo sombrío, con revueltas callejeras en cada esquina y un caldo de cultivo que el propio PSOE de nombres como Indalecio Prieto o Largo Caballero y otros republicanos como Alcalá-Zamora o Lerroux se encargaron de regar con el peor de los odios.

Libertad de prensa

Pedro Sánchez enreda de vez en cuando con meter las manos del Gobierno en los medios de comunicación para controlar las informaciones. Globos sonda que luego son desmentidos y que recuerdan demasiados a cuando en mayo de 1931 El Debate tuvo que dejar de publicarse porque la ley de libertad de prensa se apagó sin muchas más explicaciones.
La economía de aquella «luminosa» España republicana sufría la Gran Depresión de 1929, algo que no volvería a repetirse con tanta virulencia hasta la de 2008. Aquella crisis pilló a España con un Gobierno republicano, la de 2008 con uno socialista y negacionista como fue el de Zapatero y la de 2022 con Pedro Sánchez y la extrema izquierda en el poder.
La revolución industrial de finales del XIX no había llegado a España y el atraso era evidente. La economía española estaba cerrada al capital extranjero. Este severo aislamiento era fruto de la falta de credibilidad y confianza de las tendencias socialistas extremistas que empezaban a aflorar. Los inversores pensaban que podía comenzar una oleada de nacionalización de empresas. Algo así como lo que propuso Pablo Iglesias nada más empezar la pandemia.

Agricultura

En aquellos años, Telefónica era propiedad de una empresa norteamericana; los ferrocarriles estaban en manos francesas y los tranvías y eléctricas pertenecían a empresas belgas y británicas a los que no les convencía la «luminosidad» republicana.
El PSOE, la UGT o la CNT congregaban a millones de afiliados en una España todavía rural con casi el 50 % de la población dedicada a la agricultura y con un elevado grado de analfabetismo.
Aquella España republicana que fascina a Sánchez tenía en los gobiernos de izquierdas un continuo mazo para todo aquel que hiciera una mínima fortuna. Las expropiaciones de las tierras y las ocupaciones ilegales de terrenos eran norma habitual. Ahora, Sánchez ‘premia’ a los bancos y a las eléctricas con impuestos extraordinarios.

Reforma agraria

Aquella reforma agraria de 1932 fue la manera que tuvo el socialismo de ganarse en favor de los millones de trabajadores del campo que, aunque necesitaban que su voz fuera escuchada, no tenían por qué ser utilizados para las luchas antisistema de radicales como Largo Caballero o Lerroux.
Ahora se ponen límites al alquiler y Podemos ya piensa cómo prohibir que los dueños de pisos los mantengan vacíos. Algo así como aquellos motivos para expropiar tierras que incluían causas como estar «mal cultivadas», «sistemáticamente arrendadas» o no fueran convertidas en «regadío».
El fracaso de esta reforma agraria, así como de otras muchas políticas económicas es lo que reivindica Pedro Sánchez sin recordar que el mundo financiero acogió mal este cambio de régimen. Los préstamos de Holanda al último gobierno monárquico se cancelaron, hubo fuga de capitales, el 15 % de los depósitos bancarios desaparecieron y la peseta se depreció un 20 %.

Paro

La tasa de desempleo tampoco sobrevivió a la República. En 1931 había 389.000 parados y en 1935 la cifra era de 670.378, según el Banco de España. El gasto público se disparó en un 25 % y la presión fiscal aumentó tras la reforma tributaria.
Salvando los 90 años que separan una época y otra y con el consuelo de que Europa protege los desmanes de Pedro Sánchez todo lo que puede, los motivos para pensar que la II República fue una época «luminosa» habitan solo en mentes poco iluminadas.
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