Cartel de vivienda en alquiler en Madrid
¿Cuál es la subida máxima del alquiler que me pueden aplicar en 2024?
Desde la entrada en vigor de la ley de vivienda, la oferta de alquiler habitual ha descendido un 30,57 %
La ley de vivienda que entró en vigor el pasado mes de mayo provocó una importante fuga de propietarios por el tope del precio del alquiler, lo que ha reducido considerablemente la oferta con el consiguiente aumento de precios. En 2024, la legislación también impones nuevos límites que arrendadores y arrendatarios deberían conocer para no llevarse sorpresas.
La situación es preocupante. Según la Federación de Asociaciones Inmobiliarias (FAI), y en apenas medio año de aplicación de la ley, la oferta de alquiler habitual ha descendido un 30,57 %, mientras que la demanda ha aumentado un 11,01 % con una subida del precio del 9,2 % de media. En esta tesitura, calificar de fracaso el texto se queda corto.
Gran parte de la culpa de este revés se encuentra en el tope de la actualización del precio del alquiler que en 2023 se estableció en el 2 %, una medida pensada para hacer frente a la inflación que al final ha provocado la salida del mercado de buena parte de los propietarios hacia otras modalidades de alquiler y compra, sobre todo en las grandes ciudades.
La FAI, de hecho, advirtió hace unos meses que la ley acabaría siendo «contraproducente» y afectando a los propios inquilinos, además de los pequeños propietarios, «que son los que ponen el 95 % de la oferta en el mercado».
A partir de 2024, el tope se mantiene, aunque sube en un punto la limitación. Según el texto, en aquellos contratos cuya anualidad de vigencia entre dentro del periodo comprendido entre el 1 de enero y el 31 de diciembre, se podrá negociar un incremento que resulte «del nuevo pacto entre las partes». En caso de no llegar a un acuerdo, el incremento de la renta no podrá ser superior al 3 %, porcentaje que también se aplicará a los grandes tenedores.
Los expertos apuntan a que la salida de propietarios del mercado no va a cambiar en los próximos meses, sino que «previsiblemente seguirá cayendo la oferta de inmuebles para arrendar y habrá más demanda, lo que presionará todavía más el precio de las rentas», como señala José María Alfaro, presidente de FAI.
Según un estudio de esta asociación, desde que entró en funcionamiento la nueva normativa, un cuarto de las inmobiliarias consultadas ha señalado que los propietarios están endureciendo los requisitos exigibles a los potenciales inquilinos y que un 20 % han optado por subir el precio de la renta para atenuar la demanda. Otro 27 % se ha decidido por trasladarse al mercado del alquiler temporal o a la compraventa.
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