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17 de mayo de 2024

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, durante una nueva sesión de control ante el pleno del Parlamento catalán.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, habla en el pleno del Parlamento catalán.EFE/Quique Garcia

Análisis económicos

Los impuestos propios a los ciudadanos: Cataluña 15, Madrid 0

La comunidad que más recauda con menor presión fiscal es la Comunidad de Madrid

Además de la Liga de este año, que está claro que la ganará el equipo de la Generalitat, hay algo en lo que Cataluña gana a Madrid de goleada. Ni en los mejores sueños de Cruyff pensaron que Cataluña podría estar más por encima de Madrid en una cifra tan grande: el número de impuestos con los que el gobierno catalán fríe a los ciudadanos que viven en esa región de España.
Se acaba de publicar el estudio del Instituto de Estudios Económicos (IEE) de la CEOE, en el que: «La Comunidad de Madrid es la región que más recauda por habitante, al mismo tiempo, es la que presenta una menor presión fiscal, que es la referencia propia y comparable que ha desarrollado el Instituto de Estudios Económicos (IEE) para analizar la carga fiscal existente en un territorio».
Y a su vez, el Ministerio de Hacienda, a todos aquellos que estamos suscritos a las notificaciones su portal, nos llega una comunicación con el listado de la relación de impuestos propios y recargos autorizados para todas las comunidades por el Ministerio de Hacienda.
Sinceramente, nunca me había molestado en ver con detalle cuáles eran los impuestos que cada comunidad tenía como propios para ayudar a financiar sus operaciones y poder conseguir su equilibrio presupuestario.
Me puse a revisar el informe que ha preparado Hacienda y he aquí las grandes sorpresas:
Las comunidades autónomas tienen, para el 2023, delegados en total 77 impuestos de los que son responsables y en los que el dinero que se recauda queda 100 % para la gestión del gobierno de cada comunidad.
La comunidad con más impuestos es Cataluña, que tiene 15, con los que somete a los ciudadanos y a las empresas catalanas a tener que pagar religiosamente si no quieren ver embargadas sus cuentas.
Entre estos impuestos hay desde un canon del agua, pasando por un gravamen para Protección Civil, un impuestazo a los grandes establecimientos, siguiendo por un impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos (la mejor idea para atraer turistas). También hay un impuesto para incluir la incineración de residuos municipales y sobre la «deposición» de residuos municipales, para la construcción y residuos industriales. Siguiendo la lista, impuestos a la aviación comercial por emisión de dióxido de nitrógeno, a la industria por emisión de gases y partículas o a instalaciones que inciden en el medio ambiente. Y, para terminar, impuesto a las viviendas vacías, a las bebidas azucaradas (extra) y a los activos no productivos de las personas jurídicas.
Le sigue en la lista la comunidad andaluza, que todavía mantiene para 2023 ocho impuestos activos, aunque tres de ellos posiblemente desaparecerán para los próximos ejercicios.
Empatado con Andalucía está la Comunidad Valenciana que, siguiendo las grandes ideas que matan los negocios, acaba de imponer un impuesto para las estancias turísticas que entrará en vigor en diciembre de 2023.
En este ranking de barbaridades, la siguiente comunidad es la del Principado de Asturias, que tiene 6 y sorprende el que les dedica a los empresarios, con un recargo sobre las cuotas mínimas del Impuesto sobre las Actividades Económicas.
Galicia está también con 6, con un impuesto muy curioso como es el canon sobre inmuebles en estado de abandono.
Y así podemos seguir comunidad por comunidad, con Aragón y Canarias con 5, Extremadura y Rioja con 4, Baleares, Cantabria y Castilla-La Mancha con 3, Castilla y León con 1.
Obviamente el País Vasco y Navarra no está en esta lista porque ellos gestionan lo que tienen cedido, que es prácticamente todo.
Por último, llega la comunidad que más recauda con menor presión fiscal, que es la Comunidad de Madrid, que no tiene ningún impuesto propio.
Está claro que, por el número de impuestos, la victoria es tremendamente abultada a favor del «Govern», pero no sé lo que pensarán los ciudadanos catalanes, que con estos impuestos están completamente discriminados frente a los madrileños, y tampoco sé lo que pensarán las empresas catalanas, que pagan mucho más que las madrileñas. Pero eso es problema de los ciudadanos catalanes, que son los que eligen libremente a sus gobernantes, y de muchas empresas que prefieren seguir pagando antes que cambiar de lugar su sede fiscal.
Pero la gran realidad es que la Comunidad de Madrid ha superado, y con mucho, en PIB, a la Comunidad Catalana. La renta per cápita de la Comunidad de Madrid es la primera de España, mientras que Cataluña ocupa la cuarta posición, detrás de País Vasco y Navarra.
Y lo que es todavía mucho peor. Mientras que Madrid, como comunidad, tiene una deuda de 34.821 millones de euros, la Comunidad Catalana la tiene de 84.237 millones.
A menores impuestos, mayores recaudaciones, pero con menor presión fiscal.
Esta posiblemente sea uno de los mayores quebraderos de cabeza de todos los gobiernos autonómicos que tienen elecciones el 28 de mayo, y la Comunidad de Madrid tiene que ser el abanderado de este mantra.
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