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09 de mayo de 2024

Miles de empresas salieron de Cataluña espantadas por el separatismo

Miles de empresas salieron de Cataluña espantadas por el separatismoPaula Andrade

De CaixaBank a Codorniu: las más de 8.000 empresas que dejaron Cataluña a las que apunta el pacto de Junts y PSOE

Las consecuencias del referéndum ilegal del 1-O fue la salida de miles de compañías con una facturación de 56.000 millones de euros

Fueron meses de ruido y furia económica en Cataluña. El goteo de empresas que abandonaban la comunidad autónoma ya venía de antes del 1 de octubre de 2017, pero se intensificó en los meses posteriores por la incertidumbre y la deriva nacionalista.
Seis años después de aquello, el acuerdo firmado entre PSOE y Junts para la investidura de Pedro Sánchez prevé abordar la elaboración de un plan que facilite y promueva el regreso a Cataluña de las sedes sociales de las empresas que se mudaron a otros territorios en los últimos años.
Miles de empresas decidieron salir a raíz de la crisis política e institucional que se desencadenó en Cataluña en octubre de 2017, entre las que se encontraban algunas tan simbólicas como CaixaBank, Banco Sabadell o Naturgy.

Bancos

En el caso de la banca, CaixaBank trasladó su sede a Valencia; Banco Sabadell, a Alicante, y Naturgy, a Madrid. Especialmente sangrante fue el caso de Sabadell ya que Cataluña representaba el 15 % del balance total de la entidad.
Abertis, Cellnex, Colonial, SegurCaixa, Applus+, Catalana Occidente, eDreams, Banco Mediolanum, la cooperativa Arquia Banca o Cementos Molins fueron otras de las empresas que decidieron mover su sede social fuera de Cataluña en aquellos momentos.

Codorniu, Idilia Foods, Hotusa, Indukern o un gigante del sector editorial como Planeta salieron de Cataluña

La crisis política también llevó a otras grandes empresas familiares catalanas a trasladar su domicilio social a otras comunidades, entre ellas Codorniu, Idilia Foods, Hotusa, Indukern o un gigante del sector editorial como Planeta, y el movimiento también se extendió a empresas extranjeras como Zurich, Allianz o Bimbo.

algunas empresas que abandonaron cataluña

  • Endesa trasladó la sede de Barcelona al número 60 de la calle Ribera del Loira.
  • Gas Natural abandonó Cataluña y movió su sede social de Barcelona a Madrid «para mantener la operativa normal de la compañía y con el fin de proteger los intereses de la misma».
  • Aguas de Barcelona trasladó «de forma temporal» su sede social de Barcelona a Madrid.
  • Allianz Seguros mudó su sede social y fiscal a Madrid para «velar por los intereses de clientes, empleados, mediadores y accionistas».
  • Divina Pastora decidió centralizar sus negocios en Valencia.
  • Catalana Occidente se trasladó al Paseo de la Castellana, en Madrid, para «preservar los intereses de sus clientes, trabajadores, mediadores y accionistas».
  • Colonial llevó sus sedes sociales de Barcelona a Madrid.
  • Abertis acordó mudar su sede de Barcelona a Madrid «con el fin de proteger los intereses generales».
  • Codorniú mudó su domicilio social desde Barcelona hacia La Rioja «ante la situación de incertidumbre política y jurídica».
  • El Grupo Planeta trasladó su sede de Barcelona a Madrid.
  • San Miguel, propiedad de Mahou, trasladó su domicilio social de Cataluña a Málaga.
  • MRW decidió cambiar su sede de L'Hospitalet de Llobregat a Valencia.
  • Bruixa d'Or trasladó la sede desde la localidad leridana hacia Navarra. «Lo hago porque quiero mucho a Cataluña, pero soy español», dijo su propietario.
  • Pastas Gallo mudó su domicilio social a Córdoba.
  • Donuts abandonó Cataluña y trasladó su sede al polígono industrial Las Mercedes de Madrid.
  • La filial española de la marca de neumáticos italiana Pirelli se mudó desde l'Hospitalet a Valencia.
  • Argal abandonó Cataluña para localizarse en Zaragoza.
  • Cellnex siguió el camino de su principal accionista, Abertis, y cambió su sede a Madrid. Su consejera independiente, Marieta del Rivero, anunció que era «una solución provisional».
  • Radio Taxi Barcelona abandonó Cataluña y situó su nueva sede en la calle Sofía de Madrid.

Operación retorno

Un documento de la consultora Informa D&B pone cifras a este goteo de salidas y asegura que las ventas de las 8.000 empresas superaban los 56.000 millones de euros, una cantidad que desapareció de Cataluña rumbo a Madrid, Valencia o Aragón.
La operación retorno se vuelve complicada porque la realidad social, económica y fiscal es diferente seis años después y muchas no están dispuestas a volver.
El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, ha señalado en varias ocasiones que no se plantea abandonar su actual sede social en Alicante para volver a Cataluña. También han sido muy claras las frases de Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank. En octubre de 2017, recién trasladada su sede social a Valencia, decía que la decisión había sido puramente técnica, motivada por la «intranquilidad y los nervios» de sus clientes, y que «si el Consejo de Administración hubiera querido decir que el traslado iba a ser temporal, lo hubiera dicho».

El presidente de Banco Sabadell ha señalado en varias ocasiones que no se plantea abandonar su actual sede social en Alicante

La confianza es importante para la banca, y no hay que olvidar que las patronales AEB (Asociación Española de Banca) y CECA (Confederación Española de Cajas de Ahorro) cifraron en 29.429 millones de euros la salida de dinero de depósitos de Cataluña en 2017 ante la posibilidad de una independencia.

Puerta abierta

El Debate pudo contactar con directivos de algunas de las grandes empresas españolas que no descartan la posibilidad de regresar a Cataluña cuando se le expliquen las condiciones: «Ahora la posibilidad de volver no está en la agenda, pero tampoco se puede excluir». «Ojalá algún día dé igual que la sede social esté en Madrid, Barcelona o Valencia», añaden.
Todavía no se conocen las medidas concretas, pero Junts y el PSOE ya se han mostrado interesados en la vuelta de estas empresas mediante concesiones fiscales que podrían dañar al resto de comunidades autónomas. El PSOE se comprometió a «apostar por medidas que permitan la autonomía financiera y el acceso al mercado» de Cataluña. Las líneas maestras son la cesión del 100 % de los tributos a la Generalitat y la reforma a medida del sistema de financiación para atraer a las empresas que abandonaron la región desde 2017 en adelante.
El resto de actores de esta situación tan delicada se ha pronunciado. Los Inspectores de Hacienda del Estado avisaron del riesgo de que Sánchez aceptara «trocear» la Agencia Tributaria para satisfacer a Junts. Según Ana de la Herrán, presidenta de la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE), haría que «el sistema quiebre por completo».
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