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06 de mayo de 2024

El nuevo presidente de Correos, Pedro Saura, junto al ministro de Presidencia, Félix Bolaños.

El nuevo presidente de Correos, Pedro Saura, junto al ministro de Presidencia, Félix BolañosEduardo Parra / Europa Press

Tensión entre el nuevo presidente de Correos y la SEPI por su plan estratégico

La entidad estatal, propietaria de la compañía, impulsó el plan de KPMG a principios del año pasado, pero Saura parece querer seguir su propia estrategia

La agencia EFE lanzó el pasado 9 de marzo un teletipo que llevó a algunos medios de comunicación a trasladar que el nuevo presidente de Correos, Pedro Saura, aprueba el plan estratégico que la consultora KPMG ha elaborado para la compañía. Fuentes internas de la empresa afirman que, a día de hoy, no es así.
El plan de KPMG costó 400.000 euros. Según recuerdan estas mismas fuentes, se realizó entre los meses de enero y marzo de 2023 de manera precipitada con la idea de mejorar la imagen de la compañía. Se quería trasladar antes de las anteriores elecciones generales del pasado 23 de julio que se estaba trabajando en la reinvención de la empresa, después de que la firma acumulara más de 1.000 millones de pérdidas en los cuatro años de mandato de Juan Manuel Serrano, el amigo de Sánchez, según los sindicatos.
De acuerdo con el teletipo de EFE, el plan estratégico de KPMG podría ser la base de la nueva estrategia de la compañía, pero fuentes internas reiteran que aquel plan se realizó de manera precipitada y que Pedro Saura no acaba de verlo con buenos ojos. El nuevo presidente de Correos está en fase de escucha de los empleados, y quiere poner en marcha su propio plan basándose en sus conclusiones, eso sí, de acuerdo con la SEPI, que es la propietaria de la empresa. Los sindicatos afirman desconocer en qué consiste el plan estratégico de KPMG.
Las mismas fuentes apuntan que el plan de KPMG estaría siendo impulsado por Fernando Ramírez, el director de Recursos Humanos. Procedente de Navantia, Ramírez parecía ser el candidato de la SEPI para presidir Correos, pero Moncloa impuso a Saura. Ramírez provenía de una Navantia que había efectuado un recorte importante de empleos.

El nuevo Comité de Dirección de Saura echa a andar

Como ya contamos en este periódico con mucho detalle, el nuevo presidente de Correos, Pedro Saura, realizó una remodelación profunda del Comité de Dirección de la compañía a finales de febrero.
Los nuevos directivos ya se han puesto manos a la obra para intentar enderezar el rumbo de la empresa después de unos últimos años de mucha zozobra.
En la empresa piensan que el nuevo modelo de Correos podría parecerse más al de La Poste, el operador público francés, que ganó 1.104 millones en 2022.

Una transición compleja

La definición de la estructura organizativa de Correos está teniendo un impacto alto en los problemas larvados de la organización desde hace cinco años, según fuentes internas de la empresa. Las mismas fuentes consideran, sin entrar a valorar las causas que han conducido a la delicada situación actual, que, desde el punto de vista de la coherencia y los objetivos estratégicos empresariales, la estructura debe ser un facilitador de la necesidad de mejorar los resultados. La época caótica anterior ha llevado a una situación muy delicada a la entidad debido a una dirección errática durante cinco años y a decisiones precipitadas caracterizadas por el desconocimiento del medio en el que se adoptaban. Estaban camufladas en un plan estrategico diseñado en 2019 por Deloitte que, además de oneroso, resultó un fiasco visto los resultados.
En febrero de 2023, SEPI y Serrano encargaron un plan estrategico para Correos (400.000 Euros) a KPMG. El plan fue pilotado por la persona que Hacienda había colocado de secante de Serrano en Correos: Fernando Ramírez. Procedía de Airbus y de Navantia. Venía precedido de fama de reconversor eficaz después del adelgazamiento de la plantilla del astillero público mediante un plan de prejubilaciones. Sin embargo, al llegar a Correos en julio de 2022 hizo lo contrario. Desde que llegó a Recursos Humanos, el área ha tenido un sobredimensionamiento espectacular (en la actualidad hay 400 personas dependientes del área). Ha completado la estructura directiva de su departamento con personas externas importadas de Airbus y Navantia y ha pasado de 4 a 7 subdirecciones en un año. Según fuentes internas, ha recurrido a perfiles externos no incorporados por su perfil de gestión, sino por razones de relación bajo la apariencia de captación regulada por expertos, asumiendo costes elevados de alta direccion innecesarios en la empresa. Algún exdirectivo de la época Serrano llama la atención sobre el hecho de que en el último año del anterior presidente, este lo era de iure, pero Ramírez ejercía de «facto» tomando decisiones personales de contratación al sentirse respaldado por Hacienda.
Hay hechos que parecen respaldar lo anterior y el desconcierto existente en la plantilla. La incorporación de profesionales procedentes de Airbus y Navantia por delante de profesionales postales se comenta en la organización y ha dejado sin contenido la política de gestión de talento en la empresa. Algunos casos son el director de Operaciones procedente de Airbus, fichado por Ramírez con nula experiencia de gestión en el sector o comercialización, ha sido despedido por el nuevo presidente, Pedro Saura, al llegar. O el director de Correos Express, captado con nula experiencia en el sector courier. El director financiero captado era el único con experiencia sectorial en Fedex, y ha sido enviado a Correos Express. También llama la atención el nombramiento como nuevo director financiero del antiguo director de auditoría en la etapa de Serrano, ya que no fue capaz de auditar o identificar las decisiones de gestión que han conducido a los más de 1.000 millones de pérdidas acumuladas según los sindicatos y no fue capaz de hacer ningún análisis sobre esas pérdidas en más de 5 años.

Tiempo para la reflexión

El nuevo presidente designado por el Gobierno ha expresado recientemente ante la estructura directiva su compromiso de realizar una profunda reflexión, sin pausas pero sin prisas, sobre las causas que han conducido a la actual situación tan delicada de Correos. Se entiende que han sido precisamente las prisas las que han llevado a decisiones erróneas que no estaban suficientemente apoyadas en análisis previos del impacto y los objetivos que había que alcanzar.
Se podría decir que Saura, en el poco tiempo que lleva, se ha ganado la confianza y la fama de persona sensata, reflexiva y, sobre todo, prudente. El problema, según las fuentes citadas anteriormente, se vislumbra en que esta actitud inicial de prudencia de Saura choca con las prisas para acometer la reconversión planeada hace desde un año (con Serrano de cuerpo presente) por parte del clan de los Navantios (así les denominan internamente) que encabeza Ramírez. Todo indica que Saura ha sido designado por Moncloa para poner sentido común y calma antes de abordar decisiones estratégicas, y enfrente, de forma velada, se encuentra con un poder en la sombra que lleva un año maniobrando, incluso al margen de Serrano, con la complicidad de la SEPI, para acometer la reconversión mediante el mencionado plan apresurado de KPMG.
El clan Navantio considera que Saura no tiene mas remedio que asumir el plan que tiene encima de la mesa ya contratado desde 2023, y para ello tiene el apoyo de algún sindicato que está exigiendo públicamente un plan de prejubilaciones y un nuevo convenio colectivo, justo los puntos sobre los que el anterior equipo y la SEPI, con el considerado ex presidente de facto Ramírez, pretendían acometer la reconversión contemplada en el plan de KPMG.
Lo cierto es que Saura ha acometido una remodelación del Comité de Direccion de Correos con criterios que han sido valorados positivamente por la plantilla. Estiman que reconocen el valor de los profesionales en los puestos especializados en la actividad y el negocio postal. El desarrollo hacia abajo de la estructura está ocasionando la inquietud de aquellos que lo consideraban un presidente manejable para desarrollar otra visión continuista de la reconversión planeada. La tensión es muy larvada y camuflada, pero identificada en el entorno de la alta dirección. El ejercicio de prudencia y la resistencia de Saura a los cantos de sirena reconversores e interesados están siendo valorados positivamente, según dicen las fuentes internas. El convencimiento de que Correos necesita restaurar sus capacidades lo ven como innegable, al igual que la certeza de que los errores que han llevado al desastre no deberían repetirse. Por ello valoran el ejercicio de prudencia y reflexión de Saura.
El pulso entre los reconversores de SEPI que propugnan las prisas con el elixir del plan de KPMG de 2023 y el tacto y la templanza de la que ha hecho gala Saura desde que entró está servido. Personas conocedoras de los entresijos de la empresa pública, incluidos ex directivos que ya no están en Correos pero se sienten concernidos, entienden que la estrategia de Saura de restañar heridas, recuperar la confianza y la autoestima, antes de proceder a actuaciones concretas, es inteligente. Piensan que, si tiene el respaldo político del Gobierno que lo nombró para no dejarse engullir por las maniobras de los reconversores impacientes de SEPI, tendrá las claves para reiniciar una etapa de recuperación exitosa de Correos.

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