Así fue la guerra entre Escrivá e Iglesias por un Ingreso Mínimo Vital responsable

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, recibió el habitual reproche público de aquel vicepresidente del Gobierno de España, Pablo Iglesias.

Corría el mes de octubre de 2020, España se recuperaba del confinamiento e Iglesias campaba a sus anchas por la política española gracias a las facilidades de Pedro Sánchez. Desde privatizar empresas en lo más duro de la pandemia a abandonar a su suerte a miles de ancianos en residencias.

IMV

Pero quedaba una más, la crítica desmedida a Escrivá por los «retrasos» en conceder el Ingreso Mínimo Vital (IMV), atrasos en el pago y la necesidad de abrir el «cuello de botella» para agilizar los trámites. «Es inaceptable que el Ingreso Mínimo Vital no esté llegando», pregonaba el vicepresidente segundo del Gobierno.

Escrivá acertó a decir «Me sorprende y me desconcierta por lo que yo sé sobre cómo funciona la dinámica interna del Gobierno. De esas enmiendas nos hemos enterado por la prensa».

El IMV fue una «pelea dura», como desveló el propio Iglesias, con Escrivá. El ministro socialista no quería convertir esa ayuda en una máquina de crear ciudadanos subvencionados, más bien en algo que ayudara de verdad a los que lo necesitasen y sirviera como estímulo.

España puso en marcha rentas autonómicas tras varios años de conversaciones y el IMV se puso en marcha en apenas cuatro meses.

Secretos

Dos años después de aquello y con menos presencia de la extrema izquierda en el Gobierno, José Luis Escrivá sigue desvelando realidades de la ayuda. «Mucha gente pide el Ingreso Mínimo Vital sin necesitarlo», comentó en un seminario sobre rentas mínimas e IMV.

Los sindicatos de la Seguridad Social le dan la razón cuando Escrivá asegura que «muchos de los que piden este ingreso están por encima de los niveles de vulnerabilidad». Justo eso es lo que quería evitar en su día y de ahí las disputas con un Pablo Iglesias inexperto en estas lides e irresponsable con el dinero de los españoles.

Fuentes de la Seguridad Social aseguran que se han pedido 2,2 millones de solicitudes, se han concedido 550.000, se han denegado 745.000, cancelado 177.287 y se han inadmitido 488.680 además de quedar pendientes 235.000.

Italia

Escrivá ha sacado pecho sobre su forma de manejar el IMV y ha puesto el ejemplo de Italia, donde «existe un rechazo generalizado a la renta porque lo recibe demasiada gente».

La evaluación continua de la ayuda justifica que mucha gente haya dejado de percibirla. «La desigualdad no solo es de renta, es de renta y de riqueza», explica el ministro. La denuncia viene de aquellos que no han recibido notificación alguna y de un mes para otro han dejado de ver el dinero en el banco.

Camino de los tres años de IMV, el ministro que lo puso en marcha a su modo revela cómo Podemos intentó que apenas hubiera requisitos para pedirlo. «Si, como pedían algunas voces e incluso académicos, hubiéramos dado la ayuda a todo el mundo que lo pedía con una declaración responsable, tendríamos que haber pedido la devolución de la ayuda a un millón y medio de personas», detalla para atribuirse el mérito de la subvención menos electoralista de las que ha puesto en marcha el Gobierno de Pedro Sánchez.