De las movidas de Indra a los líos de Planeta, un Black Friday con las empresas españolas a precio de derribo
Resulta asombroso comprobar la facilidad con que uno de los grupos audiovisuales más importantes de España no solo se vende sino que además va a propiciar la entrada ¿de otro grupo audiovisual en su propiedad?
Escribano, Indra y Planeta han copado la actualidad empresarial de la semana
Hace unos días hablábamos, a cuenta de Telefónica, sobre las empresas españolas que se estaban poniendo a tiro. Un decir, porque casi todas están a disposición de los inversores. Si con 2.000 millones te puedes comprar un 10 % de Telefónica, siendo como dice Nadia Calviño «una empresa estratégica» ¿qué no se podrá hacer con el resto? Pues bien, el pasado viernes, por la tarde –esos días y a esas horas en los que la Iglesia anuncia los nombramientos de obispos o Pedro Sánchez coge el Falcon–, los hermanos Ángel y Javier Escribano anunciaron la compra de 8 % de Indra, convirtiéndose así en los primeros accionistas de la compañía después del Estado. Lo más curioso –por decir algo– es que, tratándose también de una empresa estratégica, en el comunicado de compra, además de reconocer una inversión de más de 200 millones, calificaban su posición en la empresa de «estratégica». Y es que ya no son estratégicas las empresas sino la presencia de determinados accionistas. Vivir para ver.
Pero lo de Indra merece algún comentario más. Llevábamos unos días con el run run sobre que la empresa estaba rozando sus máximos históricos en bolsa. Pero es que además los Escribano aterrizan en un Consejo de Administración, presidido por Marc Murtra, donde lo importante –al margen de la buena marcha– son los tinglados que se allí montan. Cuando llegó en 2021 a la presidencia de Indra, a propuesta del Gobierno español –léase Pedro Sánchez– ya sabíamos que la tecnológica era algo más que la joya de la corona en España en los mercados de Transporte y Defensa. El propio Murtra procedía del negocio audiovisual. Desde 2003 había sido director de la emisora Ràdio Estel y luego gerente de Barcelona Televisió. Ya en Indra coincidió con presidente de Prisa, Joseph Oughourlian, a cuyo fondo Amber se le atribuye un 7,24 % del capital. Un poco por debajo del 8 % de los Escribano. Curiosamente, hace solo unos días el propio Oughourlian reconocía que las empresas españolas estaban muy baratas. Pues nada: ahí tiene ahora a los Escribano para confirmarlo.
Hace solo unos días el propio Oughourlian reconocía que las empresas españolas estaban muy baratas. Ahí tiene ahora a los Escribano para confirmarlo
Por cierto, que Ángel y Javier no se cortan un pelo y dicen claramente que «la operación contribuirá al desarrollo de los programas de Defensa actuales y futuros en los que la compañía (la suya claro) trabaja tanto para el mercado internacional como nacional. O creamos un campeón nacional o perdemos los nuevos contratos de defensa de la Unión Europea». Pues más claro no se puede decir. Queda por saber lo que opinan los cinco ministros comunistas de Sumar: Yolanda Díaz, Ernest Urtasun, Mónica García, Sira Rego y Pablo Bustinduy. Pero no se preocupen, que de economía y defensa poco van a decir. Y si lo dicen lo publicará La Gaceta de Alcorcón (todo mi respeto si existe ese diario), que para eso tienen periódicos los de Indra. Y ya que estamos sigamos con los medios de comunicación o empresas audiovisuales que hay más novedades. E importantes.
El lunes, los Lara García, una de las tres ramas familiares propietarias del grupo Planeta tras la muerte de Maribel Lara Bosch el pasado mes de agosto, encargaron a la consultora Morgan Stanley la venta del 33% del capital. Su intención era desvincularse del negocio familiar que fundó su abuelo, José Manuel Lara Hernández, en 1949.
El martes, mientras los ejecutivos de Atresmedia celebraban en Madrid rodeados de famoseo los 25 años del diario La Razón, el lío familiar ya era la comidilla de la fiesta, junto con los selfies de Belén Esteban con los Reyes de España. Pero vayamos por partes, como decía Jack El Destripador.
La relación de Lara García con el resto de la familia estaba rota. Ahora estamos viendo la conclusión de aquel enfrentamiento
Los enfrentamientos se remontan a 2017 cuando José Lara García, entonces consejero delegado, fue apartado de la gestión de la empresa por el presidente José Creuheras. Este había logrado unir las voluntades de las tías y primos de Lara García y forzó su salida, primero de la gestión de Planeta en febrero y luego de Atresmedia en marzo. La relación de Lara García con el presidente de Planeta, y el resto de la familia quedó así prácticamente rota. Lo que ahora, seis años después, estamos viendo, no es más que la conclusión de aquel enfrentamiento.
Resulta asombroso comprobar la facilidad con que uno de los grupos audiovisuales más importantes de España no solo se vende sino que además va a propiciar la entrada ¿de otro grupo audiovisual en su propiedad? Los Lara García podrían haber vendido su participación al resto de la familia pero los enfrentamientos lo han hecho inviable.
El holding es hoy una corporación diversificada, cuyos ingresos proceden en un 49% del mundo de la comunicación con el grupo Atresmedia (Antena 3, La Sexta y otros), en el que poseen un 40% a través de Planeta de Agostini (una alianza de los grupos Planeta y el italiano De Agostini). El 26% corresponde a las ventas editoriales -con más de 70 sellos editoriales en todo el mundo- y un 23% del área de formación, que cuenta ya con 120.000 alumnos y 6.000 profesores en todo el mundo. En 2022 el grupo tuvo unos ingresos de 1.800 millones de euros, con un beneficio bruto (ebitda) de 350 millones de euros, y un endeudamiento que se mantiene en 250 millones. Para controlarlo, este año la compañía ha realizado una emisión privada de deuda por cien millones de euros con la estadounidense Prudential, que ha servido para mejorar su financiación. Los 150 millones restantes continúan como deuda bancaria.
Y también, para sanear sus cuentas, además de la venta de la editorial francesa Editis por 900 millones a Vivendi, el Banco de Sabadell se ha quedado con la histórica sede de Planeta por otros 200. Todo un intento de salvar la empresa patrimonial de los Lara Inversiones Hemisferio que sigue en riesgo de suspensión de pagos. El grupo se recompone mientras la familia pierde pasta. Curioso.
Aunque más curioso podría ser el comprador del 33 % del grupo. Como se descuiden en Antena 3, Indra y sus socios se quedan en pleno black friday con la casa. ¡Y es que está todo tan barato!
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