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18 de mayo de 2024

El presidente de China, Xi Jinping y el presidente de Rusia, Vladimir Putin

El presidente de China, Xi Jinping y el presidente de Rusia, Vladimir PutinEuropa Press

Economía  La devaluación del rublo y del yuan aumentan la incertidumbre económica en Rusia y China

La situación en China es muy grave y el foco de atención está puesto en la producción industrial, la inversión en activos fijos y las ventas minoristas

La fragilidad de las economías rusas y chinas ha vuelto a poner en alerta a las bolsas europeas que no han dejado de estar atentas a los que sucedía en ambos países. La economía china está estancada por la baja demanda nacional e internacional, la situación de deflación, la grave crisis inmobiliaria, la falta de confianza del sector privado y la falta de estímulos para impulsar la actividad en el país.
Por su parte, Rusia también tiene unas circunstancias muy complejas y es que el rublo, ha roto la barrera psicológica de los 100 rublos por dólar en la Bolsa de Moscú, la cifra más baja desde finales de marzo de 2022, a pesar de las medidas introducidas por el Banco Central de Rusia (BCR) para frenar su devaluación.

El declive de Rusia

Desde el estallido de la Guerra en Ucrania y más concretamente tras la rebelión fallida de Yevgueni Prigozhin y el Grupo Wagner, el rublo no ha parado de depreciarse. Desde el BCR, avisan de una posible subida de los tipos de interés debido al aumento de la inflación. El rublo cayó un 7 % en julio con respecto al mes anterior y en lo que llevamos de año, se ha devaluado en torno a un 27 %.
A pesar de los esfuerzos del BCR por revertir la situación, esta no se ha visto mejorada. Desde la organización, afirman que principal motivo de la desmesurada caída del rublo ha sido el desequilibrio en la balanza comercial debido a la considerable bajada de las exportaciones.
Fue a finales de 2022 cuando las principales potencias occidentales decidieron establecer un tope al precio del petróleo ruso, el cual era la principal fuente de divisas del país y también se redujo el ingreso por la exportación de hidrocarburos, como el gas.

El estancamiento chino

Las considerables caídas de la bolsa en China han alertado a los inversores y analistas. La Bolsa de Shangái ha caído un 0,34 %, tras ceder 10,82 puntos hasta los 3.178,43 y la de Shenzhen, un 0,5 %, perdiendo 53,72 unidades y que ha finalizado con 10.755,14.
La situación en China es muy grave y el foco de atención está puesto en la producción industrial, la inversión en activos fijos y las ventas minoristas. Los temores a una crisis de deuda (principalmente en el mercado inmobiliario) pueden suponer que la economía del país se retraiga de manera desmesurada.
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