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18 de mayo de 2024

El presidente de china, Xi Jinping

El presidente de china, Xi JinpingXINHUA vía Europa Press

Economía  Las claves para entender el estancamiento de la economía en China

Sin las medidas necesarias y políticas de ayuda, es muy posible que China no cumpla con su objetivo de alcanzar un crecimiento del 5 % del PIB para este año

A pesar de haber empezado el año con buenos pronósticos, la economía china se ha ralentizado y ha tenido un crecimiento inferior a las previsiones esperadas (+6,3 % interanual). Estas son cinco claves para entender qué está ocurriendo en la segunda mayor economía mundial:

Baja demanda nacional e internacional

Uno de los principales motivos de la ralentización en la economía china se debe a los bajos niveles de consumo. Una gran parte de la población es cautelosa con sus perspectivas de ingresos y empleo. Esto, unido a factores como la alta tasa de paro juvenil (21,3 %) y la baja subida de las ventas minoristas (3,1 % interanual), refleja el frenazo de la economía.
A los problemas relacionados con el consumo nacional se suma la baja demanda de los mercados exteriores debido a la normalización pospandémica de los patrones de consumo a nivel internacional. También influye en gran medida la mala situación económica de un gran número de países y sus perspectivas de recesión.
A su vez, China ha experimentado una caída del 8,3 % interanual en sus exportaciones, a pesar de que el acumulado de los tres primeros meses es de + 3,7 %. No obstante, no debemos olvidar que la base comparativa es muy elevada debido a la demanda de bienes chinos (las ventas aumentaron un 40 %) durante la pandemia de la Covid-19.

Riesgos de deflación

La deflación es una causa clave en la recesión de la economía en el país asiático. La caída de la demanda es responsable de la situación de deflación, que el pasado mes volvió a contraerse al situarse en el 5,4 %. Estos datos sitúan al IPP (Índice de Precios de Producción), que se trata de un indicador inflacionario que mide el cambio promedio en los precios de venta para los productores locales de bienes y servicios de China, en mínimos desde los últimos siete años.
Sin embargo, la tendencia actual del IPP no se debe única y exclusivamente a una caída de los precios de las materias primas sino que también se ve afectado por una creciente ralentización de la actividad en el sector industrial, afectado igualmente por la caída de beneficios.
Por su parte, el IPC (Índice de Precios de Consumo) está congelado en el 0 % interanual, su tasa más baja en los últimos 28 meses. Sin embargo, se espera que repunte al término de 2023 por el incremento de los precios del combustible y la presión alcista del mercado laboral sobre los sueldos.
De hecho, el Banco Popular de China ha querido calmar las aguas en una reciente rueda de prensa en la que el vicegobernador del banco central, Liu Guoqiang, aseguró que «ni hay deflación ahora ni habrá riesgo de deflación en la segunda mitad del año», y pronosticó que el IPC se aproximará a un 1 % hacia finales del ejercicio.

Crisis inmobiliaria

Otro de los factores que ralentiza la economía es la grave crisis del sector inmobiliario chino. Un gran número de las empresas del sector presentaron problemas de liquidez a comienzos de 2021 debido a las políticas del Gobierno y la desconfianza de los compradores, lo que supuso una bajada en los precios de la vivienda.
Durante los tres primeros meses, la inversión en promoción inmobiliaria cayó un 7,9 %, ensanchando así la bajada del 7,2 % registrada hasta mayo y acumulándose a la del 10 % experimentada en el global del año pasado. Asimismo, las cifras mostraron un descenso del 5,3 % de las ventas de propiedades comerciales medidas por área de suelo, un indicador que ya se había desplomado un 24,3 % en 2022.

Recuperación de la confianza del sector privado

El sector privado está muy afectado por los repetidos confinamientos durante la época de pandemia y los giros de la política nacional del 'cero covid'. «Los negocios tienen dudas sobre aumentar la producción o la inversión ante los traspiés económicos. (...) Ahora, muchos de ellos están tomando una actitud de espera, y no tratarán de expandir sus operaciones hasta que haya un repunte de la demanda general», explica Harry Murphy Cruise, economista de Moody's Analytics.
El primer ministro de China, Li Qiang

El primer ministro de China, Li QiangXINHUA vía Europa Press

El nuevo primer ministro, Li Qiang, ha mostrado en las últimas semanas el final de la campaña reguladora contra las tecnológicas, además de reunirse con expertos en macroeconomía y a su vez ha prometido nuevas medidas de apoyo. Sin las medidas necesarias y políticas de ayuda, es muy posible que China no cumpla con su objetivo de alcanzar un crecimiento del 5 % del PIB para este año.

Falta de estímulos

El aumento del 7,2 % interanual en la inversión en infraestructura nos hace intuir que el Gobierno está intentando impulsar la actividad en el país. Sin embargo, el gasto está siendo comedido por la alta deuda pública.
Por su parte, las autoridades también han decidido bajar 10 puntos básicos los tipos de interés de referencia para estimular la economía. No obstante, sería necesario ver una política monetaria más flexible en los próximos meses y medidas específicas de apoyo fiscal para sectores clave como el inmobiliario y el de la construcción.
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